Revista Naval (Uruguay) Nro 65.
EL PESO DE LA HISTORIA Y LA ANGUSTIA DEL FUTURO EN EL
PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO MILITAR ARGENTINO
Coronel “VGM” Héctor Rodolfo Flores
INTRODUCCIÓN
El objetivo de este trabajo es proporcionar una visión teórica, sustentada en hechos plausibles de ser corroborados, que permitan pensar en estrategia desde la realidad geopolítica sudamericana.
La teoría en relaciones internacionales, marco general donde se inserta la defensa, muchas veces fundamenta hechos acaecidos mas que proporcionar bases para abordar el futuro, pero para el ambiente geoestratégico analizado debemos incorporarle otro hecho fáctico: las teorías se escriben para explicar y a veces crear futuros, desde realidades geopolíticas que poco o nada se condicen con nuestras realidades.
En este orden de ideas, inicialmente pretendo fijar pautas básicas de entendimiento, las cuales son proporcionadas por una unívoca interpretación del lenguaje utilizado, es decir, si logramos poseer un metalenguaje común. Esta parte del trabajo constituye, en consecuencia, un aporte conceptual tendiente a proponer una interpretación del lenguaje científico que es propio de la estrategia de defensa.
En la segunda parte del trabajo efectuaré un abordaje a la cuestión del planeamiento estratégico, considerando especialmente que la realidad geopolítica de la Argentina ha impuesto la necesidad de diseñar una herramienta metodológica de nivel estratégico militar que se ajuste a su racionalidad.
Finalmente, y a partir del desarrollo efectuado, pretendo señalar breves conclusiones, a fin de proporcionar algunas bases que permitan tender motivar aún más el debate académico y a crear un futuro que consolide a la región como zona de paz y cooperación.
DESARROLLO
PARTE 1: METALENGUAJE ESTRATÉGICO
1. LOS NIVELES TEMPORALES Y DE GESTIÓN EN EL ÁMBITO DE LA DEFENSA :
- Niveles temporales de aplicación:
El primer aspecto que permite comprender que se hace cuando se hace estrategia, es comprender el nivel temporal donde esta se desarrolla. Por más elemental que parezca, no ubicar adecuadamente a la estrategia, la cual va indisolublemente unida a lo político, ha provocado el diseño de herramientas y toma de decisiones que una frase sintetiza las mil palabras necesarias para explicarla: no hay que prepararse para la guerra que fue.
Si trazáramos una línea del tiempo, encontraríamos que todas las acciones humanas se ubican en tres planos temporales: pasado, presente y futuro. En este orden de ideas podríamos señalar respecto a cada uno de ellos que:
- Pasado: es la historia la disciplina que la estudia; está tipificado por su abordaje investigativo, donde la verdad puede ser alcanzada y a su vez no puede ser modificada.
- Presente: posee una doctrina que define como se deben emplear los medios, dentro de un marco de legitimidad de empleo de la fuerza; está tipificado por poseer un marco normativo. Los medios disponibles poseen capacidades fijas. Se hace lo que se puede con lo que se tiene.
- Futuro: ámbito donde se desenvuelve la política y la estrategia; tipificado por la incertidumbre, el azar y lo aleatorio. Las percepciones de fricción y cooperación entre los actores son significativas al momento de embarcarse en la creación de futuro. “El futuro no está dado. Vivimos el fin de las certidumbres”[1].
- Niveles de gestión en defensa:
Resulta necesario también clarificar conceptualmente cuales son los niveles de gestión (entendida esta en forma genérica), ya que no identificar los mismos conduce, inexorablemente a que se confundan los niveles de responsabilidad que en un orden de gestión republicana de la defensa, produce una división natural de tareas dentro del Estado.
En tal sentido podemos identificar cuatro niveles:
- POLÍTICO: determina los fines.
- ESTRATEGICO: nexo entre los fines y medios; operacionaliza los fines.
- TÁCTICO: emplea los medios de acuerdo a sus capacidades.
- TÉCNICO: ejecuta procedimientos preestablecidos.
Lo TÁCTICO reglamenta, merced a la experiencia proporcionada por la historia militar, las lecciones aprendidas en la guerra o el gabinete, y considerando las capacidades fijas de los medios considerados, cómo deben ser empleados.
El TÉCNICO repite secuencias rutinarias.
2. POLÍTICA DE DEFENSA
Con una voluntad en oposición identificada, la herramienta metodológica que permite abordar el diseño de los medios militares son las hipótesis de conflicto.
