Por el Grl (R) Carlos LAIDLAW - Especial para ESPACIO ESTRATÉGICO.
Oleo basado en una fotografía de Roberto Villamil. |
1) La Reconciliación Militar, el excelente tema desarrollado en su último artículo que afecta las relaciones entre las Fuerzas Armadas y la Sociedad, promovido por el gobierno K, aprovechando la falta de politicidad y juridicidad del gobierno militar, por ejemplo, no aplicar el Derecho como fue la eficiente Cámara Federal en lo Penal de la Nación debido a la idoneidad juridica del orteguista Jaime Perriaux, ministro de Justicia.
(“Zapatero a tus zapatos”)
2) La Unión Nacional del cual el dicho anterior es una parte, pero cuyo sentido es mucho más amplio que resume la grandeza de los argentinos por compartir un verdadero y completo sentimiento de valores compartidos y ha sido difícil de lograr por confrontaciones habidas en la historia argentina después de 1853 a pesar de los pactos preexistentes, de los cuales nunca se llegó a materializar otro que permitiera lograr el primer objeto del Preámbulo, algo digno de un historiador, un sociólogo u otra profesión apta para realizar semejante tarea, dada la multiplicidad de de factores que motiva la desunión nacional y hacen imposible realizar un Proyecto Nacional, tal como lo vivimos en el presente, que es hijo del pasado y la falta de grandeza de Hombres Políticos idóneos dispuestos a superar las divergencias para lograr la solidaridad, como los participantes de la Constituyente.
Las noticias de todos los días confirman que el fantasma de una sociedad dividida y fragmentada ronda otra vez sobre nosotros.
La Unión Nacional es un concepto que surge en los orígenes de la Patria, aunque muchas veces ha sido y es contradicho por el divisionismo, la lucha de facciones y una tendencia cíclica al autoritarismo independentista de caudillos, el militar y el civil democrático y la exclusión de la concordancia de voluntades y esfuerzos para lograr la Unidad, a través de la solidaridad
La Unidad Nacional es también un valor Político e ideológico, un elemento fundamental de la Cultura Política del ciudadano argentino, que impone el hecho mismo de la dignificación de la actividad política, de la capacidad y posibilidad de ejercerla en función de la idoneidad, para lograr el Bien Común y la Seguridad Nacional, en beneficio de las grandes mayorías, que están indisolublemente vinculados al sostenimiento de esa unidad.
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