http://www.worldpoliticsreview.com/articles/18420/reaction-to-the-panama-papers-reveals-as-much-as-the-leaks
Frida Ghitis
AMSTERDAM: En las horas que siguieron a las revelaciones explosivas conocidas como los Panamá, Papers, las reverberaciones se expandieron por todo el mundo. Después de que los 11,5 millones de documentos de la firma panameña Mossack Fonseca, que obtuvo confidencialmente el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y que implicara a ricos y a poderosos de prácticamente todos los países de la Tierra como titulares de empresas ficticias offshore. Las que son muy a menudo utilizadas con fines de evasión de impuestos. Hubo un gasto enorme de energía periodística para tratar a las personas comprometidas en cada nación y en cada sistema de gobierno, pero las reacciones estuvieron lejos de ser uniformes.
Las diferencias se podían encontrar en la forma en que los gobiernos manejaron las noticias, en la cobertura de la historia que hicieron los medios y en la reacción del público, incluidos los partidos de la oposición, a la información resultante de las fugas. La primera oleada de reacciones se convirtió en algo así como un espejo que nos puede ofrecer una visión sobre el funcionamiento del sistema político y de los medios de comunicación en cada país afectado.
En Islandia, por ejemplo, el primer ministro David Sigmundur Gunnlaugsson quedó inmediatamente bajo fuego tras las revelaciones de que él y su esposa habían creado una empresa sospechosa en las Islas Vírgenes. Los medios del país abordaron la cuestión con fuerza; la oposición comenzó a llamar a nuevas elecciones; y miles de personas salieron a las calles para exigir la renuncia del primer ministro y la realización de nuevas elecciones. Dentro de las 48 horas de la noticia, Gunnlaugsson tuvo que renunciar. La oficina del Gunnlaugsson indicó, luego, que sólo tomaría una licencia por tiempo indefinido, aunque se mantiene la incertidumbre sobre si será capaz de conservar su puesto.
Por el contrario, China puso en práctica un bloqueo informativo parcial de las partes más concluyente del informe. Los Panamá Papers incluyeron a los familiares de Xi Jinping, nombrando a su cuñado como el único director y accionista de dos sociedades ficticias. Xi ha hecho de la lucha contra la corrupción un punto central de la agenda de su gobierno, aunque algunos críticos dicen que está usando esta campaña como una manera de expulsar del poder a sus rivales y adversarios.
Los censores chinos bloquearon con prontitud las búsquedas relacionadas con los Panamá Papers y sacaron de la señal de CNN los informes al respecto. Los periódicos locales se mantuvieron alejados de la historia, mientras que el Global Times, un órgano del Partido Comunista, publicó un editorial que dice que las filtraciones eran un esfuerzo de los medios de comunicación occidentales y de Washington encaminado a socavar a los países no occidentales.
En algunos países, las autoridades reaccionaron a la noticia asumiendo una postura defensiva, como si las fugas constituyen un asalto al Estado y una afrenta contra ellos. En otros casos, la reacción fue más bien todo lo contrario, vieron que la información podría ayudar al gobierno a rastrear y tomar medidas enérgicas contra la corrupción. En algunos países, los gobiernos actuaron como si ellos y sus países fueron las víctima de las revelaciones. En otros, la fuga informativa fue vista como una gran ayuda para hacer cumplir con la ley y aumentar la recaudación de impuestos.
La reacción de los medios de comunicación locales, también, fue bastante reveladora. En algunos países, las organizaciones de noticias saltaron sobre la historia, centrando su atención en el ángulo local de los descubrimientos. En otras partes, los medios de comunicación ignoraron en gran medida las noticias o bien informaron de la historia a través de una perspectiva estratégica, centrándose en las revelaciones sobre los países rivales o convirtiéndola en una narrativa políticamente útil a las autoridades de su gobierno.
Si consideremos a Rusia, la que ocupa un lugar destacado en los Panamá Papers, hay que tener en cuenta que según los documentos filtrados, los individuos nombrados tienen estrechos vínculos con el presidente Vladimir Putin y han transferido millones de dólares a las compañías offshore.
La respuesta del Kremlin fue desprestigiar a la noticia, a la que calificó como un brote de Putinphobia y la describió como un "ataque de los medios" a Putin y, por extensión, a Rusia. Los observadores extranjeros en Rusia dicen que el impacto político hasta ahora ha sido insignificante, en parte porque la inmensa mayoría de los rusos reciben sus noticias a través de los medios de comunicación manejados por el Kremlin. Después de todo, los medios independientes en Rusia han sido diezmados.
El multimedios Meduza basado en Letonia examinó la cobertura de los principales medios de comunicación rusos y encontró que fielmente difunden la descripción de los Panamá Papers como un ataque de Occidente contra Rusia, impulsados por la preocupación por el éxito de Putin en Siria y destinados a desestabilizar el país. El hecho de que Rusia es sólo una de cientos de países implicados por los documentos socava este argumento, un punto que fue ignorado. Los medios rusos hicieron, sin embargo, revelaciones de detalle respecto de los enemigos de Putin, como las cuentas en el extranjero del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.
Vale la pena señalar que sólo aparecer en los Panamá Paper no es una prueba de malversación. Hay razones legítimas para que las personas creen empresas offshore, las que van desde un deseo genuino y válido para preservar su privacidad, a la necesidad de proteger los activos de los regímenes depredadores e inestables. Dicho esto, no hay duda de que se ha creado un gran número de compañías offshore con el único propósito de ocultar activos y evitar los impuestos, a veces porque los activos se derivan de actividades ilegales.
Aquí, en los Países Bajos, gran parte de la discusión se centró en el papel del país como facilitador de la evasión fiscal. Un político de la oposición pidió una investigación parlamentaria y el Ministerio de Finanzas anunció que pondrá en marcha una investigación para examinar los documentos en busca de una posible malversación.
En América del Sur, donde la democracia ha echado raíces, pero la corrupción sigue floreciendo, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró que las revelaciones eran "una información bienvenida" que puede ayudar a los estados en su lucha contra la corrupción. Pocas horas después de los primeros informes de prensa, el fiscal nacional anunció que estaba estableciendo un grupo de trabajo para detectar los casos derivados de los Panamá Papers.
Y en Chile, otro país en el que lucha contra la corrupción se ha convertido en una causa nacional, el jefe de la rama nacional de Transparencia Internacional renunció después de que su nombre apareciera junto al de decenas de miles que figuran en los documentos.
Cómo los detalles de la fuga se hacen públicos, la reacción de cada país pone en evidencia su historia y su sistema de gobierno. En general, las democracias respondieron bien al anuncio de las investigaciones sobre las revelaciones de los Panamá Papers; mientras que las autocracias y las dictaduras trataron de ocultarlos. Los medios de comunicación, en los que era libre hacerlo, trataron de echar luz sobre ellos y sacar conclusiones. Pero esto es sólo el primer capítulo. Una avalancha de revelaciones se avecina y los primeros esfuerzos exitosos para silenciar a los críticos podría ser de corta duración.
Frida Ghitis es una comentarista independiente sobre RRII colaboradora de World Politics Review.
Traducción: CP.
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