¿Por qué leer a Nietzsche?

As I Please...

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por Martin van Creveld

¿Por qué leer un libro de Nietzsche?… Hay, después de todo, muchos otros libros para leer, también, hay muchas otras cosas que hacer además de leer…

"Nada", escribió Nietzsche en "Dawn" (en el aforismo 18), "se ha comprado más caro que el poco de razón y sentido de libertad que ahora constituye nuestro orgullo". En un borrador del prefacio de su incompleta Voluntad de poder, escribió: "Un libro para pensar, nada más..." Esta es una de las razones para leer los libros de Nietzsche; son un curso de pensamiento único, nada más; pero, también, nada menos. La independencia de ánimo, la independencia en general, fueron sus mayores pasiones y la independencia es sobre todo lo que él toca; no, principalmente, un nuevo conjunto de ideas o una nueva ciencia, sino la filosofía en el sentido tradicional y propio de la palabra, una estimulación de la mente para que actúe, se vuelva productiva, se eleve por el aire.

Y esa pequeña parte de la razón humana que tenemos no solo se compra cara, también, se pierde fácilmente. Creo que estamos un poco enojados por perderlo, a menos que nos recordemos, constantemente, lo poco que le quedaría a la humanidad para estar orgullosa si hubiera perdido la razón. Incluso hay quienes creen que les conviene perderla o, en todo caso, reducirla y mantenerla bajo control; aunque no podrían estar más equivocados a menos que sean definitivamente misántropos y odien a la humanidad. Pero en todas partes del mundo activo de hoy, la inteligencia está a la defensiva; tiene que luchar para sobrevivir. ¿Por qué es una de las características de la presente década? Un exceso de emoción, una estimulación constante de las emociones y un deseo de que se estimulen más; nacionalismo y antinacionalismo, no por "razones" sino por reflejos puramente emocionales; "Ideologías" que, también, son una cubierta transparente para las pasiones, la codicia y los resentimientos más estúpidos; El "odio" (a la guerra, por ejemplo) y el "amor" (por la paz, por ejemplo) como argumentos últimos, aunque están tan lejos de ser argumentos, en absoluto, que un solo negativo puede invertir esa polaridad y convertir un negativo en positivo de la noche a la mañana; y en el mundo privado un recurso continuo a los sentimientos, no como reacción a una crianza demasiado estricta -que era la excusa de la década de 1920- ¿quién vive, ahora, tuvo una crianza demasiado estricta? - sino como una huida del cerebro hacia el 'corazón' y luego más abajo; el deseo de convertirse en prisionero de alguna emoción que se presenta como una exigencia de mayor libertad; un culto a la 'sensibilidad' que cree que lo opuesto a sentir es 'estar muerto', mientras que su verdadero opuesto es pensar... No hay duda de que hay razones para esta denigración de la razón: se dice que la bomba H es la razón más importante... Mientras tanto, nunca ha habido tanta música en toda la historia; a veces parece como si la inteligencia se disolviera en el ritmo. Los libros de Nietzsche son, entre otras cosas, un protector contra esta disolución.

Pensar bien, pensar en absoluto; una tercera razón para leer a Nietzsche sería pensar de manera diferente. Es muy difícil llegar a una opinión racional sobre un solo tema; uno no piensa lo suficiente o lo suficientemente profundo; uno tiene datos insuficientes, uno se decide demasiado pronto. Algunos sienten que deberían tener una opinión sobre esto o aquello e ir en busca de una y encontrar una, por sentido del deber. Algunos se comprometen cuando son muy jóvenes y luego encuentran todas sus opiniones perfectamente naturales, como un tren que sale de Kind’s Cross con destino a Aberdeen encuentra, perfectamente, natural llegar a Aberdeen y no a Bombay. Algunos no pueden soportar la incertidumbre y, por lo tanto, buscan certeza y la encuentran rápidamente. Otros quizás admiran a alguien y adoptan sus opiniones para parecerse más a él. Muchas opiniones son, simplemente, una coloración inducida por el entorno inmediato, como una quemadura de sol o la palidez de una ciudad. De hecho, hay mil formas de adquirir una opinión que nada tienen que ver con el pensamiento racional. Ahora bien, Dios no lo quiera y que sugiera que la opinión de Nietzsche son las únicas opiniones racionales y que todo el mundo debería adoptarlas de inmediato. Ese debería ser un resultado muy triste de leerlo y no viene al caso. Leer a Nietzsche, rechazarlo decididamente y saber por qué, eso sería más pertinente. Más importante aún sería ver por qué podría tener razón, ver de qué modo de pensar como el suyo puede proceder, ver cuántas formas de pensar hay en resumen, dejar de ser provinciano. No saber cómo pensar de cierta forma en más de un tipo de opinión es como nunca salir de la calle en la que uno nació”.

De: J. J. Hollingdale, "Introducción a F. Nietzsche, Crepúsculo de los ídolos" (1968).

Traducción: Carlos Pissolito