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miércoles, 30 de enero de 2019

LA DIRIGENCIA PARTIDARIA Y LAS FFAA.










Por Carlos Enrique Laidlaw - especial para Espacio Estratégico

   "EL futuro no le pertenece a quienes se enfrascan en el presente". R. KENNEDY

   "Es en los tiempos más difíciles cuando hay  que pensar en el futuro". F. POLACK

Resultado de imagen para fuerzas armadas argentinaEl año 2020, es una brillante oportunidad para producir cambios profundos en las FFAA, como consecuencia de realizarse en octubre de este año la Elección General por fiscalización del mandato constitucional del gobierno actualmente en ejercicio, condicionados a la existencia de personas idóneas con conocimiento, experiencia y voluntad política.


Tales cambios obedecen al hecho de que las FFAA han quedado postergadas, con un resultado negativo en el balance del ejercicio del gobierno en el poder, en el campo de la Seguridad Nacional y, dentro de ella, especialmente la Defensa Nacional, que afecta a las FFAA teniendo en cuenta que ambas “son como el oxígeno, no se notan hasta que hacen falta”, según Joseph Nye.



A tal fin, es conveniente tener en cuenta los numerosos artículos publicados en el blog Espacio Estratégico que han contribuido a señalar, a título de colaboración, bajo diferentes encabezamientos, asuntos que deberían haber sido tenidos en cuenta, particularmente si vuelve a ganar la elección general del corriente año el actual partido en el gobierno o si, por el contrario, resulta triunfante otro partido democrático diferente, con una dirigencia previsora y capacitada para la Conducción del Estado, a través del Gobierno, dado que la realidad es compleja y desconcertante, además de incierta.
En el primer caso, deberían realizarse profundas rectificaciones, mientras que en el segundo caso deben producirse importantes modificaciones, si prevalece el Interés Nacional, en asuntos de la Defensa Nacional, referido a las FFAA, como Política de Estado, para cambiar la actitud antimilitarista del gobierno 2003/2015, que tanto dañó causó a la Defensa Nacional, sin posteriores cambios significativos, técnicos y jurídicos, debido a la preocupación del Gobierno Nacional por el desastroso estado del Campo  de Desarrollo Nacional, especialmente de su Economía y Educación.

Las profundas rectificaciones o modificaciones a tratar en detalle posteriormente, incluye en primer lugar al cambio o la nueva designación de la Autoridad de Aplicación  de la Defensa Nacional y sus colaboradores, con el enfoque que requiere la “sabiduría para elegir”, una trascendente tarea, para asesorar eficientemente al Presidente de la Nación actual o futuro, ya que se trata de la actitud más importante: la selección de los cargos superiores para la conducción delegada de las FF.AA.

Tal actividad definirá el éxito o fracaso que pueda llegar a tener la misma en los asuntos que le competen, para enfrentar las eventuales agresiones de origen externo y las actuales agresiones de origen interno, sean éstas terrestres (usurpación territorial mapuche, sin la adopción de medidas adecuadas por parte de la Autoridad responsable); marítimas (pesca ilegal en el Mar Argentino y defensa de posesiones en la Antártida) y aéreas (tráfico de estupefacientes, sin Ley de Derribo), así como la Defensa de la Constitución Nacional, por parte de grupos subversivos existentes solapadamente.

Frente a la situación resultante es necesario que la clase dirigente política democrática que fijen la Política del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo actúen patriótica y no ideológicamente, acerca de lo que se debe hacer con las FFAA dada su responsabilidad primaria de defender los Intereses Nacionales que requieran el uso extremo de la violencia.

