COMENTARIO: Fiel a su rica historia, la Gran Bretaña quiere asumir el High Moral Ground y posicionarse como la campeona de la Libertad. La pregunta es si hoy, el mundo, está dispuesto a creerle.
Los medios de Reino Unido, tras las tensiones desatadas con Rusia por la muerte del exespía, han rescatado el discurso que pronunciaría su monarca en caso de que estallase la III Guerra Mundial.El Gobierno británico tiene muy claro que el Kremlin está detrás del asesinato del exespía ruso, a pesar de la constante negativa por parte de las autoridades del país.
La salida de Reino Unido de 23 diplomáticos rusos ha sido la primera de las medidas puestas en marcha por Occidente para castigar a Putin, a la que han seguido las duras sanciones impuestas por Trump por la supuesta injerencia en las últimas elecciones norteamericanas. Macron y Merkel también han avanzando que tomarán cartas en el asunto.
En este contexto, la prensa británica se ha apresurado a rescatar el discurso que la reina Isabel pronunciará en caso de que estalle la III Guerra Mundial. El original fue publicado en 2017 por la BBC después de que se desclasificaran algunos documentos de Estado. El discurso fue escrito en 1983 en pleno apogeo de la Guerra Fría y dice lo siguiente -con algunos datos desactualizados-:
‘’Nunca olvidaré la tristeza y el orgullo que sentí cuando mi hermana y yo nos acurrucamos alrededor de la radio a escuchar las inspiradoras palabras de mi padre en aquel fatídico día de 1939 (cuando estalló la II Guerra Mundial.
Ni por un solo instante imaginé que esta solemne y terrible tarea recaería sobre mí.
Todos sabemos que todos los peligros a los que nos enfrentamos hoy son mucho mayores que ningún otro de nuestra larga historia.
El enemigo no es el soldado con su rifle, ni siquiera el piloto que merodea por el cielo sobre nuestras ciudades y pueblos, si no el mortífero poder del abuso de la tecnología.
Mi marido y yo compartimos con las familias de toda la Tierra el miedo que sentimos por los hijos e hijas, maridos y hermanos que han salido para servir a su país.
Mi amado hijo Andrew está en este momento en acción con su unidad y oramos constantemente por su seguridad y por la seguridad de todos los hombres y mujeres en el país y en el extranjero. Este es el estrecho vínculo de la vida familiar que debe ser nuestra mayor defensa contra lo desconocido.
Si las familias permanecen unidas y decididas, dando refugio a las personas que viven solas y sin protección, la voluntad de nuestro país para sobrevivir no puede ser quebrantada.
Mientras que nos esforzamos juntos para luchar contra el nuevo mal, oremos por nuestro país y los hombres de buena voluntad, donde quiera que sea.
Dios los bendiga a todos”
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