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domingo, 1 de mayo de 2022

Ucrania: ¿Cuánto debe durar una guerra?









por Carlos Pissolito


A modo de larga introducción: Si nos atenemos a sus más conocidas definiciones. “La guerra es un camaleón” (Raymond Aaron), “La guerra es la más creativa de las actividades humanas (Martin van Creveld) podremos comenzar a tener una idea lejana de las dificultades para responder esta simple pregunta. 

Mucho más, si hacemos un rapidísimo raconto de sólo aquellas en su duración formó parte de su designación, por ejemplo:

  • La Guerra de los Siete Años: Fue una serie de conflictos internacionales por disputas coloniales librados en América del Norte y en la India, entre 1756 y 1763​. Tomaron parte, por un lado, Prusia y Gran Bretaña junto a sus colonias americanas y, tiempo más tarde, su aliado Portugal; y por la otra parte, Sajonia, Austria, Francia, Rusia, Suecia-Finlandia y España.
  • La Guerra de los Treinta Años: Fue una guerra, principalmente, de naturaleza político-religiosa entre los Estados partidarios de la Reforma Protestante y en contra de la Contrarreforma Católica dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, entre los años de 1618 y 1648. Concluyó con la famosa Paz de Westfalia que daría nacimiento al Estado Moderno. 
  • La Guerra de los Cien Años: Fue un conflicto de naturaleza feudal entre los reinos de Francia e Inglaterra, pero que duró 116 años y los 100 que le dan su nombre, desde el  24 de mayo de 1337 al 19 de octubre de 1453. Se la libró para dirimir quién controlaría las tierras que los monarcas ingleses habían acumulado en Francia. La guerra fue ganada, finalmente,  por Francia y con la consecuente retirada de las tropas inglesas de tierras francesas. 

También, hubo las que duraron días, a saber:

  • La Guerra de los 100 Días: También conocida como el Imperio de los Cien Días o la Campaña de Waterloo, se inició con el regreso de Napoleón a París desde su exilio en Elba, a mediados de 1815, para recuperar el poder en manos de Luis XVIII como rey de Francia. Y terminó con la derrota decisiva y definitiva del Gran Corso en la Batalla de Waterloo. Puso fin a las llamadas guerras napoleónicas, así como al imperio francés de Napoleón Bonaparte, quien terminó exiliado en la Isla de Santa Elena. 
  • La Guerra de los Seis Días: Enfrentó al Estado de Israel con una coalición árabe conformada por Egipto, Siria, Jordania e Irak en 1967. Se lo considera un modelo moderno de guerra rápida y decisiva. 

Incluso, hasta las hay que se han medido en horas, por ejemplo:

  • La Guerra de las Cien Horas: Conocida como la guerra del Fútbol, debido a la coincidencia con un partido de fútbol que enfrentó a las selecciones nacionales de El Salvador y Honduras con motivo de la clasificación para la Copa Mundial de Fútbol de 1970.

Desarrollo en dos comparaciones: Una vez hecha esta prolongada introducción, nos podemos preguntar, con el respaldo de un cierto contexto histórico, de cómo las fuerzas armadas rusas están llevando adelante su denominada operación especial. Al respecto, hay dos ejemplos que son más específicos que los citados anteriormente y que merecen recordarse; ya sea por razones geográficas o de poder militar relativo. Veamos.

El primero apela a una similitud geográfica. Se trata de la “Operación Barbarroja”, es decir el nombre en clave para la invasión de la URSS por parte de la Alemania nazi y algunos de sus aliados, que comenzó el domingo 22 de junio de 1941, durante la 2da GM. De los tres ejes de maniobra principales en las que se dividió, nos interesa -particularmente- el denominado Eje Sur, ya que tenía entre sus objetivos intermedios la conquista de Kiev, capital de Ucrania.  El mismo estuvo al mando del mariscal Gerd von Rundstedt. Quien contaba con 37 divisiones de infantería alemanas (de las cuales 5 eran acorazadas), 17 rumanas, dos húngaras, dos italianas y una eslovaca. Lo que sumaba un total de unos 800.000 hombres. 

Más concretamente, el 15 de septiembre de ese mismo año, los blindados del general Heinz Guderian logran capturar Poltava y Járkov al otro lado del río Dniéper.  Dos días después, la Stavka ordenó la evacuación de Kiev; pero ya era tarde. Las tropas soviéticas fueron rodeadas por las alemanas. Las capturaron en Kiev. En el interín, la URSS perdió 600.000 soldados, de los cuales 330.000 son muertos o heridos. Además de 884 blindados y 3.718 cañones. Por su parte, la Luftwaffe perdió 1.603 aparatos de los 2.715 con los que comenzó la campaña. Ernst Udet, inspector general de la Luftwaffe se suicidó tras discutir con Hermann Göring por los fracasos aparentes de la aviación alemana. El 21 de septiembre la Wehrmacht comenzó a adentrarse en la península de Crimea. En pocas palabras, Ucrania había caído. 

Vamos a la comparación. Unos 800 km separaban a las fuerzas del Grupo de Ejércitos Sur de la Wehrmacht de sus posiciones de partida en la frontera Sur de Polonia de su objetivo intermedio Kiev. La maniobra duró  unos 90 días. Vale decir que su ritmo de avance rondó los casi 9 km diarios. Obviamente, teniendo en cuenta que ese avance debió realizarse tanto contra dificultades geográficas (ríos, zonas pantanosas, etc.) como contra la oposición tenaz del Ejército Rojo. 

