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lunes, 25 de mayo de 2020

General Qiao Liang: “No debemos bailar al son que nos imponga Norteamérica”


COMENTARIO:  El 21 May 20 publicamos un fragmento de la entrevista al Grl Qiao Liang. Que como sabemos es uno de los autores del famoso manual: “Guerra Irrestricta”. La entrevista fue realizada por los periodistas Wei Dongsheng y Zhuang Lei de "Bauhinia Magazine" (Hong Kong). La misma había sido traducida del francés al castellano por François Soulard y publicada en el blog ALAI (América Latina en Movimiento). Conociendo los problemas de las traducciones sucesivas le pedimos a Sebastián Tepedino, estudioso de la cultura china y del idioma mandarín, que hiciera una desde la lengua original para evitar malos entendidos. 







por Sebastián TEPEDINO - Especial para ESPACIO ESTRATÉGICO. 

Comentario del traductor: El pensamiento del General Qiao Liang sobre la mutua interacción entre China y Estados Unidos es muy conocido, en entrevistas anteriores señaló que Estados Unidos no debe caer en el error de ver a China como causa de su propio declive, haciendo una comparación con la regla de la sección áurea, y ejemplificando el contexto en la figura de Napoleón cuando éste observaba (en medio del intenso crepitar) a la Capital Moscú convertirse en una pira ardiente, al mismo tiempo que llegaba al apogeo se cruzaba con su ocaso, mientras el ogro de Ajaccio contemplaba la danza hipnótica de las llamas, al mismo tiempo, se encontraba parado sobre la línea de la media áurea, un mes más tarde se retiraría de Moscú bajo la intensa presión del “General Invierno”, con lo cual su momento cúlmine traería consigo un silencioso declive. Las entrevistas que se le han hecho a Qiao Liang se destacan por ser mordaces, enigmáticas, enrevesadas, la postura oriental, dada su ininteligibilidad, suele confundir y poner nerviosos a los occidentales que sacan conclusiones apresuradas. La presente traducción le acarreó al General Qiao Liang (reputado como “halcón”) numerosas críticas en China Continental tanto de parte de académicos y militares como en los círculos aúlicos del Partido Comunista Chino debido al tenor de alguno de los conceptos propuestos, He aquí la traducción de la entrevista realizada por periodistas de Hong Kong.

Qiao Liang: "No debemos bailar al son que nos impongan los Estados Unidos".

general_qiao_liang.jpgActualmente, la situación epidémica provocada por la nueva neumonía de Coronavirus, se encuentra bajo control en China. Sin embargo, diversos sectores están  presionando cada vez más para reactivar la actividad económica y productiva. Por esta razón no se puede soslayar que la propagación de la pandemia a nivel global y la consecuente reacción en cadena puede acarrear una segunda “oleada de brotes” de significativa proporción para China. Muy recientemente, Estados Unidos ha puesto en marcha un plan de evacuación en numerosos países y ha sugerido a todas las compañías estadounidenses basadas en China que replicaran el mismo plan. Trump firmó la “Ley Taipei” en pleno curso de la pandemia. Como reza el refrán “Si algo sale mal, debe haber un demonio detrás” [1]. ¿Qué conjura se esconde detrás de estos movimientos inusuales de Estados Unidos?, ¿cuál será el principal impacto de esta pandemia en el escenario global?, ¿se suscitarán conflictos entre China y Estados Unidos en el contexto actual?, ¿Cómo debería responder China a este desafío?. Nuestros reporteros entrevistaron recientemente al General Qiao Liang, profesor de la Universidad de Defensa Nacional 《北京国防大学》sobre estos temas tan acuciantes.



Por Wei Dongsheng《魏东升》Zhuang Lei《庄蕾 》




Estados Unidos juega una partida preventiva de ajedrez para evitar que otros se hagan daño.

Reportero: Recientemente, Estados Unidos inició un febril plan de evacuación de connacionales en numerosos países y no sólo eso, el ejército estadounidense movilizó la base de Cheyenne Mountain convocando a millones de reservistas y emitió una seria advertencia a ciudadanos estadounidenses y soldados destacados en el extranjero. Lo tristemente cierto es que Estados Unidos se convirtió en el país con el peor índice diario de contagios y víctimas fatales en el contexto actual de pandemia global, por tanto, los estadounidenses, naturalmente, se sienten más resguardados y seguros de permanecer en el exterior que en su propio país. Así que ¿por qué iniciar una evacuación en tales circunstancias?. ¿son estas circunstancias, nexos indicativos del inminente estallido de una “guerra mundial” aunque para los medios de comunicación se trate de mera retórica sin fundamento fáctico?

