por Carlos A. Pissolito
Por estos días y a falta de algo mejor, muchos de nosotros, ya tenemos una buena cantidad de horas frente a nuestros televisores viendo distintas series de Netflix.
Una subespecie de esos televidentes, a la que pertenezco, prefiere los títulos históricos. Ya que son una buena forma, no solo de pasar el rato; también, de aprender sobre detalles ocultos de la historia y aprender con ellos.
“The Crown”, es un drama históricosobre el reinado de la reina Isabel II de Inglaterra, fue creado y escrito, principalmente, por Peter Morgan y producido por Left Bank Pictures y Sony Pictures Television para Netflix. Me atrapó desde su 1er temporada, la que cubre el período desde el matrimonio de Isabel y Felipe hasta el fallido compromiso de su hermana, la princesa Margarita, con el capitán Peter Townsend en 1955. Por su parte, la 2da va desde la crisis de Suez en 1956 hasta el retiro del primer ministro Harold Macmillan en 1963. La 3ra, incluye los dos períodos de Harold Wilson como primer ministro e introduce a Camilla Shand, la amante del Príncipe Carlos.
Pero, la más interesante de todas, es la 4ta; ya que trae un episodio muy cercano a nosotros los argentinos: el de la Guerra de Malvinas. Si bien esta temporada ya se estrenó en la Argentina. Se lo hizo con una presentación de 4 episodios y el mencionado y esperado, es el 5to, por lo que no ha podido ser visto, aún, en la Argentina.
En consecuencia, para satisfacer nuestra curiosidad, hemos lanzado nuestros agentes de inteligencia. Los que ya lo han visto y que nos han contado lo que sigue. Pero, no podemos seguir avanzando, sin advertirles a nuestros lectores. Entre los que habrá, seguramente, seguidores de la serie, que hay spoilers. Vale decir adelantos sobre lo que no han visto, aún.
Sigamos.
Mi agente de inteligencia me cuenta que ese capítulo 5 se muestra a la Reina Isabel poco feliz con la actuación de su primer ministra, Margaret Tatcher. Concretamente, el episodio 5 empieza mostrando a la denominada Dama de Hierro informar con orgullo a la Reina: "la marea ha cambiado y la reconquista de las Islas Malvinas está a nuestro alcance". Isabel II aparece poco impresionada por la noticia y durante todo el episodio se muestra, claramente, amarga por lo que sucede en la remota colonia británica.
Finalmente, cuando ambos monarcas ven a la Thatcher en un noticiero recibiendo el saludo de las tropas durante el desfile de la victoria, ella le dice a su esposo, el príncipe Felipe: “La primer ministro recibiendo el saludo en lugar de la Reina, ¿no te molesta eso? ...creo que esa mujer se cree más de lo que es ". Felipe, a su vez, reflexiona: "Es interesante lo mucho que te molesta".
¿Qué pensó realmente la reina de la crisis de las Malvinas? “La Reina apoyó la guerra; no sé de dónde viene la idea que ella no sabía ”, dice la historiadora Dominic Sandbrook. Y agrega: "No hay evidencia alguna de que la Reina estuviera en contra de la guerra y no hay razón para creer que tuviera alguna duda al respecto".
Por otro lado, sabemos que la serie no ha estado libre de errores históricos y de controversias. El programa, si bien ha sido elogiado por su descripción de los eventos, ha tenido que enfrentar críticas por algunas exageraciones dramáticas y por algunos eventos que no guardan relación con la evidencia histórica.
Volviendo al episodio que nos interesa, el de Malvinas, la historiadora afirma que, tampoco, hay ninguna sugerencia de que la Reina no se impresionara cuando la Thatcher le informó de la inminente victoria de Gran Bretaña en la guerra. Ya que en las memorias privadas de la guerra de la señora Thatcher, ella escribe que después de escuchar la noticia de que las Georgia del Sur habían sido retomadas, “fue a ver a la Reina en Windsor. Y dice que fue maravilloso poder darle, personalmente, la noticia de que una de sus islas le había sido restituida ”. Entonces, "a menos que la Thatcher se estuviera engañando por completo, sugiere que a la Reina le importaba mucho", dice Sandbrook.
El otro punto respecto de que la Reina, realmente, se molestó por que la Thatcher recibiera el saludo de las tropas en el desfile de la victoria. "La Reina había reinado por suficiente tiempo para entonces", dice Sandbrook. "Sabía que los primeros ministros van y vienen, y que la Thatcher, probablemente, saldría pronto, así que sospecho que le molestara tanto".
Pero, lo que, realmente, nos importa y que queremos remarcar es que hemos llegado, por estos tiempos, al punto en el cual poco importan los hechos, sino en cómo el relato que los representa puede influir en la opinión. Uno en el que el mundo de la ficción derrota y supera al mundo real de los hechos.
Por ejemplo, en la serie, al Principe Carlos se lo presenta como casi un idota. Pero, por otro lado, a Diana se la recuerda como una pobre, bella y simpática víctima de la monarquía. Nada muy diferente, digamos, de la opinión generalizada sobre estos personajes que tienen millones de personas.
En un revelador diálogo del episodio que trata del divorcio de Carlos con Diana. Cuando el primero, corre contento con la noticia a la casa de Camila, su amante. Y que ahora bien podría ver su status legal mejorado con un casamiento con el príncipe. Se niega rotundamente, bajo el argumento de que la prensa la va a destrozar. Simplemente, porque ella no será presentada como el hada, sino como el dragón de la historia. Lo que la lleva a rechazar el ofrecimiento de matrimonio por parte de Carlos.
Sea como sea, los escritores y los productores de la serie han querido mostrar que la Reina no estaba de acuerdo con la guerra de Malvinas. Por supuesto, que nosotros descontamos que lo estaba hasta el tuétano. Pero, este no es el punto que queremos traer a colación. Cual es que con el paso del tiempo, la Gran Bretaña ha ido perdiendo su “Moral High Ground” Como lo denominan los anglosajones o la autoridad moral como la designamos nosotros.
Es bueno que lo tengamos, los argentinos, bien en cuenta. En esta época de humo y de espejos. Porque no solo es importante ganar las guerras. Hay que aprender a contarlas, convenientemente.
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