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domingo, 14 de octubre de 2012

Cuando la Argentina ocupó California.

Hoy los argentinos compartimos el escarnio de ver a nuestro buque escuela retenido por una deuda impaga. No es el momento solo para la verguenza; también, para recordar que fue lo que logramos en otros tiempos, con otra conducción, con otros personajes.


 
por Pacho O´Donnell.

Hipólito Bouchard.
Hipólito Bouchard zarpó de Buenos Aires el 9 de julio de 1817 al mando de la fragata "La Argentina", rebautismo del navío "Consecuencia" que él mismo había capturado poco antes a los realistas del Pacífico.
El periplo fue largo: Madagascar, India, océano índico, Filipinas, Borneo, Java, Macasar, las Célebes, el archipiélago de la Sonda, siempre con la bandera argentina al tope.
En Macasar venció a cinco navíos malayos, y según lo cuenta el mismo Bouchard en su diario de a bordo, "a la hora y media de fuego y del golpe de las armas, el capitán de la proa (se refería a un tipo especial de barcos, propio de los piratas malayos), viendo frustrados sus designios, se dio dos puñaladas y se arrojó al agua. Lo mismo hicieron otros cinco, y el resto de la tripulación se defendió muy poco tiempo después".

Luego, durante dos meses "La Argentina" bloqueó la ciudad filipina de Luzón, centro del poder español en el Mar de la China. Hundió dieciséis barcos, abordó otros die­ciséis y apresó a cuatrocientos realistas.
La fama del corsario argentino se expandía velozmente inspirando el terror con sólo pronunciarse su nombre.
En ruta a Oceanía se detuvo en Hawaii, donde poco antes el rey Kameha Meha se había apropiado ilegalmente de un barco argentino. Se trataba del "Chacabuco", ex navío norteamericano originalmente bautizado "Liberty", que estaba en poder del monarca por haberse sublevado su tripulación. Bouchard habló con Kameha Meha, rescató la nave mediante una indemnización y obtuvo la devolución del cabecilla, que fue juzgado y ejecutado en forma sumaria.
El comandante argentino también firmó un tratado de unión, amistad y comercio con el soberano isleño y logró que Hawaii reconociera la independencia nacional. Fue el primer Estado que lo hizo.
Finalmente Bouchard volvió a hacerse a la mar y el 22 de noviembre de 1818 la aguerrida flotilla argentina fondea en la bahía de Monterrey, California, entonces posesión española.
Bouchard, sobre "La Argentina", y su subordinado Peter Corney al mando de la reconquistada "Chacabuco", con una desusada tripulación de criollos y polinesios, sitiaron la ciudad enemiga.
Las baterías realistas cañonearon a las naves patriotas, que respondieron el fuego implacablemente y lograron desembarcar sus tropas de ataque. Al día siguiente se produjo la rendición de la plaza.
El diario de Bouchard cuenta que un cobrizo guerrero hawaiano fue quien arrió la bandera española e izó la celeste y blanca en territorio del que es hoy el país más poderoso de la Tierra. La ocupación de la Alta California por parte de la Armada argentina se prolongó por seis días, tiempo que duró el saqueo y la reparación de las naves.
El mortífero raid continuó por las colonias centroameri­canas, poniendo en jaque a las armas del soberano hispánico y apoderándose de los fuertes de San Juan, Acapulco, San Blas, Sonsonate y Santa Bárbara. Cabe resaltar un combate feroz frente a la costa nicaragüense, de resultas del cual una flotilla realista fue desmembrada totalmente por los argenti­nos.
Es éste el motivo por el cual muchas banderas de las actuales naciones de Centroamérica tienen ostensiblemente la nuestra como base, pues significó para quienes lucharon por sus respectivas independencias, gracias a Hipólito Bouchard, un símbolo altivo de lucha contra el opresor colonial.
Pacho O´Donnell. “El Aguila Guerrera”.
 

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