Qiao Liang: Tengo un punto de vista diametralmente opuesto respecto de este tema, Estados Unidos adoptó estas medidas en momentos en los que se vislumbra una contracción a gran escala de la pandemia en el hemisferio norte. Estados Unidos es una nación que se caracteriza por la profusa vigilancia del contexto internacional, creo que estas prácticas son medidas de precaución oportunas destinadas a evitar que las personas y algunos intrigantes aprovechen la oportunidad de conjurar en contra de los Estados Unidos. Esto suena un poco ridículo, toda vez que en este momento no hay ningún país que utilice el arbitrio del peligro que representa Estados Unidos como pretexto para importunarlos. Por supuesto, no se puede descartar que las organizaciones terroristas elucubren algo de ese tenor, sin embargo, es poco probable que la mayoría de los países dispongan de los medios y la capacidad para atacar a los Estados Unidos, si bien es cierto que nadie va ir tras los Estados Unidos, aún así, deben tomar todas las medidas preventivas del caso.

Los Estados Unidos transitan una época signada por la Pandemia, y no una época de crisis económicas u otros trastornos y convulsiones internas, desatar una guerra externa en modo alguno puede resolver el problema pandémico ni transferir las crisis domésticas. Es más, los norteamericanos fincan su atención en descongelar sus cuatro ramas militares principales que se encuentran paralizadas por los hechos de público conocimiento, más de 150 bases están infectadas, 4 portaaviones y 1 submarino nuclear reposan en sus nichos, ¿qué otras batallas puede librar Estados Unidos? Algunos señalan que es necesario evitar escalar a los extremos, pero lo que es más importante aún es ¿se tendrá la fuerza para escalar?, ¿puede esto morigerar los efectos perniciosos de la pandemia en los Estados Unidos?. Algunos señalan que la guerra de hoy es un asunto de alta tecnología, los estados unidos poseen un indiscutido liderazgo en materia de alta tecnología, por lo tanto no sería un galimatías pensar que Estados Unidos todavía retiene opciones para librar guerras de alta tecnología frente a la pandemia, esto parece plausible, e incluso irrefutable. Pero en última instancia, la alta tecnología depende de la manufacturación. Disponer de capacidades de investigación y desarrollo (I+D) no se traduce automáticamente en capacidades de alta tecnología, la transformación de las capacidades I+D de alta tecnología en capacidades análogas es indispensable para uno de los factores más predominantes, a saber, la capacidad de fabricación, en otras palabras, la batalla decisiva sigue siendo la fabricación. A juzgar por el estado actual de la industria manufacturera de Estados Unidos, francamente en declive, si se quiere librar una guerra en cualquier país hoy en día, básicamente está consumiendo sus medios (stock de armas y equipos) y podríamos decir sin ambages, que está desgastando sus medios. Si EE.UU quiere luchar contra un país fabricante mucho más grande, cuando la industria manufacturera se ha vaciado ostensiblemente, ¿cómo va a luchar?, está agotando sus stocks, ¿y que sucedería si no hay un incremento posterior? Esto es lo que debe preocupar a los estadounidenses, incluso aquellos que son optimistas sobre la posición de los EE.UU, realmente esto debería inquietarlos.

Muchas personas tienen una visión estrecha de miras y piensan que la fuerza de la ciencia y la tecnología de Norteamerica constituye una panacea que prima por sobre todas las cosas. No caben dudas que la fuerza motriz de la ciencia y técnica de los Estados Unidos es realmente potente, pero si la investigación y el desarrollo no pueden convertirse en productos a gran escala, esto es equivalente ipso facto a colgarse una presea de investigación científica y tecnológica sólo por dejar irresoluto el problema. Verbigracia, en Estados Unidos, la detección de los ácidos nucleicos del nuevo coronavirus traería consigo la modernización de seis generaciones de equipos, cada vez más sofisticados. Desde esta plataforma de observación, podemos notar que el potencial científico y tecnológico de los Estados Unidos es indudablemente avanzado y efectivo, pero ¿qué capacidad tiene y cuántos dispositivos puede producir?, ¿Pueden los norteamericanos disponer de esos equipos? Incluso si el equipamiento de prueba es sofisticado, ¿qué pasa con el sistema médico? Para detectar a estos pacientes, si no hay suficiente equipo médico y no hay suficientes ventiladores, el problema no se puede resolver y miles de personas tendrán que morir.