Sin una voluntad en oposición (quién) claramente identificada por el nivel político – ápice estratégico de la gestión de la defensa de los Estados, la herramienta metodológica de planeamiento en que debe basarse el diseño de los medios militares debe ser acorde a dicha situación extrema y factible de producirse en el nivel político; pese a ello, los Estados, como actores estratégicos se encuentran legalmente autorizados, en caso de agresión, a la legítima defensa. Para esas situaciones de alta incertidumbre, deben diseñarse herramientas metodológicas diferentes a las hipótesis de conflicto; inicialmente señalaremos que por ejemplo el diseño de los medios puede sustentarse en la determinación de hipótesis de confluencia.
En síntesis, señalo que la POLÍTICA y ESTRATEGIA de DEFENSA, como nivel temporal de aplicación futuro, creativo, encuentran su FUNDAMENTO EN LA EXISTENCIA DE INTERESES VITALES PROPIOS (qué), más que la percepción temporal presente de una amenaza que permita retener metodológicamente un eventual conflicto al cual hacer frente, con los medios que se hayan predispuesto, el marco legal estadual y el derecho internacional vigente.
Entendemos por intereses de los Estados, en forma genérica, a aquellos objetos que poseen o asignan valor.
En esta interacción de valores y política, debemos señalar que lo que tipifica y distingue a las interacciones políticas de otras interacciones sociales, es que esta se orienta a la distribución de valores.
Siendo conciente que existen escuelas de pensamiento, algunas con gran influencia en ámbitos de pensamiento estratégico en la Argentina , que presuponen que la evaluación del escenario presente, con la determinación de los actores que interactúan en el mismo (cooperan – compiten), con sus intereses y reglas de juego, son los que permiten al nivel político definir la política de defensa, señalaré, inicialmente, que este esquema de razonamiento adolece, desde mi punto de vista de serios vicios que hacen del mismo más una herramienta de gestión que de creación, dando como resultados futuros la generación de respuestas pasadas.
El conocimiento del escenario actual solamente debería tomarse como la línea base o de partida para saber dónde y cómo estamos en la construcción de lo que Ortega y Gasset identificaba como un proyecto sugestivo de vida en común, para seleccionar los objetivos a alcanzar y mantener, asignar recursos, fijar las reglas, y supervisar las acciones que se llevarán a cabo, todo ello amalgamado por los valores societarios.
Este es el nivel de los fines en un sentido amplio, resta entonces identificar como los mismos se transforman en algo asible por los niveles operativos, es aquí donde encontramos el nivel estratégico.
3. ¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA ?:
Aceptando que una vez que se han fijado y retenido los objetos con valor a proyectar hacia el futuro estos deben transformarse en algo operativo que, en lo que respecta al ámbito específico de la defensa debe permitir disponer de los medios necesarios para su empleo, debemos poder definir qué es la estrategia.
Una primera aproximación a este concepto lo deberíamos tomar de Beaufre, padre intelectual del concepto de estrategia de la disuasión en un sentido moderno; y consideramos que es la primera cita obligada porque la Ley de Defensa vigente nos señala que “la defensa nacional es la integración y la acción coordinada de todas las fuerzas de la Nación para la solución de aquellos conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas, en forma disuasiva o efectiva para enfrentar agresiones de origen externo[2]”.
En este orden de ideas, el General francés la definió como: “el arte de la dialéctica de la voluntades que emplean la fuerza para resolver el conflicto”[3]; aclara este concepto cuando afirma que “la estrategia (es) un método de pensamiento, que permite clasificar y jerarquizar los acontecimientos, para luego escoger los procedimientos más eficaces”[4].
En este proceso de toma de decisión el azar y lo aleatorio no pueden ser dejados de ser tenidos en cuenta; al respecto Aron señala que “la indeterminación estratégica subsiste… porque es imputable a dos causas irreductibles: las decisiones a tomar están profundamente influidas por la situación global y,… además la decisión está orientada hacia una finalidad menos netamente definida que la contemplada por el táctico”[5].
Complementa estos conceptos la idea que “en estrategia… es mucho más fácil caer en la intuición de imágenes falsas… motivo que dificulta tanto la visión de la verdad”[6], y que al hacer frente a otras voluntades independientes en oposición, surge el concepto de fricción, que fuera incorporado al conocimiento estratégico por Clausewitz en De la Guerra.
En este marco, la estrategia buscará proporcionar al nivel político de la necesaria libertad de acción, merced al poder que le proporcionan sus medios. Resulta necesario distinguir que, tal como lo señala Aron, “el poder en la escena internacional difiere del poder en el escenario interno, porque no tiene la misma envergadura, ni utiliza los mismos medios, ni se ejerce en el mismo terreno”[7]; en el caso argentino la teoría se condice con el plexo legal, ya que el poder en el escenario interno esta normado por la Ley de Seguridad Interior y el poder externo por la Ley de Defensa Nacional.
