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domingo, 28 de agosto de 2016

Esclavitud ‘Made in África’.










Por Carlos Arturo Calderón Muñoz.

En el occidente caucásico algún desadaptado de raza negra grita sin compasión al rostro de un transeúnte blanco al que le han enseñado a odiarse a sí mismo. El hijo de África escupe odio sobre su “interlocutor” gritándole que es culpable, por el sólo hecho de haber nacido blanco, de todas las desgracias y miserias que haya podio soportar el pueblo negro desde antes del génesis.

Porque en la época en que todos somos iguales y no existen las razas son los blancos los únicos que tienen la enfermedad del racismo incrustada en sus genes. Ese pobre hombre negro está condenado a vivir el resto de su existencia en la miseria porque todos los blancos esclavizaron a todos los negros y si hoy occidente tiene riqueza es porque se construyó sobre la diáspora y explotación de los pueblos africanos. Lo que aquel negro anónimo ignora, al igual que el blanco amanerado, es que los mayores cazadores de esclavos en el África eran de color… ¡NEGRO!


Por motivos de estrategia de control político y social se ha vendido de forma masiva la idea de que la esclavitud ha sido, durante toda la existencia de la especie, una cuestión de racismo y las víctimas de ese odio han sido en su mayoría los negros. Aunque han existido casos con esta motivación, hay que decir que en términos generales la esclavitud ha sido una práctica de avanzada progresista, esto se debe a que gente de todas las razas ha sido esclavizada desde los albores de la humanidad.En realidad la esclavitud ha sido una cuestión económica. Los humanos han sido una mercancía más con la que han comerciado otros humanos desde que el mundo es mundo.

Los mercaderes contaban con grandes flotas y puntos comerciales para el intercambio de toda clase de mercancías, pero para cazar esclavos negros en el interior de África era imperativo entenderse con los poderes locales, que en la época eran de los negros. El interior del continente estaba fragmentado en cientos de tribus que se disputaban el control territorial, la esclavitud en África había existido por mucho tiempo antes de que cualquier blanco, moro o judío llegara al lugar. Los africanos no se veían, ni se ven hoy en día, como miembros de la misma raza, como bien lo estableciera el profesor Nathan Huggins. Los africanos eran tribus diferentes y dentro de las lógicas leyes de sus guerras los que perdían se subyugaban a la voluntad de los vencedores. De hecho Linda Heywood y Jhon Thornton, de la Universidad de Boston, estiman que alrededor del 90% de los esclavos negros que llegaron a las Américas fueron capturados por otros negros.

Muchos reinos de África basaban su riqueza en la esclavitud, el rey Tegbesu (o Tegbessou dependiendo de la fuente) del Reino de Dahomey, facturaba unas 250.000 libras esterlinas al año en la década de 1750 por la venta de esclavos. Sus predecesores en el cargo habían doblegado al Reino de Whydah, que también era un próspero territorio que se enriquecía con el comercio de seres humanos, como dato curioso, el rey de Whydah terminó siendo esclavizado por Dahomey, porque la esclavitud no sabe de clases sociales.

A pesar de su riqueza, el reino de Dahomey se vio forzado a pagarle tributo al Imperio Oyo, por lo cual esa nación yoruba obtenía grandes beneficios de los esclavos vendidos. Todos estos Estados se fagocitaban el uno al otro de forma tan desesperada porque se ubicaban en una posición estratégica. Se encontraban en lo que hoy son los países de Benín y Nigeria, que están ubicados en la costa del África Occidental y por lo tanto en el punto desde donde zarpaban los esclavos hacía las colonias europeas.
Macabro hallazgo en una tribu canibal de África.Macabro hallazgo en una tribu canibal de África.
Estos puntos de comercio sobre la costa eran alimentados por múltiples tribus guerreras que se dedicaban única y exclusivamente a cazar enemigos para luego esclavizarlos. Son innumerables los grupos dedicados a esta práctica pero me gustaría mencionar a los imbangala. Esta tribu, proveniente del centro de África y que se estableció en la actual Angola, tenía una estructura social militarizada que incluía sacrificios rituales y canibalismo.

Los imbangala solían secuestrar adolescentes o niños de otras tribus para después forzarlos a ser parte de su ejército, para cumplir con este propósito los obligaban a matar y comer gente (ocasionalmente de su antiguo clan), los embrutecían con alcohol y por supuesto no se les aceptaba como miembros de la tribu hasta que no hubieran matado a un enemigo en combate; cualquier parecido con los regímenes actuales del África es pura coincidencia.

