El Consejo Nacional de eligencia de los EEUU, en su informe Tendencias Globales hacia 2030, sostiene que en un par de años antes de esa fecha, la economía de China superará a la estadounidense. Este Consejo coordina la visión de largo plazo de todas las agencias de inteligencia del país y cada tres años elabora su informe sobre el largo plazo. Lo hace en base a informaciones provenientes de las diversas agencias de inteligencia y de expertos independientes. En esta primera afirmación aparece una diferencia sustancial con la OCDE y el FMI, que a partir del año en curso han hecho un nuevo cálculo por el cual será antes de 2020 -diez años antes- cuando China pase a ser la primera economía del mundo. Cabe recordar que en 2012 China pasó a ser el primer socio comercial del mundo, superando a los EEUU. Se trata del quinto informe de este tipo elaborado por este Consejo y en este informe realiza un autocrítica sobre los cuatro anteriores. La crítica más importante que realiza en esta revisión es haber acertado con el surgimiento de China como potencia emergente -como planteó en el primer informe elaborado entre 1996 y 1997 y presentado al comenzar el segundo mandato de Clinton-, pero haber errado al mismo tiempo respecto a la velocidad con la cual iba a darse el fenómeno, que resultó respecto a los cuatro informes anteriores más rápido de lo previsto. Lo curioso es que el mismo error parece darse en este quinto informe. Pero igualmente sostiene que el Asia para 2030, como espacio económico y estratégico, habrá superado a EEUU y la UE sumadas para 2030.
Revisando el primer informe quizáayor acierto haya sido plantear que la única amenaza para hegemonía mundial de EEUU en el siglo XXI podía ser una alianza entre China, India y Rusia. Este informe presentó las tendencias globales para 2012-2016. Se trata en consecuencia del primero que puede confrontarse con la realidad, al haber transcurrido ya 15 años desde su presentación. El informe BRIC de Goldman Sachs presentado en 2003 -6 años después- acertó con que China, India y Brasil iban a estar entre las diez primeras economías del mundo en torno a 2020, aunque no acertó en cuanto a Rusia. Pero ello ha ocurrido diez años antes de lo pronosticado, cometiendo el mismo error que los informes del Consejo de Inteligencia de EEUU. El informe presentado este año asume al Asia como el principal escenario estratégico para Washington y señala que la cooperación con China sólo podría establecerse realmente entre ambas potencias para contener un escenario de crisis, como sería un recrudecimiento del conflicto entre India y Pakistán. Respecto a Brasil, informe lo considera junto con China e India como uno de los tres nuevos actores globales; en cuanto a Rusia, plantea una perspectiva pesimista en lo que hace a su rol económico y estratégico como actor global hacia el futuro.
Sobre el mundo en el año 2030 define cuatro megatendencias, seis cambios, seis situaciones que pueden operar sobre ellos y nueve imponderables que podrían alterarlos. Las megatendencias son: la disminución de la pobreza y el aumento de la clase media; las dispersión del poder (no sólo entre estados sino entre estos y otros actores como las redes sociales); los cambios demográficos y en particular el envejecimiento de la población; y el crecimiento de la demanda mundial para 2030 de alimentos (35%), agua (40%) y energía (50%). Los cambios que se prevén son: el crecimiento de la clase media; el acceso más fácil a tecnologías con uso letal; el desplazamiento de la economía y el poder hacia el este y el sur del mundo; un envejecimiento de la población sin precedentes; una urbanización mundial de la población creciente; mayores presiones y disputas en torno al agua y los alimentos y la independencia energética de EEUU. Determinan seis situaciones que pueden operar sobre estos cambios: una economía global con crisis y volatilidad; los problemas de gobernabilidad que surgirían por un poder mas difuso; la posibilidad que se incrementen los conflictos; la inestabilidad de determinadas regiones como el Medio Oriente y el Sur de Asia; el impacto de las nuevas tecnologías y los cambios en el rol de los EEUU. En cuanto a los imponderables que pueden cambiar los escenarios probables, menciona: severas y extendidas pandemias; que se acelere el cambio climático; un colapso de Europa; una democratización o colapso de China; una reforma o cambio de régimen en Irán; los riesgos del uso de armas nucleares, químicas y de ciber-ataques; la posibilidad de tormentas solares geomagnéticas y un repliegue inesperado de EEUU como actor global.
En cuanto a América Latina, da una visión positiva de la región, quizás con una sobreestimación de Colombia y una subestimación de México. Revisando los cuatro informes precedentes, es claro que un escenario más positivo para la región como se dio en la primera década del siglo XXI, no estaba planteado. Más bien se pronosticaba una brecha entre países dentro de ella. Asumiendo a Brasil ya como un actor global, destaca a Colombia como el país latinoamericano que crecerá en escenario global junto con Indonesia, Turquía y Sudáfrica. Pero no pone en esta perspectiva a México, que es el segundo país de la región en población y PBI y ha pasado a tener en la segunda década del siglo XXI una perspectiva más positiva por varias razones, entre ellas el incremento de los salarios en China. La subestimación de México posiblemente esté determinada por la mala imagen que hoy tiene el país en los EEUU por la violencia los carteles de la droga, algo que no está afectando la perspectiva de la economía y que además en los próximos años podría cambiar. El informe sostiene que el crimen organizado seguirá siendo un reto enorme para países de América Central y el Caribe. El director del estudio, Mathew Burrows, afirmó en su presentación que América Latina es “una historia de éxito” y manifestó una “relativa confianza en que esto continuará”.
En conclusión: el informe del Consejo Nacional de Inteligencia sobre el mundo en 2030 anticipa que China será la primera economía del mundo antes de esta fecha; revisando los cuatro informes anteriores, en el primero (1997) se planteaba que sólo una coalición de China, Rusia e India podía poner en riesgo la hegemonía de EEUU en el siglo XXI; el informe define cuatro megatentendencias, seis cambios que se darán, con seis situaciones que pueden operar sobre ellos y nueve imponderables que pueden alterarlos o cambiarlos y respecto a América Latina, da una visión positiva, quizás subestimando a México y sobreestimando a Colombia.
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