Reconociendo que siguen siendo los Estados quienes se ubican el centro de la escena internacional, debemos señalar que en la búsqueda de mayor libertad de acción, se produce la interacción con otros actores, cuya naturaleza, estadual, supraestadual, intraestadual o no estadual estará dada por la realidad geopolítica del Estado considerado.
Tal como lo señaláramos, la incertidumbre estratégica puede provocar que el nivel político no pueda definir con razonable grado de certeza quién será el actor sobre el cual se pretenderá obtener mayor libertad de acción, pero como sí puede definir cuales son los intereses propios a alcanzar o preservar, surge en consecuencia otra vertiente que da los lineamientos para el diseño de la herramienta de planeamiento en el nivel estratégico. Este último caso, acotado a una definición genérica del actor como de naturaleza estadual, militar, es el input que permite diseñar el sistema de defensa argentino hoy.
El método de planeamiento por el criterio de capacidades responde fundamentalmente a la pregunta: qué, ante la imposibilidad de fijar: quién.
Para el caso argentino debe ser considerado también que la realidad geopolítica del cono sur de Sudamérica, inserto en la zona de paz Sudamericana, con limitada disponibilidad de recursos financieros (principio básico de la economía: los recursos siempre son escasos), con gran cantidad de recursos naturales, en un extenso territorio, provocaron que se instrumentara un método de planeamiento para el diseño y eventual empleo que privilegiara el poseer el conocimiento (know how) que, ante una adecuada alerta estratégica, le proporcione al nivel político la libertad de acción para poder crecer en sus capacidades de defensa tanto como sea necesario, en forma autónoma.
El poder del sistema de defensa futuro del actor Argentina debería estar, en consecuencia, basado en el poder que le proporcionará el conocimiento, más que en el poder que proporcionaría la masa militar.
El poder de las fuerzas militares basadas en la masa, resulta un concepto que nos retrotrae al diseño de fuerzas militares estaduales surgidas con el Estado postwestfaliano, y una de sus organizaciones burocráticas (en el sentido weberiano) tipificantes: Ejército y Armada.
Debemos señalar que el conocimiento al que hacemos mención no se refiere solamente al de carácter tecnológico, sino también al de carácter técnico profesional para llevar a cabo operaciones militares eficaces de naturaleza defensivas en el propio territorio, ya que los objetos con valor a defender se relacionan exclusivamente con los ubicados en el propio territorio.
Este es un aspecto interesante de señalar, ya que, siendo el único Estado sudamericano que ha instrumentado este método de planeamiento estratégico, permite evaluar lo que se denomina, desde la teoría, la racionalidad estratégica del actor, entendida esta como la forma en que relaciona sus fines y medios. Si la Argentina promovió y sostiene que se encuentra en una zona de paz y cooperación, de modo alguno el criterio de diseño de su Instrumento Militar podía seguir siendo las hipótesis de conflicto; debemos mencionar que otros Estados de la región, al identificar las Directrices de su Estrategia Nacional de Defensa expresan: “conviene organizar las Fuerzas Armadas alrededor de las capacidades, no alrededor de enemigos específicos”[8].
Esta visión geopolítica está contenida en la Directiva Política de Defensa Nacional (DPDN) emitida en noviembre del año 2009 por el Poder Ejecutivo Nacional, y constituyó el primer documento de este tipo, al menos desde el año 1983. Reconoce como único antecedente a la Directiva Política del año 1996, la cual tuvo un carácter formal mas que instrumental. La DPDN debe ser emitido cada cuatro años, a partir de un Diagnóstico Comprensivo de la Situación Nacional a ser producido por el Consejo de Defensa Nacional (CODENA).
Habiendo avanzado desde lo general a lo particular, nos hemos introducido en dos cuestiones que abordaré a continuación:
- Las visiones estratégicas, que se relacionan directamente con la existencia de diferentes marcos teóricos o escuelas estratégicas en lo referido a la defensa.
- Los métodos de planeamiento en el nivel estratégico, en el campo de la defensa.
PARTE 2: PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO
1. ESCUELAS ESTRATÉGICAS
Resulta importante dejar abierto el debate que implicaría relacionar las distintas escuelas estratégicas que encontramos en el ámbito de la defensa, con el análisis de sus particularidades respecto a la forma que impactan en el empleo de los medios. Su adscripción a una de ellas implica una definición de naturaleza política.
En este orden de ideas incorporo una clasificación motorizadora de futuros análisis[9].
2. EL PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO
El planeamiento es la primera función administrativa básica por excelencia, a fin de no improvisar resolviendo intuitivamente (experiencia) o instintivamente (mágico).