Tradicionalmente los imbangala se dedicaban al saqueo de otros pueblos, cuando vieron el potencial económico de vender a sus víctimas en el mercado de esclavos establecieron vínculos comerciales y militares con los portugueses. Con el tiempo la tribu se desintegró, unos se adhirieron a otros grupos pero los más importantes formaron el reino Kasanje, que continuó con muchas de sus costumbres hasta su adhesión a la Angola portuguesa en la primera mitad del siglo XX. Hoy los Imbangala son reconocidos como un grupo étnico dentro de la actual Angola. No es de mi conocimiento que haya negros locales, europeos o americanos solicitándole reparaciones a los actuales imbangala porque sus ancestros eran unos salvajes caníbales vendedores de esclavos.

Moviéndonos a la costa este del África Central, podemos encontrar a los Nyamwezi o Wanyamwezi dependiendo de la fuente. Esta etnia del grupo Bantú establecida en la actual Tanzania se dividía en varios reinos que se destacaban por sus habilidades comerciales, que incluían, como es de esperarse, a los esclavos. En el siglo XIX está actividad se convirtió en la principal fuerza económica de los Nyamwezi, llegando a librar guerras por el control de las rutas de esclavos. El rey Mirambo, del reino de Urumbo y conocido como el Bonaparte africano, adquirió su poder después de obtener armas de fuego en el comercio con los europeos.

Luego de formar un ejército con la tecnología blanca tomó el poder de Urumbo y estableció al reino como una potencia regional en la explotación del marfil y del comercio de esclavos.

A medida que el poder de Mirambo crecía las tensiones con los árabes de Tabora aumentaban y terminaron enfrentandose por el control de las rutas del comercio de esclavos. Gracias a sus victorias militares se hizo con el poder de las rutas a Buganda (hoy Uganda) y las rutas del lago Tanganyika. En el imaginario occidental no se concibe la idea de un líder negro peleando una guerra para poder vender esclavos, pero según parece Mirambo no tenía muchas ganas de luchar por la libertad de los pueblos africanos.

Hoy los Nyamwezi trabajan mayoritariamente como agricultores y cuidadores de ganado, de momento no estoy al tanto de que estén obligados a entregar sus cosechas y reses a los negros de América por el papel de sus ancestros en el comercio de esclavos.
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Como dato amarillista sería bueno mencionar a los Lou, quienes se subdividen en varios grupos étnicos que se expanden por el sur de Sudán, Etiopía, Uganda, Kenia y Tanzania. Básicamente fueron otro grupo de negros que se dedicaban a hacerle la guerra a otros negros para luego venderlos como esclavos. Lo que hace especial a este grupo es que son los ancestros de un famosísimo negro mestizo de nombre anglo-árabe conocido como Barak Hussein Obama. En vez de estar pidiendo que maten policías blancos y actuar como saqueadores profesionales, los del Black Lives Matter deberían exigirle a su presidente que renuncie a su sueldo para que los repare por el daño causado por los horribles Lou. Sus ancestros fueron vendidos como esclavos por una etnia negra a la cual pertenece el tipo que hoy los gobierna. ¡Cósmico!

Dejando de lado los ejemplos aislados y usando a los números para dar una perspectiva general, algunos historiadores afirman que los cazadores de esclavos africanos llegaron a capturar unos 20 millones de negros para llevarlos a los mercados destinados a las Américas. Sin embargo, alrededor de la mitad de estos nunca vieron un solo blanco, pues el maltrato dado por sus hermanos de raza en el camino a los puertos era tal que se estima llegaron a morir 10 millones sin ni siquiera salir del África. Esto sin contar con todos los negros muertos y esclavizados para vendérselos a los árabes.
Con el avance del tiempo y por un raro coctel de razones humanitarias, políticas y económicas los imperios europeos dejaron la esclavitud. Para muchos esto sería la felicidad absoluta de los pobres africanos, que al fin se veían libres de la opresión de los demonios blancos, pero la realidad no fue así. La economía de muchos reinos e imperios africanos estaba basada en la esclavitud y gracias a esta se obtenían riquezas descomunales.