Ello ocurre normalmente en los principales países vecinos, cuyo ejemplo debemos imitar materializando las cosas posibles, necesarias y suficientes, ya que las ventajas de la integración de la Defensa Nacional son la credibilidad, la confiabilidad y la predictibilidad establecidas en una fundamental Política de Estado, a cuyo fin se deberían asignan los recursos financieros necesarios (Nuestro país figura en penúltimo lugar en la materia, en Sudamérica)

Para ello es indispensable que la Apreciación de Inteligencia Nacional defina la gravedad y prioridad de las agresiones externas e internas convertidas algunas de estas, en verdaderos conflictos armados internos, modificando la legislación vigente antiquísima y profundamente ideologizada por el gobierno anterior, mantenida con algunos cambios (Decreto 683/2018) pero sin actualizar la misión de las FFAA y por lo tanto sin  dar solución a los mismas que requieran una definición de  empleo, en forma disuasiva o efectiva para enfrentar tales agresiones, con los medios y acciones a determinar, ya que el secreto de un buen pronóstico, es el correcto procesamiento de buena información para actuar. (Determinar para qué sirven las FFAA)

De tal modo se podrá “garantizar de modo permanente la soberanía e independencia de la Nación  Argentina,  su integridad territorial y capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de sus habitantes”, tal como lo prescribe conceptualmente la Ley de Defensa, en el artículo 2, segundo párrafo.

Dada la próxima elección general, la inteligencia de los dirigentes de la conducción de los partidos políticos democráticos que se presenten en la misma, deberían: 1) Actuar en función de los Intereses Nacionales (a definir correctamente, dada su inexistencia), 2) Pensar y proyectar una verdadera y efectiva Defensa Nacional, en otras palabras determinar lo se quiere hacer y cómo lograrlo, para establecer su plataforma política, a fin de someterla a la voluntad popular, en las elecciones, con un enfoque ético, esto es con dicha inteligencia aplicada a la conducta.

A tal fin debe contar con asesores especialistas con amplio dominio del tema (Conocimientos y Experiencia) en tal Campo para elaborar un Proyecto racional y realista, con el fin de saber para obrar.

La ventaja de pensar en ello demostrará la talla de un Estadista, que posean los candidatos y su calidad de análisis, para conducir los asuntos del Estado Nacional a través de su dirigencia y los integrantes de partido político al cual pertenece, para superar la grave crisis que afecta el Desarrollo Nacional y la Seguridad y Defensa Nacional.

La elección general presenta el inconveniente que, actualmente, existen 84 partidos políticos reconocidos oficialmente por la Justicia Electoral (tema que requiere una urgente redefinición de las exigencias para ser considerado como tal, por parte de la Justicia Electoral) por la escasa relevancia de la mayoría de los mismos, que permiten destacar el gran fraccionamiento y costo en el momento de la elección, con total desconocimiento de los postulantes a diferentes cargos, especialmente para ser diputados en el Congreso Nacional, dada la diversidad de miembros algunos de los cuales cumplen las exigencias cuantitativas pero no cualitativas para representar eficientemente al pueblo de la Nación, que votan “listas sábanas”, haciendo muy difícil la votación de las leyes que promueve el PEN por falta de idoneidad para analizarlas racionalmente.

Otro tanto ocurre a nivel provincial donde la principal provincia del país (Buenos Aires), por ejemplo cuenta con cerca de 115 partidos políticos.

Los partidos tradicionales fueron desorganizados, dado la confusión producida para el partido gobernante 2003/2015 denominado Frente para la Victoria, ya que muchos integrantes del antiguo Partido Peronista, (de naturaleza netamente anti izquierdista por su fundador) se alió de una manera irracional e incomprensible.

Por tal razón, luego del estruendoso fracaso del gobierno K que comprometió la existencia de la Nación Argentina, debida al populismo con el cual ejerció el gobierno, así como el alto grado de autoritarismo y corrupción, tanto por parte de autoridades cuanto por funcionarios sumisos al poder presidencial, ha provocado un serio problemas en la actualidad en dicho tradicional partido que trata de organizar otro Partido Peronista contrario a la jefa del mencionado Frente, circunstancia que obligó a la organización de otros Frentes Electorales aún indefinidos.