La segunda comparación apela a un poder relativo de fuerzas muy favorable para el atacante. Un buen ejemplo lo encontramos en la operación “Tormenta del Desierto” organizada por una coalición de 35 países, liderada por los EEUU para desalojar a las fuerzas armadas iraquíes de Kuwait. La misma estaba comandada por el 3er Ejército de los EEUU (Un cuerpo aerotransportado con fuerzas de infantería ligera de los EEUU y de Francia, un cuerpo blindado/mecanizado con fuerzas de los EEUU y británicas, una fuerza de tarea de los Marines y dos fuerzas combinadas integradas por ejércitos árabes).  

Las acciones de la coalición se iniciaron con una muy intensa campaña aérea que se inició el 16 de enero y que duró más de 42 días, con más de 100.000 salidas aŕeas y con 88.500 ton de bombas arrojadas. Inesperadamente, el 29 de enero, las fuerzas iraquíes atacaron y ocuparon la ciudad saudita de Khafji. Posteriormente, la misma fue recuperada por tropas sauditas y de los EEUU. 

El 24 de febrero se lanzó la operación terrestre principal a cargo de las fuerzas acorazadas/motorizadas de la Coalición consistente en varios envolvimiento múltiples que debieron sortear obstáculos artificiales compuestos por vastos sistemas de alambradas, campos minados y trincheras con la finalidad de rodear a las fuerzas iraquíes. Ante la posibilidad de verse sobrepasadas,  las mismas  intentaron replegarse a resguardo de los ríos Tigris y Eúfrates. En esa circunstancia, se tomó la decisión política de detener el ataque. Por su parte, las dos divisiones de los Marines cruzaron la frontera desde el SO hacia Kuwait y luego de penetrar a las posiciones defensivas iraquíes se dirigieron hacia su objetivo final, la ciudad de Kuwait.

Para el 27 de febrero, Saddam Hussein ya había ordenado el retiro de sus tropas de Kuwait. Sin embargo, cuando los Marines estadounidenses llegaron al aeropuerto de la ciudad, se toparon con una resistencia feroz y les tomó varios días de combate para ocupar y controlar esa zona. Por su parte, los iraquíes llevaron a cabo una política de "tierra arrasada", consistente en el incendio de cientos de pozos de petróleo. 

El 1ro de marzo se acordó un cese al fuego. Las estimaciones de bajas iraquíes van desde 30.000 hasta 150.000. A la par de miles de vehículos de todo tipo mientras que las fuerzas de la Coalición sufrieron pocas pérdidas. 

Vamos a la segunda comparación. En esta oportunidad las distancias a recorrer oscilaron entre los 200 y los 400 Km en función del largo de los respectivos brazos envolventes. La consideración de los tiempos no es tan sencilla, por cuanto los movimientos tuvieron distintas oportunidades y ritmos. Por ejemplo, si tomamos el ataque iraquí a Khafji se inició el 29 de enero como el inicio de las operaciones terrestres y el cese al fuego se concedió el 1ro de marzo como su finalización. Eso nos da unos 30 días de operaciones, de lo que resulta una velocidad de avance de 6 a 13 km por día. 

Vamos a la operación  militar especial que está siendo realizada por las fuerzas armadas rusas en Ucrania.

Lo primero a analizar son los objetivos de la misma. Sobre los que no tenemos una certeza absoluta, pero que el presidente de la Federación Rusa ha definido como:

1ro Desmilitarizar a Ucrania.

2do Desnazificar a Ucrania.

Además, en diversas negociaciones de paz, los enviados rusos han manifestado lo siguiente:

3ro La neutralidad de Ucrania.

4to El reconocimiento de la soberanía rusa sobre la Península de Crimea y las repúblicas independientes de Donetsk y Luhansk.

5to El respeto de los derechos de las minorías rusófonas y rusófilas. 

Las operaciones se iniciaron por parte de Rusia el 24 de febrero de 2022 y llevan, cuando estas páginas están siendo escritas, unos 70 días de duración. En ese ínterin, Rusia parece haber obtenido la masa de sus objetivos. Tales como: la desmilitarización de Ucrania  (Ya que carece de una fuerza aérea, navales y acorazadas en condiciones de amenazar a Rusia, además del control de los laboratorios de guerra biológica norteamericanos en territorio ucraniano) y la aceptación de hecho del resto de las condiciones, las que han sido admitidas por el presidente de Ucrania,  Volodímir Zelenski. 

Sin embargo, los combates continúan, especialmente, en el Donbass, aunque la ciudad portuaria de Mariupol -a los efectos prácticos- ha caído en manos rusas. Y en torno a las grandes ciudades de Kiev y de Járkov, entre otras. Al respecto, queda por verse si el objetivo estratégico operacional de las fuerzas rusas es la destrucción de las fuerzas ucranianas que las defienden -lo que constituye un objetivo antifuerzas- y la toma de dichas ciudades -lo que constituye un objetivo político. 

Al respecto, es interesante señalar que la invasión alemana de la URSS se enfrentó al mismo dilema. El de destruir fuerzas soviéticas significativas o conquistar las emblemáticas ciudades de Leningrado, Moscú y Stalingrado. Conocemos la errónea decisión de Hitler en contra del consejo de su estado mayor, cuál fue el de aferrarse al terreno y a la toma de las ciudades.  Un hecho que se magnificó cuando los alemanes pasaron de la ofensiva a la defensiva.

A modo de breve conclusión: No sabemos, cuál será la decisión rusa esta vez. Pero, a modo de conclusión, podemos esbozar que, nuevamente, la respuesta es operacional. Vale decir, disponer de una estrategia de salida tras el cumplimiento de los objetivos impuestos.

Por supuesto, que la decisión no debe ser fácil y conspira contra ella la permanente interferencia de los EEUU y la OTAN que parecen tener el objetivo de prolongar, cuanto le sea posible, este conflicto. 


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