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por Martin van Creveld
Como los lectores probablemente habrán notado, a lo largo de la guerra en curso entre Israel y Hamas he dedicado relativamente poca atención a ese tema. No porque no haya nada que decir, sino porque no quería alegrar el corazón de las hijas de los filisteos. Ahora, sin embargo, ha llegado el momento en que ya no puedo evitar decir a mis compatriotas la verdad sobre el peligro que corremos. Mi vehículo para hacerlo será una larga cita del famoso historiador Timothy Snyder, "Sobre la tiranía". Edición Kindle. 2024.
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"La mayoría de los gobiernos, la mayoría de las veces, buscan monopolizar la violencia. Si tan solo el gobierno puede usar legítimamente la fuerza, y este uso está restringido por la ley, entonces las formas de política que damos por sentadas se vuelven posibles. Es imposible llevar a cabo elecciones democráticas, juzgar casos en los tribunales, diseñar y hacer cumplir las leyes, o incluso gestionar cualquiera de los otros asuntos silenciosos del gobierno cuando las agencias más allá del Estado también tienen acceso a la violencia. Precisamente por esta razón, las personas y los partidos que desean socavar la democracia y el estado de derecho crean y financian organizaciones violentas que se involucran en la política. Tales grupos pueden tomar la forma de un ala paramilitar de un partido político, el guardaespaldas personal de un político en particular, o iniciativas ciudadanas aparentemente espontáneas, que generalmente resultan haber sido organizadas por un partido o su líder. Los grupos armados primero degradan un orden político y luego lo transforman. Grupos violentos de derecha, como la Guardia de Hierro en la Rumanía de entreguerras o la Cruz Flechada en la Hungría de entreguerras, intimidaron a sus rivales. Las tropas de asalto nazis comenzaron como un destacamento de seguridad que limpiaba los pasillos de los oponentes de Hitler durante sus mítines. Como paramilitares conocidos como las SA y las SS, crearon un clima de miedo que ayudó al Partido Nazi en las elecciones parlamentarias de 1932 y 1933. En Austria, en 1938, fueron las SA locales las que rápidamente se aprovecharon de la ausencia de la autoridad local habitual para saquear, golpear y humillar a los judíos, cambiando así las reglas de la política y preparando el camino para la toma del poder nazi en el país. Eran las SS las que dirigían los campos de concentración alemanes, zonas sin ley donde no se aplicaban las reglas ordinarias. Durante la Segunda Guerra Mundial, las SS extendieron la anarquía que habían establecido en los campos a países europeos enteros bajo ocupación alemana. Las SS comenzaron como una organización al margen de la ley, se convirtieron en una organización que trascendió la ley y terminaron como una organización que deshizo la ley".
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Permítanme aclararme; No estoy tratando de equiparar a Israel con Alemania durante los últimos días de la República de Weimar. Todavía no, en todo caso. Pero el potencial en forma de extremismo político y milicias armadas, que arrasan principalmente pero no únicamente en Cisjordania, está definitivamente ahí. También lo son las amenazas contra el sistema de justicia y sus intentos desesperados por mantener algún tipo de orden. Y crece cada día. Primero la anarquía, entonces, a modo de "correctivo", el fascismo.
Este país está en guerra, la actividad más terrible y, en cierto modo, la más importante en la que el hombre puede participar. Dios conceda a nuestros líderes (y a los del otro lado) la sabiduría para saber qué hacer y, sobre todo, qué no hacer. De lo contrario, me temo, todos nos encontraremos en el infierno.
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