En tal sentido, la empresa norteamericana Medtronic dejó sin efecto los derechos de propiedad intelectual de sus respiradores y permitió que otros países lo produjeran, notablemente China. ¿por qué? ¿Acaso lo ético y lo humano impera en este tema? No descarto que exista tal posibilidad, pero lo más importante es que los estadounidenses toman derechos de propiedad pero no pueden producir respiradores. De 1.400 partes del ventilador, más de 1.100 se producirán en China, incluido el montaje final. Este es el problema acuciante de los Estados Unidos en el presente: dispone de las bondades de la alta tecnología, pero no tiene métodos de producción ni capacidad de producción, por lo que está compelido a aceptar una dependencia de la producción china. Lo mismo vale para la guerra: hoy, la guerra sigue siendo de industria manufacturera. Algunos opinólogos aúllan que el combate moderno rezuma la confrontación de sistemas, por tanto el chip es coronado rey. Sí, es cierto que los chips juegan un papel insustituible en las guerras modernas en condiciones de alta tecnología. Pero no es menos cierto que el chip per se no puede luchar, debe instalarse en varias armas y equipos, todo tipo de armas y equipos primero debe contar con el espaldarazo de una sólida industria manufacturera. Suele decirse que el potencial de EE.UU reposó fundamentalmente en una robusta capacidad manufacturera para ganar la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

No hay nada malo en ello. ¿Pero de volver atrás, Estados Unidos todavía dispone de una industria manufacturera tan fuerte como para ganar la Primera y la Segunda Guerra Mundial? Desde hace medio siglo, después de que el dólar fue desafectado del patrón-oro, Estados Unidos utilizó gradualmente la divisa norteamericana para obtener suculentas ganancias del mundo. En este caso, abandonaron su industria manufacturera de gama media y baja, se convirtieron en un país con capacidad industrial jibarizada. Si el mundo abraza la paz y todos transitan un parsimonioso andarivel de paz, no hay problema. Estados Unidos imprime dólares estadounidenses para comprar productos de todo el mundo, y todo el mundo trabaja para EE.UU, todo eso está muy bien. Pero cuando hay un contexto de pandemia, o cuando hay una guerra, ¿puede un país sin capacidad industrial ser considerado un país poderoso? Aún cuando continuamos teniendo alta tecnología, seguimos teniendo dólares, y hay tropas estadounidenses acantonadas por doquier, pero todos ellos en suma, requieren del apoyo manufacturero. Sin industria manufacturera, ¿quién respalda su alta tecnología? ¿Quién respalda sus dólares? ¿Quién apoya a sus militares estadounidenses?

Para abordar esto de manera genérica, la próxima réplica de China es continuar manteniendo, desarrollando y mejorando su industria manufacturera, no sólo para mejorarla, sino también para mantener activa la fabricación tradicional. Es imposible pensar en una modernización total. Si todos estas capacidades se modernizan y se sustituyen, la industria manufacturera tradicional se desechará y el daño que prenderá será difícil de restañar. Cuando vemos que Estados Unidos requiere actualmente de una gran cantidad de barbijos, al mismo tiempo notamos todo el país ni siquiera tiene una línea de producción completa. En tales circunstancias, no puede responder a la pandemia con la debida urgencia, premura y contundencia de China. Por lo tanto, no subestimes la producción de baja gama y no consideres la producción de alta gama como el único objetivo para el desarrollo de la industria productiva China. No puedes desatender las cuestiones domésticas arrojando por la borda todo el esfuerzo realizado.