Cuando los británicos abolieron el comercio de esclavos en 1807, el rey de Bonny, actual Nigeria, argumentó que la compraventa debía continuar y que los oráculos de su pueblo afirmaban que el comercio de esclavos era una actividad ordenada por Dios. El rey Ghezo de Dahomey dijo que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que los británicos le pidieran excepto dejar de vender esclavos. Ese era el principio reinante de su nación e incluso las madres dormían a sus hijos con historias de hombres victoriosos reduciendo a sus enemigos a la esclavitud.

Fue tal la resistencia de los jefes africanos que los imperios europeos tuvieron que forzarlos a finalizar con esa actividad económica. La marina real de los ingleses creó el Escuadrón del África Occidental, una división de sus fuerzas navales encargada de combatir el comercio de esclavos. Oficialmente se le atribuyen a este cuerpo la captura de 1600 naves y la liberación de más de 150.000 esclavos en entre 1808 y 1860. A través de golpes, invasiones o coacción política más de 50 líderes africanos se vieron obligados a firmar tratados en contra de la esclavitud. Para el momento previó a la abolición de la esclavitud en las Américas, había más esclavos negros en África que en el nuevo mundo.

Lo dicho hasta acá puede ser malinterpretado o malintencionadamente tergiversado por muchos como un discurso de supremacismo blanco (algo imposible para el autor de este artículo, quien no es caucásico) o una forma de limpiar la culpa histórica de los pueblos europeos. Sin embargo, no son pocos los líderes africanos contemporáneos que han aceptado el rol de sus ancestros directos en la esclavitud de sus congéneres y han afirmado que es necesario cesar el ataque contra las poblaciones blancas por hechos históricos sin relevancia alguna en nuestro tiempo.

En 1998 el presidente de Uganda Yoweri Museveni, declaró que si alguien debía ser considerado culpable por la esclavitud esos eran los jefes tribales y reyes de África. En el 2009, en el Congreso de Derechos Civiles de Nigeria, se aseguró que los africanos no podían seguir culpando al hombre blanco por la esclavitud; se reconoció que si los americanos y europeos habían aceptado su rol en el pasado de este flagelo, era imperativo que los africanos también lo hicieran y los líderes africanos deberían disculparse con los descendientes de las víctimas.

En 2013 el rey Kpoto- Zounme Hakpon III de Benín dio un discurso en Alabama, Estados Unidos, en el que se disculpó, ante una audiencia negra, por el papel que tuvieron sus ancestros en la esclavitud y a titulo personal pidió perdón por el sufrimiento de sus hermanos y hermanas.
En la actualidad, cuando ya no hay colonialismo europeo en el África y existen leyes para la protección de los derechos humanos, en el continente negro todavía siguen siendo comunes, aunque mucho menos que antes, las prácticas esclavistas de los negros contra otros negros. Según los reportes de Human Rigths Watch, en Chad, Níger, Sudán, Mauritania, Etíopia y Malí la esclavitud es todavía un flagelo con mucha fortaleza. Se estima que en Níger la esclavitud llega a un 8% de la población y que en Mauritania unas 600.000 personas son esclavas, eso es el equivalente a un 15% de la población.

Así que la próxima vez que un negro acuse a un europeo de racismo y lo intente culpabilizar por la esclavitud de sus ancestros, sería bueno que el caucásico le recordara que fue gracias a los blancos que la esclavitud fue prácticamente erradicada del continente negro. Sería bueno que le dijera que si bien la esclavitud ha sido practicada por todos los pueblos de la tierra, la lucha global en contra de este crimen ha sido una labor exclusivamente occidental. Ya es hora de que dejen de pedir perdón por crímenes que no cometieron y que se sientan orgullosos del legado científico, artístico, humano y cultural que ha sido Europa para toda la humanidad, en lo que a este americano respecta, no hay nada que le produzca más orgullo que saber que en su sangre mestiza hay ríos de herencia española.
Al final no hay peores tiranos que nosotros mismos, esas hordas de color pueden gritar que la culpa es de todos nosotros, pero es nuestra decisión ceder al terror de lo políticamente correcto y rendirnos sin luchar; también es nuestra elección el negarnos a desaparecer sin pelear. Tomando prestada la sabiduría rúnica, si nos dominamos a nosotros mismos controlaremos el universo. Que nuestros hijos y los hijos de ellos nunca se avergüencen de nuestra cobardía. Es hora de acabar con la esclavitud europea, es hora de volver a luchar.
*Desde San Bonifacio de Ibagué, Colombia

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