Lo instintivo / intuitivo son percepciones que limitan y deforman la realidad.
Las construcciones mentales son esquemas que buscan representar fidedignamente la realidad, en tal sentido, el conocimiento avanza con mecanismos de prueba – error, no con verdades irrefutables.
Siguiendo a Clausewitz podemos señalar que la guerra es el ámbito del azar (suerte) y lo aleatorio (Gr: aleatorius – juego de dados), sumado a la libertad de los actores estratégicos (voluntad en oposición) nos permite afirmar que todos los fenómenos NO puedan ser controlables. El Plan Schlieffen (1914) es una muestra respecto a que todo plan sólo resiste hasta que interactúa con la voluntad en oposición, el cual, en esencia, dejó de ser un plan para convertirse en una orden cuando los supuestos a los cuales pretendía hacer frente se configuran como hechos.
Llegados a este punto debemos reiterar que el planeamiento estratégico debe proporcionar la necesaria libertad de acción, a partir de haber pensado ayer los medios que hoy impactarán en la realidad, es por ello que debe haberlo hecho con la vista puesta en el futuro, única forma que los medios sirvan al fin deseado, en caso contrario servirían al pasado en que fue pensado. Una vez que se decide el empleo de los medios, se lo hace con las capacidades disponibles, las que fueron pensadas y adquiridas ayer, oportunidad en la cual se podía disponer del tiempo necesario para adquirir capacidades. “En el futuro todo tiene que pasar antes, cuando todavía se dispone de tiempo”[10].
Es por ello que “para la dirección estratégica... es necesario trazar un diagrama aproximado de tendencias... aunque nuestro diagrama no coincida con los futuros acontecimientos y sea corregido por ellos, sigue siendo necesario formular un plan estratégico para llevar adelante, con firmeza y decisión”[11].
La libertad de acción de hoy no se puede alcanzar solamente a partir del manejo del conflicto de hoy, se la obtiene fundamentalmente a partir de un correcto análisis de ayer; si fue deficiente, los medios disponibles no serán los necesarios. Esto nos conduce a una idea central en la dirección estratégica: el peso de la historia y la angustia del futuro.
¡El peso de la historia tiende a anclarnos en lo conocido, la angustia del futuro tiende a limitar nuestra creatividad para afrontar desafíos!.
En el ámbito de las Fuerzas Armadas se define al planeamiento como el “conjunto de actividades destinadas a establecer objetivos, determinar políticas y preparar planes y programas para llevar a cabo determinadas acciones”[12].
Siguiendo una vez más a Beaufre, este nos señala que la finalidad del planeamiento estratégico sería “alcanzar la decisión creando y explotando una situación que acarree una desintegración moral del adversario suficiente como para llevarlo a aceptar las condiciones que se le quieren imponer”[13].
“En tanto el hombre no haga un esfuerzo suficiente para saber verdaderamente donde elige ir, continuará siendo el juguete de fuerzas gigantescas que él ha desencadenado sin saberlo, en su ciega búsqueda de ventajas inmediatas”[14].
En la incertidumbre que es propia del porvenir, el planeamiento estratégico busca maximizar las actuales certidumbres (línea base del planeamiento), permitiendo que las estrategias a instrumentar proporcionen la necesaria libertad de acción, minimizando los costos y maximizando las ganancias. “Para tomar una decisión tenemos que centrarnos más en las consecuencias (que podemos conocer) más que en la probabilidad (que no podemos conocer), es la idea fundamental de la incertidumbre”[15].
Soy de opinión que en el campo de la defensa, pensar en absolutos: la misión se cumple o no se cumple (Ej: la defensa de la integridad territorial se mantiene o no se mantiene), constituye un reduccionismo que nos conduce a un juego de suma cero, sin opciones. Deberíamos comenzar por reconocer que incluso en una guerra, ambas partes deberán pensar en la paz venidera, a fin de evitar caer en los errores cometidos en Versalles, post Ira Guerra Mundial.
Hoy se tiende a afirmar, con razón, que independientemente del éxito o fracaso en la interacción política extrema: la conducción de la guerra, es importante pensar en cómo entrar, pero más importante pensar en cómo salir. En definitiva, cuando se inician las acciones, podríamos hablar de gestión (para diferenciarla de administración, donde no habría una voluntad en oposición), pero por esencia, el nivel político debería posar su mirada siempre más en el futuro, a través del planeamiento.
El planeamiento supone la existencia de OBJETIVOS a alcanzar o mantener, objetivos que materializan los INTERESES del actor considerado. Es aquí donde lo volitivo entra en el planeamiento estratégico y normalmente encuentra otra/s voluntades en oposición y cooperantes; su resolución, en forma sintética nos lleva a desarrollar dos caminos posibles: el conflicto o la confluencia, coopera o compite.