Además, no podemos dejar de ver la exitosa y efectiva campaña de China contra la epidemia, independientemente de las medidas introducidas por el gobierno, se puede esgrimir al menos que las medidas correctivas fueron muy atinadas y oportunas, se contó con la cooperación total de la población, pero en todo esto, tenemos que destacar algo sumamente beneficioso que nos dejó EE.UU, y es la Internet. Asuntos como el pago on line, el comercio electrónico y los servicios de mensajería se originaron en los Estados Unidos, pero ¿dónde florecieron finalmente estos inventos estadounidenses? en China[2]. Naturalmente, China está en la cresta de la ola a nivel mundial en lo que respecta a Internet, utilizando Internet, arbitrando medidas que ponen a internet y especialmente la nube para el comercio electrónico al servicio de la producción y la vida de la sociedad moderna; en este orden de ideas, podemos aseverar que China ejerce liderazgo en esta esfera de poder, Las razones son vastas y complejas de enumerar. Pero sin embargo, ofrece una demostración palmaria de que somos más hábiles que otros países en el uso de la alta tecnología, la nueva tecnología, producto de la fuerte capacidad de aprendizaje de los chinos. Deberíamos seguir cultivando nuestro liderazgo y solidificando nuestros puntos fuertes con paciencia de orfebre en este sentido. Además de las cualidades del sistema nacional, deberíamos aprovechar nuestras ventajas en el aprendizaje y aprender de los demás, para luego sonsacar lo que otros tienen y aplicarlo de manera óptima. Estas son nuestras principales capacidades y fortalezas, las que debemos mantener impertérritos de cara al futuro, y en caso de que ocurra cualquier eventualidad, incluyendo la replicación de un nuevo brote epidémico.

No es fácil reactivar la producción local mediante el “desacople” de China

Reportero: Algunos medios de comunicación han informado que Larry Kudlow, Presidente del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, ha solicitado encarecidamente la retirada de todas las compañías estadounidenses en China y puntualizó que el gobierno de los Estados Unidos reembolsará el 100% de los costos de su retorno del país asiático. ¿Significa esto que los Estados Unidos está en los ejercicios de precalentamiento para el "desacople" de China y acelerar gradualmente su ritmo? ¿Tendrá esto un efecto positivo en la estimulación de la producción nacional? ¿Cuál es el verdadero propósito de arengar a sus empresas a salir de China?

Qiao Liang: A título personal, creo que no es tan fácil para los países desarrollados "desacoplarse" de China y revivir su propia industria manufacturera. Están parados en los cuernos de un dilema, y este es que, si se quiere restablecer producción, hay que estar mentalmente preparado para compartir el dolor y el sufrimiento de China y pagar a este país el mismo precio por los productos y la mano de obra (de lo contrario, los productos no serán más competitivos que los fabricados en China), lo que equivaldría inexorablemente a renunciar a la hegemonía monetaria y al poder de fijación de precios en los productos, incluso degradando la cadena alimentaria, descendiendo raudamente; o bien permaneciendo en la cima de la cadena alimentaria y dejar que los ingresos  de los empleados se incrementen siete veces más que en China, con lo que, finalmente, los productos dejarían de ser competitivos y las empresas dejarían de ser rentables. Si se logra el primer objetivo, Estados Unidos y Occidente tendrán que replegarse voluntariamente al estatus de naciones ordinarias, y los EE.UU en particular tendrán que abjurar de su liderazgo como nación. Si esto no es posible, el retorno de las industrias manufactureras en EE.UU y en Occidente eventualmente será una mera pantomima.

Ese argumento de que Vietnam, Filipinas, Bangladesh, India y otros países puedan convertirse en sustitutos de la mano de obra barata en China, es básicamente un asunto de recuento de la población, pero piénsalo, ¿cuál de los países mencionados tiene más mano de obra calificada que China? Aunque los ingresos chinos aumentan año tras año, los dividendos del trabajo se consumen, pero China ha formado a más de 100 millones de estudiantes universitarios y de posgrado en los últimos 30 años, y ¿cuántos recursos humanos de gama media y alta permanecen en reserva? La energía de este grupo poblacional aún está lejos de ser desatada en el desarrollo económico de China. Por lo tanto, dejar que otros países sustituyan la producción "Made in China"  por mano de obra barata no es más que un efímero sueño.

