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William S. Lind
Un enfrentamiento policial, la semana pasada en Dallas, Texas es interesante, no porque lo que publicó la prensa, sino por lo que no dijo. Porque lo que no informaron revela cómo manipulan al público, al punto de inventar “fake news”.
El incidente, uno trágico, involucró a una policía mujer de Dallas que aparentemente confundió su departamento con el de su vecino, entró, se encontró con un hombre negro y lo mató. El hombre era un respetable ciudadano, un analista de riesgo para una gran firma internacional. Algunos datos están en discusión, pero la oficial de policía ha sido acusada de asesinato.
En el tratamiento de esta historia, el New York Times del 15 de septiembre dijo que:
“Por varios motivos, el drama desarrollado en Dallas, parece y se siente similar a otros tiroteos de la policía contra hombres negros desarmados que han conmocionado al país en años recientes.”
The Times cita al senador Royce West, un demócrata que es afroamericano y cuyo distrito incluye a South Side Flats (donde tuvo lugar el incidente).
“La cuestión es si ella vio a un hombre negro y luego decidió dispararle. Sin importarle si estaba en el lugar equivocado o no, su primer impulso parece haber sido el de usar su arma.”
Hay dos hechos respecto del incidente, ninguno de los cuales fue consignado por el Times y, probablemente, por ningún gran medio de prensa. El primero, que los policías reaccionan frente a los hombres negros de la forma en que lo hacen porque la tasa criminal de los negros es 12 veces superior a la de los blancos y la masa de los crímenes son cometidos por negros jóvenes. Dos estudios diferentes, ambos basados en estadísticas del gobierno de los EEUU, apoyan estos los datos: el estudio de Jared Taylor “The color crime and a detailed study”por Ron Unz publicado hace algunos años por la revista The American Conservative (Unz no explicó los números en estos términos, pero yo hablé con él y me dijo que esos números, también, señalaban este hecho). Tan alta es la tasa de crímenes violentos entre los negros jóvenes que cualquiera los evita si es que puede hacerlo, incluyendo a otros negros jóvenes (la masa de las víctimas son otros negros jóvenes). Los policías no los pueden evitar, por el contrario, su deber es proteger al resto de nosotros lo que implica que los tienen que confrontar, lo cual, frecuentemente, lleva a policías muertos o heridos. La policía debe y es realista, sin embargo, la masa de los medios de comunicación masivos silencian esta realidad que ellos enfrentan.
El tiroteo de Dallas muestra otro hecho que los medios ignoran: las mujeres están pobremente dotadas para la mayor parte del trabajo policial porque no pueden lidiar con un hombre hostil sin usar su arma. Sin embargo, las películas están llenas de pequeñas, hermosas mujeres derrotando a grandes hombres, cosa que en la vida real, rara vez ocurre. La mayoría de los hombres ganarían una pelea física contra la mayoría de la mujeres, incluyendo a las policías. Como cualquier policía se los puede decir, ellos participan de muchas peleas. La masa de los policías hombres pueden mantener el nivel de la violencia por debajo del uso de fuerza mortal porque pueden ganar una pelea contra otro hombre. Una mujer policía necesita de su arma. Y es lo que puede haber pasado en este caso.
¿Por qué los medios de comunicación masivos no informan sobre estos hechos? Porque son políticamente correctos. El Marxismo cultural demanda que pretendamos que no hay diferencias entre las razas y los grupos étnicos o entre hombres y mujeres. Como cualquiera sabe, la realidad es muy distinta. Pero, los grandes medios están totalmente controlados por el Marxismo cultural: desafiarlos es exponerse a ser echado.
Entonces, los medios de “fake news” ganan, no solo por lo que dicen, sino por lo que no dicen. Tema por tema y todo el tiempo, ellos engañan al público negándose a informar sobre los hechos salientes, como los que acabo de señalar.
Incluso, podemos hacer una pequeña comprobación. Soy un suscriptor del New York Times. Desafío al editor que publique este artículo que habla sobre uno de sus temas centrales. No puede ser más relevante.
¿Cobardes? Les apuesto que sí.
