Al parecer los herederos de la Primavera árabe devenida en crudo invierno no serán democracias estilo occidental. Sino una vieja organización islámica radical: los Hermanos Musulmanes. Conózcala.
Rise of the Muslim Brotherhood
Banner del sitio oficial de los Hermanos Musulmanes en inglés. |
By Tariq Alhomayed
The surprise story of the Arab elections, anywhere, is not the rise of the Muslim Brotherhood, but rather if such an ascent did not occur. For example, if the results of the current Egyptian parliamentary elections show the failure of the Brotherhood to sweep to victory in the constituencies, then this is newsworthy, and not the other way round.
Yesterday, an Egyptian newspaper published the headline: “Morocco records the latest in the series of the Muslim Brotherhood’s rise to power!” Well, where is the surprise in that? To be fair, the Egyptian newspaper is not alone in its “surprise” at the rise of the Muslim Brotherhood. Rather there is a queue of human rights advocates, liberals and seculars, specifically on Twitter and Facebook, and similarly the “intellectuals on the street”, who are inclined to go along with the zeitgeist, and protest for the cause of the day!
The Muslim Brotherhood is a political reality and a force because its members work day and night, working on the ground rather than through social networking websites. The Muslim Brotherhood is a force because those who claim to be intellectuals do not bother to read history and draw lessons from it. Probably the best we can say about them – i.e. these intellectuals – is that they are passionate, but why are they reading the events of the past five years alone, and not the past five decades? What about the case of the Brotherhood offshoot Hamas? What about the position of the Brotherhood as a whole with Hezbollah? What about the position of the Muslim Brotherhood with Iran and so on?
The problem with those who describe themselves as liberals – whether in Egypt or elsewhere – is that their voices do not tend to move a muscle on the ground. Here, I would say that if the size [of support for] the Muslim Brotherhood in Egypt’s current elections is newsworthy and surprising, then what about the other political forces in the Arab world that are fragmented and irrational, without a clear and specific project, even if this project ultimately turns out to be. However, if we consider the policy of riding every popular wave to be a political project, then this is another story. Take Egypt for example, where ever since the overthrow, or stepping down, of Hosni Mubarak, everyone has been preoccupied with the so-called “remnants” of the former regime, or the threat of Salafis supported by Saudi Arabia, or youth suspicions about the army. Of course there was also the crafty Brotherhood plan to disperse the efforts of the youth and other political forces, while the Brotherhood worked in full swing to strengthen their ranks on the ground. Anyone who was alert to this plan received their abundant share of insults and accusations of treason.
Another example: consider those intellectuals who showed enthusiasm for the idea of fundamentalism in the days of Osama bin Laden, under the banner of the victory of religion. Then the intellectuals adopted the idea of “resistance” after the 2006 Lebanon War, and now they show enthusiasm for democracy today. Three large fluctuations in the past ten years, but of course these intellectuals only appear as sycophants with no real value, except the ability to confuse. Their leaders have not changed; they always converged with the Brotherhood throughout those stages, but now comes the day when they show surprise at the Brotherhood’s success! Even the al-Assad regime today recalls how the Brotherhood used to politically co-exist with it in the recent past, and Hamas is the simplest example of this.
Therefore, the sheer amount of people surprised today at the rise of the Muslim Brotherhood is nothing but an indication of a societal defect worthy of much debate.
Hermanos
Musulmanes
الإخوان المسلمون Al-Ikhwān Al-Muslimūn - Fuente: Wikipedia.
Hermanos Musulmanes (en árabe:
جميعة الإخوان المسلمين Yami'at al-Ijwan al-Muslimin, literalmente Sociedad
de los Hermanos Musulmanes; frecuentemente llamada الإخوان المسلمون, Al-Ijwan
al- Muslimun (Hermanos musulmanes) o simplemente الإخوان Al-Ijwan
(Los Hermanos) es una organización islamista,
esto es, una organización política con un ideario basado en el islam. Fue fundada en 1928 por Hassan
al-Banna en Egipto después del colapso del Imperio
otomano. Siendo originalmente un grupo fundamentalista,
en la actualidad es una organización de amplia base social cuya minoría de
dirigentes optó en tiempos modernos por una metodología no violenta
en la Yihad
mundial.