Ellos no están preocupados por los graves problemas de la Nación, sino dedicados, fundamentalmente a determinar un candidato presidencial, sin tener en cuenta, en caso de que quien ganare, tendrá que enfrentar eficientemente los diversas exigencias que implica contar con los profesionales idóneos en los Campos del Desarrollo Nacional (con sus múltiples componentes) y la Seguridad y Defensa Nacional para cambiar los problemas que hereden del actual gobierno.

Ello hace muy difícil establecer cual es el horizonte y cuál es el universo de la futura elección, de no haber reelección, para aprovechar la circunstancia enunciada en el primer párrafo, especialmente cuando las crisis proveen momentos de verdad y revelan la dinámica de las fuerzas y debilidades de un sistema

Planteado el problema de los Partidos Políticos o Frentes Electorales, de acuerdo con los conceptos expresados, corresponde determinar cuales son los principales temas, relacionados con las FF.AA., en temas de Defensa Nacional, para establecer una hipotética y necesaria Política de Estado.

El problema de la incomprensión del concepto de Seguridad y Defensa Nacional y la Misión de las FFAA es una grave irregularidad nacional.

Ello impone realizar una verdadera Revolución [2] en Asuntos Militares (Recuperación de las medidas de Defensa Nacional) que no es una cuestión académica como en otros países (EE.UU., particularmente) sino que en nuestro país se trata de una transformación profunda de las organizaciones militares en forma sistémica para cumplir la Misión de las FF.AA. mediante la recuperación de los espacios soberanos y la conducción de operaciones.

Se trata de realizar un profundo cambio sobre la realidad legislativa vigente, previa determinación de los Intereses Nacionales, la definición de Defensa, en el contexto de la Seguridad Nacional y la anulación de toda la legislación vigente, realizada parcial y negativamente por el Decreto Nº 683/2018 que Reglamenta la obsoleta Ley de Defensa Nacional. derogando parcialmente el Decreto 727/2006 y en su totalidad la Directiva Sobre Organización y Funcionamiento de las Fuerzas Armadas, Decreto N° 1691 del 22/11/2006.

La legislación vigente a anular y consiguientemente modificar está referida a: 1) Ley de Defensa; 2) Reglamentación de la Ley de Defensa (Decreto Nº 727/2006-07-13); 3)  Decreto 1729/2007 mediante el cual se aprueba el "Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional"; 4). Decreto 1714/2009, mediante el cual se aprueba la “Directiva de Política de Defensa Nacional”, por razones de desactualización e ideología antimilitarista; 5) Ley de seguridad Nacional Nº 24059/1992; 6) Decreto Nº 1273/1992, Reglamentación de la ley de Seguridad Interior

A partir de la nueva situación que plantee la Inteligencia Nacional, con el presente o futuro Presidente de la Nación, como responsable de todos los asuntos que competen al Estado nacional se debe particularizar, a través de un equipo idóneo en conocimientos y experiencia cívico militar, con personas ilustradas del sector público o privado, los siguientes aspectos básicos, en función de una realidad que es compleja y desconcertante, además de incierta.

En tal sentido debe realizarse una profunda investigación [2] que determine:

Definir los Intereses Nacionales. [3]

Establecer los Objetivos Políticos  en materia de Seguridad y Defensa nacional [4]

La Política de Seguridad Nacional que contemple la diferencia entre la Seguridad Pública Interior y la Defensa Nacional. [5]

La Política de Defensa implica la protección de los Intereses Vitales de la Nación Argentina a cuyo fin organiza Fuerzas Armadas aptas para el ejercicio de la legítima defensa, contemplada expresamente en el Art. 51, así como cumplir con el Art. 56 de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas.