En la obtención de los Objetivos, cada actor emplea una racionalidad que le es propia. Entender la racionalidad del otro es sin lugar a dudas otro de los desafíos del político y estratega.
La necesidad del planeamiento estratégico se entiende cuando se entiende el funcionamiento de todo el sistema de toma de decisiones de la organización; los subsistemas menores proporcionan la factibilidad al planeamiento (recurrencia), pero si tuviéramos que señalar el núcleo duro / vital del mismo, es el ápice estratégico el responsable de la construcción del porvenir, es el que proporciona la visión que encamina la obtención de los Objetivos, a nivel estratégico nacional utilizando todos los factores del poder.
En tal sentido, “el poder será un medio de comunicación, un código de símbolos generalizados que hace posible y disciplina la transmisión de prestaciones selectivas de un sujeto a otro. Más que violencia, el poder consistirá en la posibilidad… de elegir con su decisión una alternativa para otros sujetos,.. quienes a su vez contarán con una cuota de poder”[16].
La física cuántica nos señala que la sola presencia del observador modifica los fenómenos físicos; con más razón, la presencia de un actor impacta en la percepción de la realidad de los otros actores presentes en el escenario. En el escenario es donde se produce la interacción de los actores relacionados a través de sus respectivos objetos con valor, y son las acciones reactivas o proactivas (generadoras de cambio) las que permitirán adelantarse en el ciclo de toma de decisiones, proporcionando libertad de acción.
El planeamiento de la Defensa Nacional no es un problema militar sino del Estado, circunscribirlo a lo sectorial militar nos conduce inexorablemente a Luddendorff y su obra: Guerra Total, desarrollo de contenido militarista deformado, inserto en las escuelas positivistas de fines del siglo XIX, reclamantes de autonomía militar.
En la defensa de un Estado no se puede improvisar el desarrollo de una capacidad militar moderna y eficiente si se parte de niveles bajos o inexistentes en breves períodos de tiempo (Ej: el desarrollo de un sistema de armas como el Abrams demandó 10 años; la formación del personal es aún mayor para cubrir las más altas jerarquías).
Los cambios y complejidades son cada vez mayores, gestionar el cambio, implica poseer capacidad de planeamiento, a fin de poder: mantener la estabilidad homoestática (adaptación al medio), reducir los riesgos, la incertidumbre y la entropía (desorden) y dirigir (evitar la parálisis por el análisis).
En líneas generales podemos señalar que un plan es un “curso de acción predeterminado durante un período específico, y representa una respuesta y una anticipación en el tiempo, con el fin de alcanzar un Objetivo pretendido”[17].
La doctrina conjunta argentina lo define como un “proyecto de desarrollo de un modo de acción predeterminado, que establece las acciones que hay que realizar y su duración y cuyo propósito es alcanzar un objetivo previsto”[18].
En tal sentido, podemos identificar tres tipos diferentes de planes, según sea su alcance temporal, a saber: corto plazo, mediano plazo y largo plazo (tiempo kronos), pero debemos señalar que debería ser motivo de otros estudios la conveniencia de relacionar los planes al tiempo oportunidad (kairos), donde encontraríamos los planes de: empleo, incorporación de capacidades disponibles en el mercado y de investigación y desarrollo de capacidades no disponibles o que son de interés poseer la autonomía.
3. MÉTODOS DE PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO PARA LA DEFENSA
El planeamiento es una herramienta que sirve a la organización, para razonar metodológicamente y asesorar, para que el decisor estratégico pueda retener una opción, que implica a su vez aceptar un riesgo y un costo.
La decisión política implica el inicio de un proceso de cambio, mensurable, escalonado en el tiempo y en recursos, lo cual no implica la idea de progreso, hay un cambio cualitativo favorable cuando está fijado el objetivo al cual se tiende; las organizaciones, como sistemas, se rigen por el principio de equifinalidad[19], motivo por el cual deben orientar su actividad teleológicamente.
A fin de desarrollar algunas ideas rectoras respecto a la existencia de diferentes tipos o criterios de planeamiento de aplicación en el ámbito de la defensa, incorporaré a este trabajo modelos simplificados que fueron elaborados en el ex Centro de Estudios Estratégicos del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, en oportunidad de tener que asesorar sobre el que posteriormente se constituiría en el actual método de planeamiento por el criterio de capacidades para el nivel estratégico militar.
Lo aquí desarrollado constituyen aportes personales que no necesariamente implican la visión de dicho organismo.