En cuanto a quienes afirman que Occidente podría utilizar robots en grandes cantidades para completar la relocalización de la fabricación, no se puede decir  en modo alguno que esa posibilidad sea inexistente, pero si los robots se utilizan efectivamente para restablecer la producción autóctona en los EE.UU o en otros países occidentales, incluido el Japón, ¿cómo se resolvería el problema de las tasas de empleo. El uso de un gran número de robots implica más desempleo en la fuerza de trabajo. ¿Qué pasará con el gobierno de EE.UU cuando la población activa se reduzca? ¿Qué pasará con los gobiernos de los países occidentales? ¿Realmente tienen los recursos financieros para alimentar al tropel de desempleados de varias naciones en vano? Pero si no los apoyas, ¿quién te votará para que tomes el cargo? Está claro que Donlad Trump y Shinzo Abe no han dimensionado completamente la cuestión al apoyar el retorno de sus respectivas empresas basadas en China.

El propósito de alentar a las empresas nacionales a retirarse de China radica en que los occidentales se dieron cuenta de las dificultades que plantea un sector manufacturero debilitado como resultado del vaciamiento de la economía real del país, y fueron plenamente conscientes de la importancia de restablecer la industria productiva manufacturera. Si dicha consciencia es real, eso es otra cuestión. La pregunta que cabe efectuarse es: al darse cuenta de la industria manufacturera debe reactivarse ¿Puede un país como los Estados Unidos, restablecer realmente la fabricación? En realidad es muy difícil.

Tras la crisis financiera internacional de 2008, Estados Unidos comprendió las serias consecuencias que entraña el vaciamiento de empresas (colapso industrial). Se puede constatar de manera manifiesta la ausencia de un sólido sector manufacturero que pueda satisfacer las demandas cada vez más constantes en la vida de las personas, empero ¿qué tan fácil puede ser restablecer la producción? ¿Dónde están los empresarios, ingenieros y la mano de obra calificada? ¿Cómo pueden las empresas, cuantitativamente generar mejores beneficios o mejores tasas de rentabilidad cuando el costo de la mano de obra es siete veces más alto en los EE.UU que en China? Incluso con los recortes de impuestos del gobierno y los recortes salariales automáticos de los empleados que se redujeron nominalmente a la mitad, sigue siendo un remedio pero no una cura. Porque la ecuación permite deducir la siguiente fórmula: menos impuestos significa menos ingresos para las arcas de EE.UU, ¿cómo mantenemos eficazmente un poder nacional y militar fuerte y sano? Con menor salario, se puede adjudicar como una consecuencia en tiempos extraordinarios, pero ¿está bien eso en tiempos normales? Si los ingresos personales se reducen nominalmente a la mitad, el consumo indefectiblemente también se reducirá a la mitad, ¿cómo podemos estimular la producción? Si no producimos, el PBI caerá, ¿cómo podemos mantener nuestra posición de liderazgo mundial? Estos son interrogantes que Trump no supo aquilatar cuando realizó sus promesas de campaña. Sin mencionar el hecho de que cuando se restablece la producción, indudablemente se tiene que vender sus productos, creando un superávit, y la hegemonía del dólar sólo puede lograrse inyectando liquidez al mundo, es decir, aceptando un déficit. Dado que otros actores no aceptarán la hegemonía del dólar, si no utilizan dólares, los Estados Unidos deberían enfocarse en enfrentar una economía deficitaria.

La caña de azúcar no es dulce en ambos extremos, y para inyectar liquidez al mercado, hay que comprar el producto de otros. Pero si se restaura la producción local, no será necesario recurrir a bienes de producción de otros, de modo que habrá menos fluidez de dólares a otros países, y éstos tendrán que comerciar entre sí y encontrar divisas alternativas, por lo que es posible conjeturar ¿habrá hegemonía del dólar? Más importante aún, la reactivación de la producción manufacturera socavaría seriamente los intereses de los grupos de capital financiero estadounidenses. ¿Qué va a hacer Wall Street? ¿Qué puede hacer la Reserva Federal? El enfoque de Trump es diferente al de los anteriores presidentes norteamericanos de los últimos 50 años, un nutrido mascarón de proa que defendía la hegemonía del dólar, Ahora Trump quiere restaurar la producción de la industria manufacturera. Con una crisis tan subversiva en los Estados Unidos, existe una mayor probabilidad de que la economía y las finanzas virtuales no se recuperen. De resultas de ello, el imperio estará en peligro.

