por Carlos Pissolito
No son pocos los estrategas que sostienen que la peor de las situaciones es encontrarse frente a los cuernos de un dilema; pues haga lo que uno haga uno puede perder. Pero, ¿qué es lo que pasa cuando se trata de un falso dilema?
Tal parece ser el caso que enfrentamos, hoy por hoy, todos los argentinos. O, al menos, a los que algunos quieren que nos enfrentemos. Veamos.
De un lado aparecen “los republicanos” que bajo la consigna “Justicia o Corrupción” no piden nuestro apoyo para que la actual vicepresidenta termine condenada, inhabilitada para ejercer cargos políticos de por vida y presa.
Por otro lado están sus seguidores y simpatizantes, “los cristinistas” que niegan todos los cargos y que ven ella una suerte de heroína nacional.
Pero, ¿Quién de los dos bandos tiene la razón?
Respuesta sencilla: ninguno de ambos. Vamos a la respuesta completa:
- “Los republicanos”:
- A este grupo lo impulsan notorios dirigentes del PRO, como el expresidente Mauricio Macri, una persona que, también, sufre de varios procesos judiciales en su contra; pero que no gozan de la misma difusión mediática.
- Lo anterior, se explica porque sus consignas son repetidas por medios de comunicación social que les pertenecen como La Nación, Clarín y la LN+.
- Buscan el fracaso de este gobierno como de lugar, incluso con salidas ad hoc no constitucionales.
- Defienden a una persona con varias causas judiciales. Algunas de ellas bien fundamentadas y que, razonablemente, pueden conducir a su justa condena.
- Lo hacen en nombre del peronismo, cuando ella nunca se ha reconocido peronista. Es más ha adoptado políticas y medidas, claramente, contradicen la doctrina justicialista. A saber: la ideología de género, las políticas de control de la natalidad, el esmerilamiento de las FFAA.
Al margen de estos aspectos hay algunos comunes que son importantes:
- Muchas de las acusaciones se basan en informaciones realizadas por organismos extranjeros como el FBI de los EEUU, lo que constituye, no sólo una pasada intromisión , también, un intento de influir en nuestra política interna actual. (1)
- Hay un pool periodístico, basado en Washington DC, denominado Consorcio Internacional de Periodistas (International Consortium of Investigative Journalists), (2) especialmente interesado en la difusión selectiva de esta información.
Como vemos se trata de un falso dilema, uno al que los argentinos de bien no estamos obligados a adherir a ninguna de sus opciones. Simplemente, porque ninguna es totalmente verdadera y, lo más importante, ninguna de ellas busca el bien de nuestra Patria.
Notas:
(1) PISSOLITO, Carlos. "Lawfare o cuando las palabras matan mejor que las balas". https://espacioestrategico.blogspot.com/2021/03/lawfare-o-cuando-las-palabras-matan.html
(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Consorcio_Internacional_de_Periodistas_de_Investigaci%C3%B3n
Será que habrá que esperaŕ más de un año para estar ante el dilema de que a nuestras espaldas está todo destruido y no saber con certeza a quien daré mi voto de confianza .... y mientras tanto los encargados de cuidar la Constitución no actúan...es como ver que a una anciana le están robando y no hago nada para ayudarla ...y que puedo hacer ? ..luchar contra el ladrón ..
ResponderEliminarOTRO FALSO DILEMA
ResponderEliminarpor Carlos Pissolito
La desinformación, las calumnias, la difamación y la coprofilia parecen estar en su máxima expresión en la Argentina de hoy. Especialmente tras ser incentivados por un intento de magnicidio o por el montaje de uno para la propia victimización. Poco importa la realidad para aquellos embanderados en un sector o en otro.
Concretamente, las armas fallan. De hecho, son máquinas. El porcentaje de fallos es bajo pero existe. No sé puede descartar. La calidad de la munición y el estado (limpieza) del arma es fundamental.
Tampoco se puede descartar el factor psicológico. No tiene que ser un sicario o un terrorista. Hay muchos casos de asesinatos políticos a cargo de "don nadie". Cómo fue el caso de R Reagan o el más reciente de S Abe en Japón.
Lo que sí es seguro es que esto eleva la temperatura política y hace prever radicalizaciones en todos los actores de ambos bandos. Un falso dilema, una vez más, se nos presenta a los argentinos.
Todo esto dicho y haciendo abstracción de que nos encontramos transitando un brutal ajuste y una serie de medidas que sólo conseguirán que los argentinos seamos un poco más pobres y un poco menos libres.