William S. Lind
Un enfrentamiento policial, la semana pasada en Dallas, Texas es interesante, no porque lo que publicó la prensa, sino por lo que no dijo. Porque lo que no informaron revela cómo manipulan al público, al punto de inventar “fake news”.El incidente, uno trágico, involucró a una policía mujer de Dallas que aparentemente confundió su departamento con el de su vecino, entró, se encontró con un hombre negro y lo mató. El hombre era un respetable ciudadano, un analista de riesgo para una gran firma internacional. Algunos datos están en discusión, pero la oficial de policía ha sido acusada de asesinato.
En el tratamiento de esta historia, el New York Times del 15 de septiembre dijo que:
“Por varios motivos, el drama desarrollado en Dallas, parece y se siente similar a otros tiroteos de la policía contra hombres negros desarmados que han conmocionado al país en años recientes.”
The Times cita al senador Royce West, un demócrata que es afroamericano y cuyo distrito incluye a South Side Flats (donde tuvo lugar el incidente).
“La cuestión es si ella vio a un hombre negro y luego decidió dispararle. Sin importarle si estaba en el lugar equivocado o no, su primer impulso parece haber sido el de usar su arma.”
Hay dos hechos respecto del incidente, ninguno de los cuales fue consignado por el Times y, probablemente, por ningún gran medio de prensa. El primero, que los policías reaccionan frente a los hombres negros de la forma en que lo hacen porque la tasa criminal de los negros es 12 veces superior a la de los blancos y la masa de los crímenes son cometidos por negros jóvenes. Dos estudios diferentes, ambos basados en estadísticas del gobierno de los EEUU, apoyan estos los datos: el estudio de Jared Taylor “The color crime and a detailed study”por Ron Unz publicado hace algunos años por la revista The American Conservative (Unz no explicó los números en estos términos, pero yo hablé con él y me dijo que esos números, también, señalaban este hecho). Tan alta es la tasa de crímenes violentos entre los negros jóvenes que cualquiera los evita si es que puede hacerlo, incluyendo a otros negros jóvenes (la masa de las víctimas son otros negros jóvenes). Los policías no los pueden evitar, por el contrario, su deber es proteger al resto de nosotros lo que implica que los tienen que confrontar, lo cual, frecuentemente, lleva a policías muertos o heridos. La policía debe y es realista, sin embargo, la masa de los medios de comunicación masivos silencian esta realidad que ellos enfrentan.
El tiroteo de Dallas muestra otro hecho que los medios ignoran: las mujeres están pobremente dotadas para la mayor parte del trabajo policial porque no pueden lidiar con un hombre hostil sin usar su arma. Sin embargo, las películas están llenas de pequeñas, hermosas mujeres derrotando a grandes hombres, cosa que en la vida real, rara vez ocurre. La mayoría de los hombres ganarían una pelea física contra la mayoría de la mujeres, incluyendo a las policías. Como cualquier policía se los puede decir, ellos participan de muchas peleas. La masa de los policías hombres pueden mantener el nivel de la violencia por debajo del uso de fuerza mortal porque pueden ganar una pelea contra otro hombre. Una mujer policía necesita de su arma. Y es lo que puede haber pasado en este caso.
¿Por qué los medios de comunicación masivos no informan sobre estos hechos? Porque son políticamente correctos. El Marxismo cultural demanda que pretendamos que no hay diferencias entre las razas y los grupos étnicos o entre hombres y mujeres. Como cualquiera sabe, la realidad es muy distinta. Pero, los grandes medios están totalmente controlados por el Marxismo cultural: desafiarlos es exponerse a ser echado.
Entonces, los medios de “fake news” ganan, no solo por lo que dicen, sino por lo que no dicen. Tema por tema y todo el tiempo, ellos engañan al público negándose a informar sobre los hechos salientes, como los que acabo de señalar.
Incluso, podemos hacer una pequeña comprobación. Soy un suscriptor del New York Times. Desafío al editor que publique este artículo que habla sobre uno de sus temas centrales. No puede ser más relevante.
¿Cobardes? Les apuesto que sí.
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