Debemos encontrar el punto de quiebre en la zona de sutura de la guerra y la paz

Reportero: Recientemente, el Presidente Trump firmó el "Acta de Taipei" (Taipei Act), la firma del proyecto de ley coincide con la nueva epidemia de neumonía de coronavirus en los Estados Unidos, eligieron intervenir en el tema de Taiwán en este momento, ¿cuáles son los motivos para interferir en los asuntos internos de China? ¿Qué impacto tendrá esto en las relaciones entre China y EE.UU y en las relaciones a través del estrecho? Algunas agencias noticiosas sostienen que la situación pandémica en los Estados Unidos es demasiado grave como para implicarse en otros asuntos, ¿Debemos aprovechar esta oportunidad para resolver la cuestión de Taiwán?

Qiao Liang: ¿Es este el mejor momento para resolver el asunto de Taiwán? Lo primero que hay que poner sobre la mesa es si China se encuentra ahora en una situación de criticidad respecto de su proceso de renovación nacional. En este momento, China se enfrenta a una situación compleja que el mundo contemporáneo nunca ha visto antes, especialmente cuando los Estados Unidos están haciendo todo lo posible para marginar a China, ¿es posible que si nos dejamos arrastrar por los mecanismos de la acción en el problema de Taiwán, perdamos de vista el objetivo e interrumpamos el proceso de rejuvenecimiento de China?. En segundo lugar, en comparación con la revitalización de la nación china, ¿la resolución de la cuestión de Taiwán es una relación holística, entre el todo y la parte, o el proceso de rejuvenecimiento nacional no podrá avanzar sin una solución inmediata? Tercero, si hay una guerra en el Estrecho de Taiwan ¿depende del curso de acción escogido por Estados Unidos en el tema de Taiwan, o de la actitud de China?. ¿Depende del juicio emitido por China sobre la situación internacional y la situación interna? (a título personal, el juicio sobre el segundo aspecto es mejor que el primero)... En cuarto lugar, ¿la esencia de la cuestión de Taiwan es una competencia de las relaciones sino-americanas, o es simplemente una cuestión de relaciones a través del estrecho de Taiwan? ¿Puede resolverse completamente el asunto de Taiwan antes de que se resuelva el conflicto entre China y Estados Unidos? Si se resuelve ahora, antes de lo previsto, ¿tendrá China que pagar un costo por ello y cuál será la incidencia o el impacto en nuestro transporte?

Incluso después de haber reflexionado sobre las preguntas anteriores, se plantearán una serie de interrogantes complementarios que nos obligarán a seguir reflexionando y respondiendo: aunque Estados Unidos se encuentra cursando una situación de pandemia y dificultades económicas todavía dispone del poder militar para intervenir directa o indirectamente en la cuestión del Estrecho de Taiwan, la elección de Wutong[3] daría a los Estados Unidos la excusa perfecta para aislar a China y malquistarla con la Comunidad Internacional, decretando bloqueos y sanciones económicas, mientras que, al mismo tiempo, le brindaría a ellos la oportunidad de salir de sus propios apremios,  porque, tanto Estados Unidos como China son conscientes que la nación china sigue siendo muy dependiente de los recursos y mercados extranjeros. Como nación manufacturera, todavía no es posible para nosotros abastecer nuestra industria manufacturera con nuestros propios recursos y depender de nuestro mercado interno. Por lo tanto, en este contexto actual, si pensamos que esta es la ventana de oportunidad para la reunificación de Taiwan, ¿no sería en la eventualidad un casus belli largamente acariciado por Estados Unidos y algunos países malintencionados? Se deben sopesar estos factores externos a los fines de ser considerados a la hora de tomar decisiones.

Para los chinos, completar la gran tarea de la reunificación es, sin dudas, lo correcto, pero hacer lo correcto en el momento incorrecto configura un craso error. Sólo podemos hacer lo correcto en el momento adecuado, y no debemos tomar decisiones apresuradas que nos lleven a cometer un error y perderlo todo, no debemos dejar que nuestra generación caiga en el pecado de interrumpir y enlentecer el proceso de renacimiento nacional chino. La mayoría de la población del país sigue teniendo una mentalidad tradicional en lo que respecta a las cuestiones territoriales y, en última instancia, sigue siendo el apego emocional de los pequeños agricultores a la tierra. Amplificar esto es tratar la soberanía territorial como un sinónimo, un sinónimo de soberanía nacional, sin comprender verdaderamente el pleno significado de la soberanía nacional moderna.

