IRÁN, ARGENTINA y la DIPLOMACIA de la VERDAD
En un mundo
golpeado por la desconfianza, las amenazas y el unilateralismo, Irán y la
Argentina han acordado descubrir la verdad acerca del caso AMIA. Al efecto,
los ministros de relaciones exteriores de Irán y de la Argentina firmaron un
memorándum de entendimiento el 27 de enero de 2013 llamando al
establecimiento de una Comisión de la Verdad compuesta por cinco abogados
independientes. Uno no debería equivocarse en evaluar los esfuerzos hechos
por ambos ministros para mostrarle al mundo que en medio de la turbulencia
mundial es aún posible arreglar diferencias entre países mediante el
entendimiento y a los medios justos en base a un acuerdo en común. En los 19
años pasados, las autoridades iraníes han constantemente insistido que la
verdad acerca de este caso debe ser descubierta porque el caso original fue
investigado por un juez parcial y corrupto. Irán no solo estaba temeroso de
que la verdad fuera descubierta, sino, también, que insistió que el mundo
entero debía conocer la verdad sobre el caso. En consecuencia, el acuerdo
está estrictamente en línea con la postura diplomática iraní.
Esto es
porque el MOU (por sus siglas en inglés) establece que los comisionados
“deben conducir una revisión de la evidencia relacionada con cada una de las
personas acusadas” (Art. 3). Los comisionados, luego de haber revisado la
evidencia, “expresarán sus puntos de vista y enviarán un informe”, también
contiene recomendaciones en el “marco de la ley y las regulaciones de ambas
partes” (Art. 4). Esperamos que el informa, eche luz a los aspectos oscuros
del caso y que finalmente encuentre a quienes estuvieron realmente detrás del
ataque terrorista, o al menos entienda por quienes fueron hechas las
acusaciones falsas y sin evidencia por todos estos años.
Si los
abogados independientes descubrieran la verdad, sería beneficiosos para la
Argentina, también, porque el saber la verdad es un prerrequisito para que la
justicia y comprender que la investigación estaba siguiendo pistas falsas
ayudaría a poner a la justicia en el curso correcto, nuevamente. La
Argentina, también, podría entender que en tales casos, uno debe mirar
primero en su propia casa para encontrar pistas.
El MOU,
también, provee las posibilidades de interrogar a las personas acusadas en
una reunión que será llevada a cabo en Teherán con la participación de
autoridades judiciales iraníes y argentinas, con los comisionados, también,
presentes (Art. 5). Algunos comentaristas han elevado su preocupación sobre si
el poder ejecutivo puede exceder estos límites e interferir en los asuntos
judiciales mediante la agregación de temas o de alguna manera violar los
derechos de los individuos.
Por varias
razones, no creemos que la ley o los derechos de los individuos hayan sido
violados. Primero de todo, si los informes muestran –y estamos seguros de que
sí- una falta de evidencia respecto de las acusaciones contra personas
inocentes, ellas deberán ser indemnizadas, y en virtud del MOU no habrá
necesidad de otros interrogatorios de esas personas porque ambos países han
acordado que “ellos tendrán en cuenta las recomendaciones de los comisionados
para acciones futuras” (Art. 4).
Esta reunión
no podrá ser realizada hasta que el informe de la comisión sea elevado. En
segundo lugar, mientras la reunión tenga lugar en territorio iraní, la ley
iraní será la que prevalezca y un juez iraní presidirá la reunión, pero
siendo que las personas no han sido acusadas por un juez iraní, él no permitirá
que sean interrogadas. Finalmente, está claro que nuestra diplomacia ha
tenido en cuenta los derechos de los individuos mientras negociaron el MOU.
Esto es lo
que se lee: “Nada en este acuerdo hará peligrar los derechos de los
individuos garantizados por ley” (Art. 8). Según la ley iraní y la
Constitución de Irán, los ciudadanos iraníes pueden sólo ser sometidos a un
interrogatorio por un juez competente iraní basado en evidencia firme. Por
esta misma razón el MOU no ha creado obligaciones a las personas que asistan
a la reunión y les ha dejado el derecho de decidir si concurren o no por su
propia voluntad.
Como hemos
visto, todo el proceso ha sido diseñado por diplomáticos pensando más que
nada en encontrar la verdad. Y este es el hecho por el cual nuestro país ha
estado insistiendo sobre este caso y en otros similares por todos estos años
–mayormente que los Estados Unidos y el régimen sionista han manipulado a
jueces corruptos y a políticos débiles para servir a sus intereses ilegítimos
bajo el disfraz de la justicia.
Esperamos que
las legislaturas de ambos países ratifiquen pronto al MOU, en orden de
asegurar el camino para que la verdad sea descubierta y la justicia servida.
Traducción:
Carlos Pissolito.
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