Por Rosendo Fraga | Para LA NACION - Martes 08 de mayo de 2012.
Un mayor rol del Estado en la economía y la exaltación del nacionalismo confirman la orientación de la profundización del modelo -anunciada reiteradamente durante 2011- en estos cinco meses que cumple esta semana el segundo mandato de Cristina Kirchner. La estatización de YPF y la malvinización de la política exterior aparecen como las manifestaciones más relevantes de ella. Se trata de las dos políticas que, además de tener más apoyo en la opinión pública, han logrado más adhesión en el Congreso. El spot filmado con un atleta olímpico argentino entrenando en Malvinas encaja perfectamente en este marco y posiblemente no se trata de un hecho aislado, sino de un eslabón en una cadena.
Ya a fines de febrero, la Presidenta públicamente mencionó que pese a las diferencias con el Reino Unido, la Argentina iba a concurrir a los Juegos Olímpicos que se realizan este año en dicho país, introduciendo el tema en el marco de la política por Malvinas. Es posible que en la opinión pública la difusión del spot le genere al oficialismo más apoyos que críticas. Es posible que los británicos se tornen más inflexibles para aceptar negociar sobre la soberanía por un spot que, interpretan, afecta su sensibilidad. Pero la cuestión es si resultará o no eficaz para alcanzar el objetivo explicitado por la Argentina de lograr que el Reino Unido acepte negociar la soberanía.
Es posible que los británicos se tornen más inflexibles y no más flexibles para aceptar negociar sobre la soberanía por un spot que, interpretan, afecta su sensibilidad y el recuerdo de sus muertos en la guerra. Además, la historia muestra que bajo presión los británicos no suelen negociar, sino todo lo contrario. Ello no sólo se hizo evidente en las dos guerras mundiales, sino también en la guerra por las islas, de la cual este año se conmemoran 30 años.
Sólo una paciente y discreta negociación como la desarrollada por Pekín con Londres entre los años ochenta y los noventa permitió a la potencia asiática recuperar la soberanía sobre Honk Kong. Desde esta perspectiva, tanto la sensibilidad por los muertos en las guerras como la característica histórica del Reino Unido, muestran que es más probable alcanzar un objetivo en materia de soberanía territorial con pacientes negociaciones al estilo chino, que con estridentes manifestaciones.
Es más probable alcanzar un objetivo en materia de soberanía territorial con pacientes negociaciones al estilo chino, que con estridentes manifestaciones. Una Argentina próspera en el largo plazo será la mejor carta para llegar a la discusión sobre la soberanía, independientemente de que ello requiera años o décadas. Además, la politización de los Juegos Olímpicos no es muy bien visto en el mundo, como lo han expresado las autoridades del Comité Olímpico.
Pero el pedido del gobierno británico para que se deje de difundir el spot generó la que quizás haya sido la más dura réplica del canciller argentino en lo que ha sido la escalada del conflicto con motivo del 30 aniversario de la guerra. En este caso, tampoco se trata de un hecho aislado. En los próximos meses, la Argentina va a aumentar su política de malvinización. El 14 de junio -justo el aniversario de la rendición de las tropas argentinas en las islas- la Presidenta asistirá en New York a la reunión del Comité de Descolonización, alegando personalmente por los derechos argentinos sobre las islas, y el 27 de julio se inaugurarán los Juegos Olímpicos en Londres, y posiblemente la fecha será epicentro de actos de la Argentina en relamo de las islas, del que el spot puede ser el inicio. Varias de las iniciativas argentinas recientes en torno al conflicto han surgido como respuesta a acciones británicas, pero este no parecería ser el caso.
En conclusión, si bien el spot puede caer simpático en sectores de la opinión pública argentina, es posible que para la política exterior en sí genere más desventajas que ventajas.
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