En el mundo moderno, la soberanía económica, la soberanía financiera, la soberanía cibernética, la soberanía de la defensa, la soberanía de los recursos, la soberanía alimentaria, la soberanía de las inversiones, la soberanía biológica, la soberanía cultural, la soberanía del discurso y otros aspectos de los intereses nacionales y la supervivencia forman parte de la soberanía nacional. No debe suponerse que la soberanía territorial es por sí sola un interés nacional fundamental, ya que esto guarda atingencia con el hecho de que otras soberanías son igualmente importantes y a menudo de mayor urgencia, que la soberanía territorial, entrando en la disyuntiva de vida o muerte. Por ejemplo, para salvar su propia economía, Estados Unidos ha emitido billones de divisas, de modo que sus reservas se diluyen con agua, lo que por razones de fuerza mayor los constriñe a librar guerras comerciales, arrebatándoles sus ganancias a cambio de bienes físicos mediante el aumento de los aranceles, lo que ha dado lugar a una grave afectación de los intereses económicos de China y a un debilitamiento de la soberanía económica, que no se puede proteger ni afrontar. En este punto, aunque se tenga la potestad para proteger la integridad territorial, ¿cree que todo está bien y se puede ignorar otras cuestiones igualmente importantes, si es que no son, más importantes aún, que la soberanía? Quien concibe el problema de esta manera no es una persona moderna en el verdadero sentido de la palabra.

Con esto no pretendo aducir que las cuestiones territoriales sean irrelevantes, sino más bien subrayar que, como sujeto moderno, hay que entender que las demás soberanías del país son tan importantes como su integridad territorial y que no hay que perderlas de vista. Es importante no hacer hincapié en las cuestiones territoriales a expensas de otras soberanías. Pero al mismo tiempo, tenemos que considerar que si, en este momento, buscamos una solución bélica al problema de Taiwan, la cuestión de la "independencia de Taiwan" puede alejarse desembozadamente y volverse cada vez más violenta, puesto que con el apoyo de los Estados Unidos y los países occidentales, ¿nos quedaremos paralizados sin respuesta alguna? No necesariamente. Para frenar la "Independencia de Taiwan" además de las opciones escolásticas de la guerra, hay que ampliar nuestra visión e introducir más opciones en nuestro abanico de pensamiento. Es posible actuar en la enorme zona gris entre la guerra y la paz, e incluso agenciarnos de algunos medios especiales, como las operaciones de no-guerra, que pueden consistir en el uso moderado o racional de la fuerza para disuadir una hipotética "independencia de Taiwan".

Algunos repreguntan si el uso de la fuerza no es una guerra, Creo que esto es un claro malentendido. Recordemos que los Estados Unidos bombardearon la embajada china en la República Federal de Yugoslavia y también decapitaron al comandante de las Brigadas Al-Quds en Irán, ¿se puede por ello decir que se trata de una guerra contra China o contra Irán? No, no lo es. ¿Pero fue una operación militar? Sí. Porque se usó la fuerza. Resolver problemas con operaciones de no-guerra es algo que deberíamos aprender de los norteamericanos con mentalidad abierta. Siempre hay más soluciones que problemas, puede haber un problema y quizás diez soluciones[4]. La clave es cómo elegimos la mejor solución.

¿Por qué se hace el análisis y el juicio anterior? Es porque, en mi opinión, el Congreso de los Estados Unidos y el gobierno introdujo la "Ley Taipei"[5] en este momento, la intención no es forzar a China a ingresar en el callejón sin salida de la reunificación armada de Taiwan, esto obedece principalmente a que el gobierno de Estados Unidos, el Congreso, y sus decisores están en problemas, ya sea frente a la pandemia, o frente a la escasez de la producción manufacturera para abstraerse de su propio dilema, del que no puede encontrar una solución, por lo que EE.UU no puede dejar a China "en paz", pretenden unir a sus oponentes, crear preocupaciones, generar incordios, dispersar energías, generar maniobras de diversión, y lograr tomarse un respiro para ganar tiempo. Al mismo tiempo, estos métodos de diversión, de desgaste de materiales, de contracción de energía y fuerza contribuyen al debilitamiento de nuestro potencial nacional y a obstaculizar nuestro progreso, cuya materialización, es la bandera que enarbola Estados Unidos para seguir adicionando caos a China.

