Estrategia - Relaciones Internacionales - Historia y Cultura de la Guerra - Hardware militar. Nuestro lema: "Conocer para obrar"
Nuestra finalidad es promover el conocimiento y el debate de temas vinculados con el arte y la ciencia militar. La elección de los artículos busca reflejar todas las opiniones. Al margen de su atribución ideológica. A los efectos de promover el pensamiento crítico de los lectores.

sábado, 18 de agosto de 2012

FFAA y Educación.

FFAA: grave retroceso de la educación

 
por  (*) - 18 Ago 12.

 
En los albores del siglo XXI, ante la multiplicidad de misiones que las democracias modernas imponen a sus FFAA urgió cultivar, desde los menores niveles, el juicio crítico, la independencia de criterio y la capacidad de razonar y discernir frente a los nuevos y maleables escenarios, pensando y actuando de acuerdo a los valores y principios sanmartinianos, y en resistencia física a las tensiones y al esfuerzo.



Terminando los ‘80, el área de Defensa elaboró e instrumentó una profunda reforma del Sistema Educativo Militar potenciando los aspectos técnicos específicos profesionales con estudios de nivel universitario, siguiendo modelos exitosos y prestigiosos internacionales. Estos cambios que convirtieron a las FFAA en instituciones líderes en la modernización de la educación superior universitaria no fueron continuados ni consolidados; ya que a partir del 2006, el Ministerio de Defensa impulsó una nueva pedagogía en los institutos de formación, suprimiendo gran parte de lo avanzado en materia de educación militar, desalentando su desarrollo profesional.
Como consecuencia de las secuelas de la represión de la guerrilla, la guerra de Malvinas y la falta de presupuesto para su reequipamiento, terminando los 80, el ámbito de Defensa definió que las FFAA para salir del “bunker” cultural en que se encontraban debían ser trasformadas y modernizadas apuntando a la calidad humana, con una visión amplia inmune a la peligrosa idolatría de lo fragmentario. Se encaró una profunda reforma de su Sistema Educativo para lograr su convergencia con el Sistema Educativo Nacional. Este proceso de modernización educativa, despolitizado y desideologizado, encarado por los sucesivos Ministerios de Defensa, durante los primeros quince años de democracia, apuntaba a que el conocimiento estuviera extendido a sus miembros y no concentrado en una elite, capacitándolos a pensar creativamente y seguir aprendiendo. Aprender en forma obligatoria otros idiomas, además de postgrados, licenciaturas, ciencias de la administración, relaciones internacionales, ingenierías; permitiendo comprender los adelantos e idear programas de investigación y desarrollo.
En suma, FFAA con gran poder de disuasión, compactas, de accionar conjunto, cultas y democráticas, capaces de manejar tecnologías avanzadas e incluso, generarlas.
En los últimos años, las autoridades de Defensa desarrollaron una nueva, desordenada y preocupante reforma educativa suprimiendo gran parte de los cambios excelentes del modelo de educación militar adoptado hasta el 2003, direccionado la educación de las FFAA hacia una matriz educativa politizada con un alarmante ideario y con escasa exigencia universitaria.
Durante el mes de julio, Clarín en un artículo “Fuerzas Armadas: cómo se forman los nuevos militares” y la Revista DEF “El militar universitario”, publicaron sendas y extensas entrevistas con autoridades del Ministerio de Defensa, quienes explicaron que el eje principal de esta reciente y confusa reforma era la modificación integral, por primera vez en 30 años de democracia, de los planes en los Institutos de formación militar, como lo hacen las FFAA modernas del mundo. En uno de los artículos se hace referencia a una “generación pérdida” de oficiales.
Como en toda sociedad democrática la discusión y el diálogo sobre un tema trascendente como la educación militar es, por definición, de puertas abiertas.
Recordar los claros objetivos y las acciones que impulsaron la modernización educativa iniciada por las FFAA en 1986 y mantenida hasta el 2003, ponen en evidencia la necesidad de replantear o dejar sin efecto la reforma del 2006.
En los comienzos de la democracia los sucesivos Ministerios de Defensa, altos oficiales y prestigiosos profesionales docentes (principalmente mujeres) convencidos de que la calidad operacional de las FFAA dependería de su calidad educacional, tomaron la decisión prioritaria de modernizar la educación militar de una Argentina insertada en el mundo, apuntando a mejorar su activo principal: el recurso humano
El sustento legal subyacente fue la ley de defensa -la 23.554/1988-, que estipula que los profesionales militares y civiles “deben poseer la capacidad de adaptarse a los tiempos actuales, que pueden definirse como de cambios cada vez más acelerados y profundos”.
Esta iniciativa fue reafirmada por la ley de reestructuración de las Fuerzas Armadas, la 24.948 de 1998, aprobada por el Congreso por unanimidad, que determina la convergencia del sistema educativo de las FFAA con el sistema educativo nacional.
La reforma del Sistema Educativo de las FFAA se estructuró sobre los Institutos Universitarios de cada Fuerza, de los cuales dependían como unidades académicas el Colegio Militar, la Escuela Naval y la Escuela de Aviación. Estas creaciones universitarias militares fueron evaluadas y acreditadas por un organismo total y resueltamente civil, que viene definido por la ley de Educación Superior, como es la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU).
Fue la primera vez en la historia argentina que las tres Instituciones Educativas de las FFAA acceden a ser auditadas en materia de calidad por un organismo educativo civil, y (a decir verdad) fuertemente exigente.
¿Cómo habíamos transitado los militares argentinos el proceso de auditoria civil?