La Misión de las FFAA, en su enfoque conjunto y específico, en función de las siguientes preguntas: 1) ¿Cuánta turbulencia habrá?; 2) ¿De que naturaleza será?; 3) ¿Qué intensidad tendrá?; 4) ¿Qué influencia tendrá sobre la Política Nacional, la Estrategia Militar u Operacional?; 5) ¿Cuáles serán las estrategias y tácticas a emplear por el enemigo, en qué tipo de terreno y con qué medios propios enfrentarla?; 6) ¿Cuál será la evolución tecnológica y que efectos tendrá sobre los enfrentamientos violentos?, que debe considerar como evoluciona el mundo y las amenazas que hoy se suceden.
El Sistema de Defensa Nacional debe establecer un régimen orgánico funcional, en esta etapa de la vida nacional, relacionado  con la Reestructuración y Modernización de las FFAA, tanto al nivel conjunto cuanto al nivel específico para su adecuada integración, incluyendo la incorporación de las Fuerzas de Seguridad; el cual deberá ajustarse a los actuales conflictos armados internos y las amenazas del desarrollo potencial del narcotráfico y de la Defensa de la Constitución, que contribuya a su adecuada administración y management, de tales consideraciones debe surgir la organización de las FFAA conjunta y específica.

Dicha Organización debe contemplar las áreas del campo de la conducción de la logística, con los
medios humanos, materiales y financieros para su funcionamiento, adecuadamente estructurados para cumplir una misión determinada, bajo un mando que vele por su disciplina y su aptitud para el combate y apoyo de combate y de servicios alas unidades tácticas. Modernizar el equipamiento de las FF.AA.  para cumplir eficientemente su  misión

Subordinar a la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argentina al Ejército y la Armada Nacional, tal como fueron concebidas inicialmente, para actuar en la vigilancia cívico militar de las fronteras terrestres y marítimas, actualmente desguarnecidas, por encontrarse en tareas policiales internas.

Colaborar en caso de desborde de los efectivos policiales, por disposición Presidencial, como una violenta acción del narcotráfico.

Modificar, a la brevedad la profunda, la grieta entre la sociedad y los militares, mediante un adecuado plan de acción Psicológica.

La tarea a ejecutar es compleja y difícil y existen pocas personas idóneas para llevarlas a cabo, como corresponde a un Estadista y sus colaboradores, pero lamentablemente la historia política argentina demuestra la ausencia de una dirigencia eficiente, a la cual le falta además el famoso concepto de brasileño, como gran país que es a pesar de sus problemas, siempre ha tenido una actitud fundamental “el sentido de acomodaçao”, para sacar el mismo adelante.

Si es así, se perderá una oportunidad histórica.

¡Que Dios ilumine a la clase dirigente, en esta oportunidad, de todos los sectores políticos, sindicales, docentes, militares, etc. para cumplir sus funciones con idoneidad, ética y responsabilidad!

° Es general de división (R) del Ejército Argentino. 

NOTAS:

[1] Cambio violento en las Instituciones políticas (Ley de Ministerios), militares (FFAA) o sociales (Educación) (RAE). 

[2]  La Investigación consiste en “realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos” sobre el futuro, en otras palabras es sinónimo de Indagación mediante la averiguación de aspectos relacionados con el mismo, discurriendo mediante conjeturas o con preguntas.

[3]  Los Intereses Nacionales pueden ser: a) Mantener la Soberanía Nacional, interna y externa, la Independencia y su Autodeterminación; b) Preservar la Integridad Territorial; c) Defender la Constitución Nacional; d) Consolidar y preservar las Instituciones; e) Proteger la vida, el patrimonio y la libertad de sus habitantes; f) Reguardar la Identidad Cultural: g) Cooperar, en el orden internacional, en misiones de paz de la ONU.

[4]  Los Objetivos Nacionales materializan los Intereses de la Seguridad Nacional ya que son propósitos que define la Nación para establecer las sucesivas metas a alcanzar en sus diferentes campos. Tienen carácter tangible y variable en el tiempo y deben ajustarse constantemente a las condiciones nacionales, regionales, transnacionales e internacionales.

[5]  Es el proceso que orienta la acción para alcanzar la Seguridad Nacional a fin de contribuir al Desarrollo Nacional, que se materializa a través de un conjunto de procedimientos utilizados para dirigir los asuntos que afectan a la misma, previa identificación de sus problemas o necesidades.



































El accionar profesional debe destacarse en la logística y en la movilización


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