por Carlos A. Pissolito
Hemos sostenido siempre, junto con los Antiguos, que la historia lejos de ser lineal e impulsada por el Progreso, está conformada por ciclos que se repiten. Así, lo sostuvo Giambattista Vicco, con su famoso Corsi e Ricorsi por el cual todo vuelve al punto de origen de donde salió.
Un eterno retorno basado en una visión orgánica de la realidad. Donde se cumple con el supremo mandato de: nacer, crecer, reproducirse y morir.
En este sentido, los ciclos históricos con sus flujos y reflujos nos hablan de ritmos. Por ejemplo de crisis que se presentan cada 10 años y de guerras y revoluciones cada 100.
El problema que nos encontramos a 103 años del inicio de la 1ra Guerra Mundial y exactamente a un siglo de la Revolución Rusa.
No son pocos los que han advertido, no solo esta sincronía; sino, lo que es más preocupante, situaciones similares para la repetición de ambos aconteciendo.
Son muchos los hilos conductores que podrían seguirse. No tenemos ni el tiempo ni el espacio para todos ellos. Ergo, nos concentraremos en uno. En uno que fue fundamental y que puede volver a serlo.
Desde el punto del conocimiento estratégico son varias las tendencias que estos hilos conductores nos permiten deducir. A saber:
1ro. Las demandas de cambio son cada vez mayores y más urgentes.
2do. Pero, hay claros indicios de que el sistema vigente está en crisis ya que se ha hecho evidente que no se encuentra en capacidad de solucionar los problemas vitales como los de una elemental prosperidad y un ambiente seguro y estable para el común.
3ro. En otras épocas de la historia la combinación de estos factores a creado un clima revolucionario que ha facilitado cambios profundos.
4to. Los actores principales de cambio, como en otras épocas, vuelven a ser los burgueses cansados. La famosa clase media. Aquellos que todavía tienen cosas que perder y que perciben que las están perdiendo.
5to. Además, a ellos se les suman los excluidos del sistema. Los que ante la visión de una prosperidad decadente quieren compartirla, pero que no desean esperar ni usar los mecanismos que les propone el sistema.
6to. Las nuevas tecnologías de la comunicación a través de las redes sociales están potenciando y acelerando estos cambios.
7mo. Dada la creciente desconfianza que genera el sistema vigente de poder. Los cambios se orientan hacia un mayor control por parte de la ciudadanía de los mecanismos concretos del poder.
8vo. Ello está impulsando el surgimiento de personalidades y de personajes que con un mensaje distinto se diferencian del sistema y proponen algo distinto.
9no. En forma paralela hay un surgimiento de organizaciones de base gremiales, vecinales, comunitarias que tienden a la autogestión de sus problemas concretos.
10. El décimo se lo dejo a usted, amigo lector. Elija uno que le guste.
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