El objetivo tradicional de los Hermanos Musulmanes es implantar un
estado islámico en Egipto basado en la sharia y el
rechazo a la influencia occidental en el país. Religión y Estado son
inseparables; son, pues, pioneros del islamismo
político en todo el mundo árabe. Ilegalizados y reprimidos desde 1954 por el presidente Gamal Abdel Nasser, la hermandad ha vivido
desde la presidencia de Anwar Sadat hasta hoy en un limbo legal,
normalmente tolerados por el Estado pero ilegales y ocasionalmente reprimidos. En
la década de los años 30 del siglo XX los Hermanos Musulmanes fueron utilizados por el Primer
Ministro egipcio, Ismail Sadqi, para
enfrentarse a los prooccidentales de su país.
En la década de los setenta, la hermandad vivió un periodo de
renovación, reforzándose con la incorporación masiva de un floreciente
movimiento estudiantil islámico y absorbiendo otras organizaciones como al-Gama'a al-Islamiyya. La estrategia de
la hermandad consiste desde entonces en la creación de una especie de Estado
paralelo: imposibilitados para tomar el poder, la hermandad, al igual que haría
(inspirándose en la propia hermandad) el Hamás
palestino, se dedica a crear una red de servicios sociales
(educativos, sanitarios, deportivos) que cubre las carencias del Estado central
y consigue atraer al movimiento a las masas depauperadas.
En los años 80, mientras organizaciones como la escindida al-Gama'a al-Islamiyya o Yihad
Islámico emprenden una lucha armada con el Estado, la hermandad
mantiene su apuesta por la revolución pacífica y permanece como la organización
islámica más poderosa, rivalizando con las anteriores por atraerse a las capas
bajas de la sociedad.
Sin embargo, durante la década de los
90 y primeros años del siglo XXI,
la hermandad evoluciona hacia una especie de liberalismo islámico conservador:
la mayoría de los nuevos cuadros aceptan el pluripartidismo, (incluyendo a coptos y comunistas), la liberalización
económica y su base de reclutamiento es cada vez más la clase media.
Así, cuando Hosni Mubarak, ante presiones externas, acepta
la presentación de diversos candidatos en la convocatoria de elecciones
presidenciales de septiembre de 2005, los Hermanos Musulmanes son sorprendidos
en un proceso de incertidumbre y renovación interna. Su postura dubitativa ante
la participación en los comicios les cuesta perder protagonismo mediático
frente a una nueva coalición democrática de tamaño minúsculo, Kifaya.
En la actualidad las perspectivas de la hermandad se dividen entre la
fidelidad al proyecto original o la creación de un partido normalizado como
reclama Abdel Mon'im Abul Fatuh,
líder del ala renovadora. En las elecciones del 28 de
noviembre de 2010,
Hosni Mubarak arrasa en las elecciones, dejando fuera a este partido islámico,
si bien existen sospechas fundadas para considerar las elecciones como
fraudulentas, como lo vienen siendo desde que Mubarak está en el poder.
Relaciones internacionales
Desde su nacimiento la cofradía tuvo una vocación panislamista
y su influencia ha sido intensa en Palestina, Jordania, Siria y los países del
Golfo. Los Hermanos han sido
frecuentemente acusados de promover y exportar la revolución o la violencia
islamista, pues tienen ramificaciones o contactos con grupos militantes de
numerosos países, tanto del mundo islámico como occidental. En Gaza y Cisjordania,
el grupo islamista Hamás es, desde su creación en 1987, el referente de los
Hermanos en Palestina. En Siria, los Hermanos fueron el principal grupo de oposición a
la dictadura de Hafez al-Asad, hasta el levantamiento y la masacre de Hama en 1982. En Jordania,
el partido político Frente de
Acción Islámico es, desde su creación en 1991, el ala política de
los Hermanos musulmanes en el país.
En Sudán,
el líder islamista Hassan
al-Turabi también estuvo ligado a la cofradía de los Hermanos
Musulmanes.
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