http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=5366Un nuevo libro de Beatriz Villacañas. Aforismos para hacer frente. Los aforismos de Contra miedo y marea son el resultado de la batalla contra unos tiempos, los que corren, a los que es necesario oponer resistencia.Se hace necesario dar la batalla del pensamiento.
La vida es un aprendizaje de batallas. Los aforismos de Contra miedo y marea, el último libro de Beatriz Villacañas, son el resultado de la batalla contra unos tiempos, los que corren, a los que es necesario oponer resistencia.Se hace necesario dar la batalla del pensamiento. La batalla de un ir a contracorriente de este tiempo que, en su carrera, se aleja de todo aquello que es espíritu, tiempo de idolatría de lo material.Contra miedo y marea está dividido en secciones relacionadas, cada una, con temas fundamentales de la vida y la sociedad humanas: “Poesía, lenguaje, literatura”, “Amor, muerte, tiempo”, “Vida y sueño”, “Fe, pensamiento y otras dudas razonables”, “Hombre y sociedad”, “Del espíritu” y “Modernidad y falacia”. Aquí una breve muestra:
Para conocer a fondo una época es necesario un estudio de las palabras que santifica y de las palabras que demoniza.
La Poesía no explica el mundo, da fe de su misterio. El gran poeta, independiente de su edad, goza y sufre a un tiempo todas las edades.
Las palabras son nuestros antepasados: honrémoslas.
La piedra deja constancia de la prisa con la que avanza el tiempo en nuestra carne. La discusión con un tonto no es un intercambio de opiniones, es una humillación seguida de un fracaso.
La belleza es lo único revolucionario, lo demás son vísceras y estiércol. Desconfiemos de quien, ante la mera expresión «políticamente correcto», no siente unas saludables náuseas.
Hoy día el político es a la verdad lo que el pornógrafo al amor. Vivimos en tiempos de libertad de opinión siempre que la opinión carezca de pensamiento. Poco puede esperarse de una sociedad que identifica la igualdad con la justicia.
La lucha por el poder desencadena terribles crueldades, pero qué banal resulta ante la visión de cualquier tumba.
Individualismo y gregarismo no son opuestos: son hermanos gemelos. El genio no convence, ilumina.
«El dolor no vale para nada», dice el moderno, inconsciente de que no hay sabio que no lo conozca.
No olvidemos que el relativismo no es un «laissez faire» del pensamiento: es un dogma.
En la época actual la educación en Occidente ha venido siendo un inexorable proceso de desaprender a pensar.
Repetir los manidos tópicos de la «corrección política» es hoy día la mejor plataforma de encumbramiento de los rufianes.
Sólo lo sagrado tiene la facultad de civilizar al hombre.
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