TIPIFICANTE
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VENTAJAS
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DESVENTAJAS
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INTERESES o DESARROLLO DE CAPACIDADES
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DESCENDENTE
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VISIÓN INTEGRAL
DESARROLLA
CAPACIDADES
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NIVEL DE INCERTIDUMBRE
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MEDIOS DISPONIBLES
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ASCENDENTE
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MEJORA LA APTITUD OPERACIONAL
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IGNORA OTROS
ACTORES
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ESCENARIOS
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SITUACIÓN POTENCIAL
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SE CONCENTRA EN LO CONCRETO
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ESTÁTICO
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AMENAZAS
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OPONENTE POTENCIAL
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MENOR RIESGO ANTE LA INCERTIDUMBRE
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REACTIVO
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MISIÓN
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EFECTO A ALCANZAR CON LAS CAPACIDADES ACTUALES
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EVALUACIÓN DETALLADA
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NO CONSIDERA GENÉTICA DE MEDIOS
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FISCAL
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PRESUPUESTO
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REALISTA
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NO CONSIDERA EL ENTORNO
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3.1. PLANEAMIENTO POR INTERESES o DESARROLLO DE CAPACIDADES
- Descendente
Porque se basa en la necesaria fijación por parte del ápice estratégico de los intereses a mantener o preservar por los medios bajo su dirección / control directo.
No posee un acabado conocimiento de adversario que potencialmente podría enfrentar.
- Visión integral
Parte del proceso de toma de decisiones del nivel estratégico nacional.
Permite integrar las capacidades del Estado en la defensa y que las capacidades de los medios militares sean de naturaleza conjunta (interoperabilidad).
- Nivel de incertidumbre
El gran nivel de incertidumbre impide acotar las variables de análisis e implica disponer de muy adecuados medios de alerta estratégica nacional.
3.2 PLANEAMIENTO POR LOS MEDIOS DISPONIBLES
- Ascendente
Desde el nivel táctico al político, pasando por el estratégico.
- Mejora la aptitud operacional
Se basa en la evaluación de los medios disponibles, basado en el principio de equifinalidad de la teoría general de sistemas.
Posee un acabado conocimiento de la capacidad actual (línea de base – partida del planeamiento).
- Ignora otros actores
No posee una definición del ápice estratégico de los interese a mantener o preservar ni de hipótesis de conflicto.
3.3 PLANEAMIENTO POR ESCENARIOS
- Se concentra en lo concreto
Lo aleatorio suele no ser debidamente considerado.
Se basa en el análisis del presente.
- Estático
Poco flexible ante la dificultad de prever lo nuevo.
Tiende a ser retrospectivo, poco creativo o imaginativo.
Ven el futuro con los ojos del presente, según la comprensión que hoy tenemos.
- Situación potencial
El escenario representa un modelo simulado.
Se basa en percepciones relativas, limitadas según condiciones sicológicas, sociológicas y axiológicas.
Fija circunstancias futuras y el empleo de medios en las mismas, utilizando diferentes herramientas, a saber:
o Modelo prospectivo
“Desde el futuro hacia el presente”[20]. De un futuro deseable o futurable para orientar los caminos que deberíamos transitar.
No es un pronóstico o predicción que desentraña el porvenir. Parte de la idea que el futuro está abierto. “La prospectiva no puede adivinar el porvenir, sino solamente buscar por cuales medios se puede construir el porvenir”[21].
Pasos:
1. La actitud prospectiva (modelo prospectivo)(tesis)
a. Determinar tendencias (fines del sistema, aspectos latentes)
b. Fijar un modelo utópico (futurable)
c. Seleccionar el modelo prospectivo (separado del utópico por el horizonte prospectivo).
2. La reflexión prospectiva (modelo de diagnóstico)(antítesis)
3. Diagnóstico del presente. Proyectarse desde la perspectiva del futuro.
4. La programación prospectiva (modelo operacional)(síntesis)
5. Fija los objetivos y cursos de acción que me permitirán alcanzar el modelo prospectivo, desde los más lejanos a los más próximos. Fija el como.
o Modelo de la prognosis o preferencia.
Se basa en el pasado para construir el futuro (movimiento previo).
Bertrand de Jouvenal incorpora el concepto de: “tendencias pesadas”[22].
Kahn, Herman a su vez incorpora las “tendencias múltiples de base”[23].
“Es necesario explicar el pasado reciente y el presente, para después elegir la forma del porvenir que se quiere ayudar a promover”[24]. Pese a ello reconoce que “la corriente de la historia (Toynbee)… es influenciados, desviados o transformados por las invenciones… y los descubrimientos”[25].
o Técnica de extrapolación de tendencias
Parte de la situación actual y se realiza una extrapolación de la información del pasado. El futuro será el presente modificado por las tendencias del pasado. A ese futuro suele llamarse: futurible 1 o mundo sin sorpresas, el que describe protagonistas, relaciones e intereses en un momento dado. Es una foto del futuro.
Posee un escaso valor predictivo, por errores en las variables consideradas, diagnostico de situaciones de crisis incorrectas o en las potencialidades. Ej: para determinar la población en un determinado tiempo, me sirvo de la tasa de crecimiento.
o Variaciones canónicas
Varía o modifica algún parámetro del futurible 1, lo que implica que se producirá un salto o mutación.
La situación futura tiene posibles variantes, las que no implica recorrer distintos caminos sino que llegado a la situación futura posible enuncio variantes. Ej: determinada la población en un futuro, puedo considerar la modificación de algún parámetro, como una guerra, aspecto este que modificará el resultado obtenido (modifica el futurible 1).
o Guiones de futurición
A partir de la situación actual se diseña un guión o secuencia de acontecimientos que desembocan en un futurible; el guión es una narración creativa de un proceso. Se pueden construir varios guiones que darán origen a varios futuribles.
3.4. PLANEAMIENTO POR AMENAZAS
Oponente potencial
Es fijado por la estrategia nacional.
Llegados a este punto resulta importante señalar algunas definiciones dadas respecto a qué es el conflicto, a saber:
- “El conflicto reside en las voluntades, más bien que en los derechos y en los intereses”[26].
- “Enfrentamiento o choque intencional, entre dos seres o grupos de la misma especie, que manifiestan una intención hostil los unos con los otros, por lo general a propósito de algún derecho, y que para mantener, afirmar o restablecer ese derecho, intentan quebrar la resistencia del otro, recurriendo a la violencia”[27].
- “Es la representación de las relaciones humanas y se presenta cuando no podemos realizar nuestros fines, por la simple formulación que ignore los intereses del otro. Sin una voluntad enfrentada, la conducción de la acción es mera administración”[28].
Menor riesgo ante la incertidumbre
Al imponérsele a la estrategia militar las hipótesis de conflicto, permite a esta optimizar los propios medios para enfrentar a un eventual agresor y/o proporcionarle mayor libertad de acción al ápice estratégico en su reracionamiento con este.
Reactivo
Tiende a desarrollar el concepto de balance de poder con el adversario, a partir del empleo de las hipótesis de conflicto, provocando la escalada del conflicto.
Puede forzar la creación de adversarios por percepción errónea.
Reacciona ante la amenaza.
3.5 PLANEAMIENTO POR MISIÓN
Efecto a alcanzar con las capacidades actuales
No dispone de tiempo para adquirir nuevos medios, normalmente es la resultante de una situación de conflicto limitada.
Evaluación detallada
Conoce en detalle las capacidades propias y del oponente.
No considera la genética de medios
Implica la ejecución inmediata de acciones para enfrentar, con los medios disponibles, situaciones de crisis, entendidas estas como la “confrontación de voluntades, en las que las baladronadas juegan un papel inevitable”[29], o “estadio de un conflicto… se introduce algún tipo de intervención del instrumento militar”[30].
3.6 PLANEAMIENTO FISCAL
Presupuesto
Planifica con las partidas asignadas en el presupuesto.
Realista
Gasta lo asignado.
Se ajusta a la percepción de la realidad vigente en oportunidad de su aprobación.
No considera el entorno
Las modificaciones del entorno tienen escasa influencia.
Normalmente no refleja la situación del entorno estratégico, sino exigencias financieras del Estado.
Ignora las incertidumbres.
Es rígido; normalmente se basa en el planeamiento efectuado por la tecnocracia económica.
Una insuficiencia presupuestaria prolongada puede poner en riesgo la credibilidad e incluso el funcionamiento del sistema.
CONCLUSIONES
- La política de defensa debe fijar los fines del sistema de defensa para orientarlo teleológicamente, como responsabilidad interagencial del Estado.
- La estrategia relaciona fines y medios a través del planeamiento estratégico y materializa la racionalidad estratégica del actor, debiendo ajustarse a las diferentes realidades geopolíticas y entornos presupuestarios, motivo por el cual cada Estado debe definir cuáles son las herramientas que le proporcionarán un diseño mas eficiente sistémicamente.
- La estrategia, si bien se caracteriza por estar inmersa en el conflicto, no implica que deba necesariamente habérsele definido quién es el eventual agresor, pudiendo si construir el vínculo entre los objetos con valor propios y los medios necesarios para su defensa, a partir de habérsele fijado los primeros por parte del nivel estratégico nacional; como herramienta metodológica derivada, el nivel estratégico militar podría, eventualmente, definir tipologías genéricas de agresores.