No hay contradicción alguna entre los principios de la Constitución y los valores permanentes de las FFAA. Asimismo, contrariando que todo lo militar se arregla sólo entre militares, las fuerzas se obligaron a sí misma a aceptar una supervisión muy fina de su estilo, de sus estándares, de su organización académica y, lo que es más delicado aún, de sus contenidos por parte de la CONEAU, un agente externo a la Institución.
Así, el Instituto de Enseñanza Superior del Ejército (IESE), además de acreditar seis especialidades de ingeniería y diez postgrados, en el 2001 fue evaluado institucionalmente. Posteriormente lo hicieron el Instituto Universitario Naval y en el Instituto Universitario Aeronáutico. Una exigencia de CONEAU, en todos los casos, fue la actualización de la bibliografía básica y de consulta.
El Informe Final de Evaluación Externa (Resolución CONEAU 315/00) del IESE, elaborado por el Comité de Evaluación conformado por cuatro prestigiosos-expertos pares evaluadores, dos miembros de CONEAU y un responsable técnico, incluyó debilidades, fortalezas, y recomendaciones. Se transcriben párrafos de “dos Fortalezas”:
De la política institucional
Es evidente que se instruye al oficial con un espíritu centralmente orientado a la lealtad al sistema democrático (como decisión institucional y como formación concreta) y a la autoridad constitucional emanada de la implementación del sistema representativo de gobierno.
Esa estrategia de modernización, actualización y fortalecimiento de la Institución es ya parte de la cultura institucional. Los comentarios de oficiales cursantes en la Escuela Superior de Guerra acerca del espíritu crítico y reflexivo que se promueve en la Escuela no dejan dudas en cuanto hacia dónde y con qué sistema de valores está orientada la educación militar.
La Escuela Superior de Guerra nunca se excedió de los conceptos de enseñanza, que fueran más allá de los excelsos principios de la conducción estratégica y táctica vigentes en cada momento de la historia; conceptos compartidos por los ejércitos más avanzados del mundo, algunos de los cuales tuvieron vigencia durante años y hoy aún perduran. Se deberían eliminar determinados juicios ideológicos de la Placa recientemente colocada en la inauguración de los nuevos edificios donde funciona la ESG, ya que lastiman hondamente la condición de soldados, a la vez que están totalmente alejados de los principios de la conducción castrense.
De los planes de estudio
En lo que hace a la formación militar, los planes de estudio son adecuados y promueven altos niveles de exigencia. La institución, que cuenta en este aspecto con una sólida tradición, pareciera estar logrando una interesante combinación con la formación profesional universitaria.
Una delegación encabezada por el Presidente de CONEAU Dr. Juan Carlos Pugliese, (quién posteriormente se desempeñara como Secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación del nuevo gobierno constitucional), visitó el Colegio Militar de la Nación y dejó su testimonio en el libro de visitas: “Creemos haber cumplido con el deber de encontrar una coincidencia entre la formación militar y la universitaria. El Instituto de Enseñanza Superior del Ejército (IESE) contribuye a ello y, por lo tanto, está al servicio de la mejor calidad universitaria”.
Los cambios en materia de educación superior militar implementado en el período 1986-2003, prestaron especial atención a las experiencias internacionales. Podemos afirmar que la mayoría de países que determinarán la historia del siglo XXI; BRIC – Brasil, Rusia, India, China -; EEUU, Israel, Canadá, Francia, Bélgica, España…; comparten la misma perspectiva de ese modelo educativo.
En mayo 2001 se expuso el Sistema Educativo del Ejército Argentino en París. El Jefe Estado Mayor de Francia expresó por Nota: “Desde el punto de vista la organización elegida para el Ejército Argentino me parece constituir una fuente de inspiración fecunda y estimulante. En efecto: ella realiza una gran coherencia, a la vez una verdadera inserción de la enseñanza militar en el sistema educativo civil, y, por ende, en la sociedad, así como también una verdadera preparación militar , sin dejar de lado ningún conocimiento para los oficiales del Siglo XXI”.
La afirmación sobre una “generación pérdida” de oficiales especialmente de treinta a cuarenta años, atribuible a problemáticas internas profundas es equivocada. Estas camadas de oficiales formados bajo la reforma educativa que hoy se esta desandando, se encuentran preocupados: por la falta de un mecanismo de selección para ascender que este basado en el esfuerzo, la dedicación y capacidad profesional, dejando de estar ligado al poder político; por el estado crítico del equipamiento necesario para enfrentar una mínima acción bélica, que además hace imposible entrenar rutinariamente al personal militar y por la falta de regularización de los sueldos conforme a la ley para el Personal Militar 19.101, cumpliendo con la sentencias de la Corte Suprema, que dictaminan que a los militares se les debe pagar todo en blanco en lugar de que gran parte sea en negro.
El Sistema Educativo de calidad implementado por las FFAA hasta el 2003, hoy en franco retroceso, se constituyó en una muestra de cómo se estaba generando esa síntesis de potencialidad cívico-militar en esta área estratégica del conocimiento, meta tan reclamada por los argentinos.
Encontraron reinventada la pólvora, y la mojaron “porque era de otro”.Y ahora vienen con pólvora nueva, y la patente correspondiente.
La educación es todo, evidentemente refleja a una institución, a un país. Pareciera que no es negocio que la gente piense.
Miguel Ángel Sarni*
* General de División (R). Ingeniero militar. Escribió “Educar para este Siglo”. Par evaluador CONEAU.

No hay comentarios: