por Carlos E. LAIDLAW (1) Especial para ESPACIO ESTRATÉGICO
Cuando se toman decisiones
se aceptan las consecuencias
En cualquier circunstancia un mensaje presidencial siempre contiene una información trascendente para comunicar al pueblo de la nación ideas, proyectos o acciones que incidirán en su vida, ubicados dentro del Bien Común.
Pero, además de ello, su contenido debe satisfacer las condiciones de la Estrategia en cuanto a su aptitud y factibilidad y la condición básica de la Filosofía: basarse en la Verdad, con sentido Ético.
Cuando tales exigencias se vulneran el Primer Magistrado de una Nación cae en un profundo desprestigio, especialmente cuando asume su cargo si evidencia la ausencia de un riguroso pensamiento basado en información de la situación heredada y su proyecto de gobernante, basado en el plan de gobierno expresado durante la campaña electoral, para evitar la crisis de sentido que resulta como consecuencia de la falta de ordenación de una actividad hacia un fin. Un ejemplo típico es haber señalado en el primer mensaje de un gobernante como un objetivo político “la pobreza cero”, algo inexistente aún en los países desarrollados. Afirmaciones de este tipo afectan la posibilidad de contar con un Estadista.
Otro tanto ocurre cuando se anuncian resultados favorables, en forma circunstancial, reproducidos por todos los medios de comunicación masiva, desmentidos por la información oficial poco tiempo después.
En este sentido es imprescindible recordar que, tal como se ha expresado en otras oportunidades, el Estadista, “implica la existencia de un Político que tenga la “Talla de un Hombre de Estado”, esto es la altura, excelencia, moral e intelectual superior al de cualquier gobernante que ejerza la Primera Magistratura, sobre la base de sus profundos conocimientos en los campos del Desarrollo y la Seguridad, Nacional junto con el ejercicio práctico de la Política del Estado, propio de una persona experimentada, versada y diestra en la Política, que piensa y actúa ajustándose a la realidad, siguiendo la traza adecuada con la cual conduce los asuntos públicos internos e internacionales, empleando los medios adecuados del Poder que dispone, a fin de lograr los fines beneficiosos para los intereses nacionales y los fines humanitarios que hubiera establecido.
De allí que es imprescindible, cuando un Presidente expresa un mensaje, indagar la realidad aplicando la capacidad del intelecto propio, frente a los asesoramientos de sus colaboradores más cercanos a quienes debe consultar previamente, porque tal actitud permite señalar y realizar acciones equilibradas, serenas y constructivas, que contemplan las necesidades del pueblo.
Caso contrario produce un efecto contrario por la naturaleza de una información falsa proporcionada por la máxima autoridad del gobierno de un Estado, desmentida en forma oficial posteriormente.
Desde el momento que todo mensaje está destinado a transformar las palabras y conceptos que contiene en acción, ésta debe sacar ventajas de cada oportunidad, ejercitando la prudencia y la cautela
Todo mensaje debe estar imbuido, esto es inspirado, animado, estimulado, para lograr una comunicación con los receptores, el pueblo de la nación y representantes de países extranjeros, destinada a incitar, persuadir, convencer a alguien para que se realice o se haga algo afianzando el estado anímico ya sea práctico o moral.
Los mensajes más significativos son aquellos que se refieren a declarar el inicio del año de inicio del funcionamiento de las sesiones del Congreso Nacional, para dejarlas inauguradas, porque permite explicar lo acontecido un año atrás (una especie de balance político) y establecer los objetivos, transformados en proyectos de leyes, que requiere la aprobación referidos al Bien Común en materia de Desarrollo Nacional, en los diferentes enfoques que lo integran y en Materia de Seguridad Nacional, tanto en lo referido a la Seguridad Pública cuanto a la defensa de la Soberanía interna y externa de la República.
También pueden expresarse mensajes tradicionales en Fechas Patrias que afirmen el patriotismo de la ciudadanía, o de las Fiestas de Fin de Año (Navidad y Año Nuevo) que estimulen y fortalezcan valores éticos y esperanzadores para la opinión pública.
No obstante lo expresado han existido y existen Gobernantes que optan por dirigir sus mensajes a través de medios de comunicación sociales virtuales, propios de la informática y la tecnología, para referirse a la realidad construida mediante sistemas o formatos digitales, que se captan a través de los correspondientes medios.
Estos tienen, normalmente, un carácter informativo de segundo nivel y contribuye a las réplicas de los usuarios sobre el particular, constituyéndose en un tema normalmente polémico.
Lo importante de los mensajes públicos y oficiales presidenciales es que permitan que la mente de la ciudadanía viva de la Verdad teniendo en cuenta que, cuando ésta se materializa, hay credibilidad y genera prestigio.
Ello contribuye a poner en evidencia que existen principios de reflexión, criterios para el juicio y guías para la acción, que aseguran el Bien Común en las dos conocidas funciones del Desarrollo y la Seguridad Nacional, teniendo en cuenta como dijo el filósofo español Ortega y Gasset que “el hombre razona los actos y ante la posibilidad de acciones alternativas se decide ya sea intuitivamente o razonando. Siempre debe tener en cuenta las consecuencias que de ellas derivan”, un tema fundamental cuando se aproximan las elecciones generales.
(1) Carlos Laidlaw es general de división retirado del Ejército Argentino. Cuenta con 92 años de edad, entre otras cosas que sería largo enumerar.
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