- El planeamiento estratégico debe ser entendido como un proceso permanente, constructor de futuro, que determina supuestos, proporciona racionalidad a la toma de decisiones, permite seleccionar una opción estratégica entre varias alternativas y asignar recursos en forma sistémica.
- Ningún método de planeamiento asegura la adopción de la decisión más acertada, ni su correcta ejecución, ni la eliminación del riesgo e incertidumbres propias del nivel político y estratégico.
- En todos los métodos de planeamiento estratégicos, es responsabilidad del nivel estratégico militar evaluar el riesgo estratégico y del nivel estratégico nacional adoptar la decisión con la aceptación de los riesgos inherentes a la misma.
- El planeamiento por el criterio de capacidades instrumentado para el diseño, desarrollo y empleo de las Fuerzas Armadas argentinas responde a la racionalidad y visión estratégica del nivel estratégico nacional.
- El planeamiento por el criterio de capacidades instrumentado para el diseño, desarrollo y empleo de las Fuerzas Armadas argentinas optimiza las ventajas de los distintos métodos de planeamiento estratégico para la defensa, a partir de la realidad geopolítica definida en la DPDN por el ápice estratégico.
- El planeamiento por el criterio de capacidades instrumentado para el diseño, desarrollo y empleo de las Fuerzas Armadas argentinas orienta a la estrategia militar en la idea de adquirir conocimientos de valor estratégicos, tácticos y técnicos que permitan la interoperabilidad conjunta, con un carácter autónomo (concepto de Fuerza Activa Sustancial) y cooperativo (piso tecnológico), por sobre el concepto de masas.
CITAS:
[1] Prigogine, Ilya. El fin de las certidumbres. Andrés Bello. Santiago de Chile, sexta edición, 1998. Pág 205.
[2] República Argentina. Ley 23.554 – Ley de Defensa Nacional, artículo 2. Sancionada el 13 de abril de 1988.
[5] Aron, Raymond. Paz y guerra entre las naciones. Revista de Occidente. Madrid, edición 1963. Pág 670.
[8] Ministerio de Defensa. Decreto Nº 6.703 - Estrategia Nacional de Defensa. Brasilia. 18 de diciembre de 2008. Pág 16.
[9] Como marco introductoria al debate académico propuesto pueden consultarse dos trabajos previos de mi autoría que fueron publicados en la revista de la Escuela Superior de Guerra (ESG), a saber:
a. La seguridad de los estados nacionales a partir de una Estrategia del Conocimiento. Revista ESG Nro 538, Jul / Sep 2000.
b. La faz agonal en las relaciones internacionales entre actores estratégicos en el siglo XXI. Revista ESG Nro 539, Oct / Dic 2000.
[10] De La Maisonave , Eric. La metamorfosis de la violencia. GEL. Buenos Aires, edición 1998. Pág 225.
[12] EMC FFAA. Diccionario para la acción militar conjunta (RC 00-02). Buenos Aires, edición 1999. Pág P.
[14] Beaufre, Andrè. Estrategia de la acción. Pleamar. Buenos Aires, 3ra edición, 1982. Pág 69/70.
[15] Taleb, Nassim Nicholas. El cisne negro. Paidos. Barcelona, edición 2008. Pág 294.
[16] Martyniuk, Claudio Eduardo. Positivismo, hermenéutica y teoría general de sistemas. Biblos. Buenos Aires, edición 1994. Pág 101.
[17] Chiavenato, Idalberto. Introducción a la Teoría General de la Administración. Mc Graw Hill. Bogotá. Quinta edición, 1999. Pág 233.
[18] EMC FFAA. Diccionario para la acción militar conjunta. Op Cit. Pág P.
[19] (Del latín aequi: igual). Principio de la teoría general de sistemas que señala que la consecución de los objetivos del sistema se pueden alcanzar por caminos muy diferentes, con independencia de las condiciones que posea el mismo; para el objeto en estudio podríamos señalar que el objetivo del sistema de defensa en esencia es y tiende a proporcionar seguridad externa del Estado, con o sin una clara definición política del gobierno.
[22] Bertrand de Jouvenal. El arte de la conjetura. Paris, SEDEIS, edición 1964. Pág 12.
[24] Beaufre, André. Estrategia de la acción. Op. Cit. Pág 57.
[25] Beaufre, André. Estrategia de la acción. Pág 69.
[26] Alberdi, Juan Bautista. El crimen de la guerra. Sopena. Buenos Aires, edición 2da edición septiembre de 1957. Pág 137.
[30] Moreno, Antonio - Aguiar, Félix. La actualización del planeamiento estratégico para la defensa. Revista Militar N° 730. Buenos Aires. Pág 30.
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