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martes, 28 de enero de 2014

¿Qué opinan en Wall Street?

 

 

http://www.lanacion.com.ar/1659125-la-argentina-busca-calmar-el-mercado-de-divisas-con-medidas-mas-flexibles

La Argentina busca calmar el mercado de divisas con medidas más flexibles.

Wall Street Journal
Por Taos Turner, Ken Parks y Juan Forero
 
BUENOS AIRES- Días después de que una devaluación del peso reviviera los temores de una crisis económica en Argentina, el gobierno comenzó a permitir que los ciudadanos compren cantidades limitadas de dólares. Se trata de un intento por frenar un posible pánico en el mercado negro, lo que podría socavar aún más la moneda local y estimular la inflación.
La medida alivió las estrictas restricciones sobre las compras de dólares implementadas en noviembre de 2011 y que fueron diseñadas para prevenir una fuga de capitales, pero que tuvieron el efecto secundario de fomentar un mercado negro de divisas, donde la cotización del peso se ha desplomado.
El gobierno estaba accediendo a las solicitudes en línea para comprar dólares, aunque los bancos no estaban listos para hacer cambios de monedas. "Me conecté online esta mañana, antes de las 9, para conseguir el permiso para comprar dólares y todo salió a la perfección", cuenta Matías Zopatti, un programador informático de 28 años. "Cuando fui al banco, me dijeron que todavía no habían recibido la autorización del Banco Central para vender los dólares. Volveré mañana e intentaré de nuevo".
Un peso más débil podría impulsar exportaciones argentinas como la soya, haciéndolas más competitivas, pero también acarrea grandes riesgos, en particular el desatar presiones inflacionarias al encarecer las importaciones en términos de pesos. Muchas tiendas empezaron la semana pasada a aumentar los precios en reacción al debilitamiento del peso.

"No hay nadie que no esté subiendo los precios", dice José Mair, de 64 años, quien administra una tienda de computadoras y equipos electrónicos en Buenos Aires. "Trato de vender lo menos posible, porque es muy difícil reemplazar mi inventario. Y mi inventario es mucho más valioso que mi moneda".
Con la esperanza de dejar de gastar las menguantes reservas en dólares del Banco Central para defender el peso, el gobierno dejó la semana pasada que la divisa se devaluara casi 15% a cerca de ocho unidades por dólar. Eso ayudó a estrechar la diferencia entre la tasa de cambio oficial y la del mercado negro, que se ubica aproximadamente en 12 pesos por dólar. La brecha, no obstante, sigue siendo amplia.
El banco central gastó el lunes alrededor de US$135 millones para impedir que el peso se depreciara aún más, dijo una persona al tanto del asunto, indicando que las nuevas políticas cambiarias podrían hacer poco para evitar que la entidad siga perdiendo sus reservas en moneda extranjera, que el gobierno utiliza para pagar a sus acreedores.
La brusca depreciación del peso ha sacudido a los argentinos, muchos de los cuales todavía recuerdan la traumática devalua-ción y la profunda crisis económica de 2001-2002.
"Lo que el gobierno ha hecho es algo bueno. Es un paso hacia adelante. Pero espero que esto sea apenas el comienzo de una gran cantidad de medidas para abrir el mercado de divisas y la economía como un todo", señala Nicolás Di Martino, de 25 años, quien trabaja en una empresa exportadora de alimentos en la provincia de Buenos Aires y quien fue autorizado para comprar dólares a la tasa de cambio oficial.
De todos modos, economistas que siguen de cerca la situación de Argentina describieron las ventas de dólares como una medida a medias que no disminuirá la presión sobre el peso.
Moody's Investors Service manifestó que el gobierno carece de un plan para hacer frente a la inflación vinculada a la devaluación de la moneda y prevé que el peso se debilite otro 50% para finales de este año.
"Están tratando de romper lo que podría ser un ciclo vicioso psicológico de que mientras más dejen flotar la moneda más gente querrá comprar dólares. Y con el fin de hacerlo, se les ocurrió la idea de flexibilizar ligeramente el acceso a los dólares", dice Arturo Porzecanski, economista de la American University. "Es una especie de pacto con el diablo en el que los dólares son más caros, pero hay una mayor probabilidad de que la gente los compre a la tasa oficial", agrega.
El peso cerró el lunes casi sin variaciones en alrededor de ocho unidades por dólar en el mercado regulado de divisas mayorista MAE. En una señal de que el tipo de cambio oficial todavía está sobrevaluado, el peso se debilitó el lunes hasta aproximadamente 12,25 en el mercado negro, frente a 11,80 la semana pasada.
Bajo las nuevas reglas publicadas el lunes, particulares, no empresas, que estén inscritos ante la agencia tributaria del país y que ganen al menos 7.200 pesos (US$900) al mes podrán comprar dólares al tipo de cambio oficial. Las compras no pueden superar el 20% de los ingresos netos mensuales de una persona. A nadie se le permitirá cambiar más de US$2.000 al mes. Las restricciones dejan al margen a la mayoría de las clases más bajas de Argentina, que no reúnen los requisitos para comprar dólares y que son más vulnerables a la inflación.
El gobierno perdonará el impuesto deducible de 20% sobre las compras si el comprador deposita el dinero en una cuenta bancaria local durante al menos un año, lo que significa que los dólares seguirán siendo parte de las reservas del banco central. Pero eso exige que los argentinos confíen en que el país no se dirige hacia una nueva crisis. "La única defensa que los argentinos siempre han tenido que ahorrar ha sido el dólar", afirma Freddy Micheli, un peluquero de 69 años, quien eludió la devaluación de 2002 al mantener sus dólares fuera del sistema bancario

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