Estoy entre los que creen que la literatura anticipa mejor el futuro que varias ciencias. A las pruebas me remito, Julio Verne habló de viajes a la Luna mucho antes que la NASA. George Orwell y Aldous Huxley nos pintaron el futuro en forma más vivida que los sociólogos de moda. Entre nosotros, el Padre Castellani, nos dijo que habría un Papa conservador-revolucionario, jesuita y argentino mucho antes que Francisco fuera proclamado.
En el caso que nos ocupa. La misteriosa desaparición del vuelo de Malaysian Airlines MH 370. Ya se pronunciaron varios expertos. Siguiendo la lógica de sus respectivas especialidades hablaron de bombas en tubos de pasta para dientes (un experto en terrorismo y Medio Oriente), en un suicidio (varios psicólogos), en una falla catastrófica de la aeronave (varios pilotos).
Me preguntó, recordando mis lecturas juveniles de Emilio Salgari. ¿Y si lo secuestró una especie de Sandokán moderno? Veamos: el escenario es el mismo. No solo el geográfico, ya que el “Tigre de la Malasia”, como llamó Salgari a su personaje. También operaba en esa zona, precisamente. En los mares que rodean Borneo, Malasia y la India.
Por otro lado, Sandokán fue un príncipe de Borneo al que los británicos habían despodo de su reino luego de asesinar a toda su familia. Y que en venganza pasó a dedicarse a la piratería junto a sus incondicionales, los dayakos de Borneo. Ellos son una tribu aún que vive en las zonas costeras de Malasia. Dicen que sus habilidades marineras y para la caza son legendarias.
Me pregunto cuántos sandokanes modernos andarán por ahí. Juramentados en vengar alguna afrenta propinada por algún poder moderno. Sea este chino, indonesio o malayo. Los británicos se fueron hace rato.
También, me pregunto si no será un error interpretar esta desaparición bajo los parámetros de nuestra sociedad moderna y tecnológica. Hablamos de radares, GPS, y otras yerbas. Aunque se trate de un super jet. No es algo muy diferente –conceptualmente- a un paquebote del siglo XIX, de la época del Tigre y que un grupo de piratas no pudiera llegar a secuestrar.
¿No sería mejor hablar simplemente de piratas o de tribus con banderas, En lugar de terroristas y de naciones?
Tendemos a creer que todos viven como queremos vivir nosotros. En el siglo XXI. Pero, de hecho esto no es así. La piratería, el saqueo, la extorsión y la violación como armas de guerra están de vuelta. O como diría un cínico: nunca se fueron.
Me preguntó, recordando mis lecturas juveniles de Emilio Salgari. ¿Y si lo secuestró una especie de Sandokán moderno? Veamos: el escenario es el mismo. No solo el geográfico, ya que el “Tigre de la Malasia”, como llamó Salgari a su personaje. También operaba en esa zona, precisamente. En los mares que rodean Borneo, Malasia y la India.
Por otro lado, Sandokán fue un príncipe de Borneo al que los británicos habían despodo de su reino luego de asesinar a toda su familia. Y que en venganza pasó a dedicarse a la piratería junto a sus incondicionales, los dayakos de Borneo. Ellos son una tribu aún que vive en las zonas costeras de Malasia. Dicen que sus habilidades marineras y para la caza son legendarias.
Me pregunto cuántos sandokanes modernos andarán por ahí. Juramentados en vengar alguna afrenta propinada por algún poder moderno. Sea este chino, indonesio o malayo. Los británicos se fueron hace rato.
También, me pregunto si no será un error interpretar esta desaparición bajo los parámetros de nuestra sociedad moderna y tecnológica. Hablamos de radares, GPS, y otras yerbas. Aunque se trate de un super jet. No es algo muy diferente –conceptualmente- a un paquebote del siglo XIX, de la época del Tigre y que un grupo de piratas no pudiera llegar a secuestrar.
¿No sería mejor hablar simplemente de piratas o de tribus con banderas, En lugar de terroristas y de naciones?
Tendemos a creer que todos viven como queremos vivir nosotros. En el siglo XXI. Pero, de hecho esto no es así. La piratería, el saqueo, la extorsión y la violación como armas de guerra están de vuelta. O como diría un cínico: nunca se fueron.
EL ADMINISTRADOR.
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