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domingo, 28 de julio de 2024

¿TENEMOS un TRATO?










por Martin van Creveld

El famoso autor de La ley de Parkinson escribió una vez que hay dos tipos de libros: los que tienen mujeres desnudas en la portada y los que no. Por regla general, añadió, los primeros se venden mejor. A lo largo de los años, mi blog ha publicado bastantes fotografías de mujeres, pero ninguna de ellas muestra un par de pechos desnudos. Por mucho que me encanten las mujeres, incluidos sus cuerpos en particular, es una política que también tengo intención de seguir en el futuro.

En serio, el blog ya tiene diez años. Durante los primeros cuatro años, recibió más de un cuarto de millón de clics; en ese momento perdí el contacto. No lo suficiente para competir con, digamos, Stormy Daniels y su supuesto amante presidencial, pero tal vez lo suficiente para que merezca la pena detenerse un poco a reflexionar. Sin embargo, antes de empezar, me gustaría agradecer a mi hijastro Jonathan Lewy, que lo ha dirigido en mi nombre; al señor Larry Kummer, editor del sitio web Fabius Maximus, que más que nadie se ha interesado por mi trabajo y me ha animado a seguir publicando; mi amigo Bill Lind, cuyo blog, Traditional Right, es siempre una inspiración; el pintor Bob Barancik; varias personas que, ya sea después de que yo me pusiera en contacto con ellas o espontáneamente, aceptaron escribir sus propios ensayos; y un número algo mayor que se tomó la molestia de ponerse en contacto conmigo y de mantener correspondencia conmigo.

Ya no estoy seguro de por qué empecé a escribir un blog y seguí haciéndolo. Originalmente quería un foro en el que pudiera escribir lo que quisiera en cualquier momento y en cualquier forma que quisiera. Sin, además, estar sujeto a los caprichos de los editores, muchos de los cuales tienen su propia agenda y muchos de los cuales siempre han permanecido más o menos desconocidos para mí. Esto sigue siendo así hasta el día de hoy. Otro motivo, que se añadió más tarde, fue un creciente sentido de obligación hacia mis lectores. Es como estar casado; ¿cómo podría decepcionarlos? No es que me haga ilusiones de que no podrían existir sin mí. Sin embargo, es como dice la gente. Lo único peor que un calvinista holandés es un calvinista holandés judío.

Normalmente dedico unas dos horas a cada publicación. A menudo, por una razón u otra, no me apetece hacer un trabajo más “serio”. Saco mis ideas de diversas fuentes, entre las que se incluyen, sobre todo, las noticias del día, cualquier libro que esté leyendo o en el que esté trabajando y las sugerencias de mis amigos. Entre los temas que me resultaron especialmente interesantes se encuentran los asuntos israelíes (después de todo, soy ciudadano y residente de ese país y he compartido durante mucho tiempo sus triunfos y sus fracasos), los asuntos militares en general, los asuntos de la mujer (tanto dentro como fuera del ejército), la forma que podría adoptar el futuro, la corrección política, que es mi bestia negra personal, por qué los jóvenes estadounidenses tan a menudo toman armas y matan a todo el que se les cruza por delante, y otros.

Algunos de estos temas han resultado mucho más populares que otros, pero nunca he conseguido adivinar de antemano cuáles atraerían a muchos lectores y cuáles se convertirían en un fracaso. La verdad es que ni siquiera lo he intentado seriamente. Tal vez sea mejor así: escribir para agradar sólo debería permitirse hasta cierto punto y no más. Algunas publicaciones, especialmente las que abordan la posición de la mujer en la sociedad, así como la relación entre ella y los hombres, han suscitado muchas críticas. ¡Bien! Ojalá sigan haciéndolo también en el futuro.

Una parte del trabajo que me gusta especialmente es la búsqueda de imágenes en Google.com. Si se tiene suficiente paciencia, casi con toda seguridad se encontrará lo que se busca. Sé que hay muchas críticas a Google y supongo que algunas de ellas están justificadas. Cualquier organización tan grande y exitosa como ellos está destinada a crearse enemigos. Como hicieron en el pasado Western Union, Standard Oil, General Motors, ATT y Microsoft. Sin embargo, para mí la empresa ha proporcionado un cierto tipo de libertad que la gente antes del año 2000 o así ni siquiera podía imaginar. Gracias, Google, por tu ayuda. Se la agradezco.

Por último, no me estoy haciendo más joven ni más saludable. Cuando conduzco por las colinas que rodean Jerusalén, que cuando era joven y tenía veinte kilos menos de cintura solía recorrer como si mi vida dependiera de ello, a menudo me pregunto cuánto tiempo pasará antes de que una enfermedad me ataque y me detenga. Que será, será. Sin embargo, esto es lo que prometo a mis lectores:

Nunca, jamás, utilizaré el tipo de palabrotas y otras formas de expresión que, una vez pronunciadas, requieren enjuague bucal.

Nunca, jamás, permitiré conscientemente que mis juicios se vean afectados por incentivos (y ha habido algunos intentos de ofrecerlos) o amenazas. El tipo de amenazas, por cierto, que incluso ahora están emitiendo algunos elementos del mundo académico israelí contra cualquier miembro del profesorado que se atreva a abordar cualquier tipo de cuestión política en clase.

Nunca, jamás, permitiré que nada ni nadie interfiera en mi derecho a pensar, decir y escribir como crea conveniente.

Siempre, siempre, intentaré escuchar atentamente las sugerencias y críticas de mis lectores.

A cambio, les pido a mis lectores que me sigan diciendo lo que piensan. Preferiblemente por correo electrónico a mvc.dvc@gmail.com

¿Tenemos un trato?

Traducción: Carlos Pissolito

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