En relación con la repercusión e impacto que estos tendrán en China, estimo que si bien debemos danzar con lobos, no debemos bailar al son que nos imponga Estados Unidos. Tenemos que mantener un ritmo propio e incluso tratar de romperlo para que podamos morigerar su influencia y reducirla a la mínima expresión. No podemos permitir que EE.UU siga cavando fosas comunes, una por una, para nosotros (el "Acta de Taipei" es la última que han cavado para China), y saltar sobre ellas una por una. En lugar de saltar a las fosas, tenemos que compensar su impacto. Algunas cosas podemos ignorarlas, otras podemos trocarlas por otras que no sean del agrado de los norteamericanos. Ahora son los norteamericanos los que hacen las preguntas y nosotros las respondemos. No podemos cambiar de opinión, debemos efectuar preguntas también y que las respuestas las den los norteamericanos? Todo esto en suma, son formas de compensar la injerencia de EE.UU en nuestros asuntos, incluyendo la forma en que utiliza el tema de Taiwán para afectar nuestros intereses.

El impacto de la actitud política adoptada por los norteamericanos en las relaciones a través del estrecho, sin duda hará que la administración de Tsai Ing-Wen[6] se regocije. ¿Pero los taiwaneses, incluyendo a la propia Tsai Ing-Wen, realmente no tocan el tambor? ¿Hasta qué punto los norteamericanos cumplirán sus promesas a Taiwán? Los norteamericanos alientan a la "independencia de Taiwán", pero cuando realmente llegue el momento de castigar la "independencia de Taiwán", ¿realmente se arriesgarán los norteamericanos a empeñar fuerzas en una guerra por Taiwán?, Mientras  el Congreso de los Estados Unidos proclama con suma prodigalidad que "...Nunca dejaremos que nuestra juventud se desangre por el problema de Taiwán..." (vale la aclaración que incluso si los estadounidenses dejaran que su juventud se desangre porTaiwán, jamás podrían ser capaces de obturar la determinación y la capacidad de China para reunificar Taiwán). Si los norteamericanos no derraman sangre por Taiwán, ¿qué pasará con la "independencia de Taiwán"? ¿Qué pasará con las autoridades de Tsai Ing-wen? En este punto, creo que Tsai Ing-wen realmente lo tiene en mente. Por lo tanto, hasta el día de hoy, todavía no se atreve a lanzar abiertamente a la palestra la bandera de la "independencia de Taiwán", y sólo se atreve a dar un pequeño paso adelante, alegando que Taiwán es de hecho un país en primer lugar. Sólo se atrevió a caminar hasta donde lo hizo, sin cruzar líneas. Porque ir más allá y enojar a 1.400 millones de personas podría tener consecuencias inimaginables y desastrosas para cualquier país o región.

Para resolver la controversial cuestión de Taiwan, China debe tener en claro dos cuestiones, primero: determinación estratégica y segundo, paciencia estratégica. Esto presupone, por supuesto, que debemos desarrollar y mantener la fuerza estratégica para resolver la cuestión de Taiwán por medios militares en cualquier contingencia futura.

Esta Pandemia es la gota que rebasa el vaso de la globalización y las fuerzas motrices que la impulsan

Reportero: El impacto global de la pandemia puede verse reflejado en la permanente cobertura y repercusión en los medios de comunicación alrededor del mundo, se habla de un acontecimiento sin precedentes comparable en magnitud con la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y el colapso de la Unión Soviética, ¿cómo ve estas definiciones? ¿Cómo cambiará el escenario internacional con esta pandemia?

Qiao Liang: El impacto de la nueva epidemia de Coronavirus, que se ha propagado por todo el mundo no es mensurable de momento, porque es un evento reciente y está aún en período de fermentación, por lo que podríamos mirarlo con más fuerza que los grandes eventos pasados e incluso compararlo con grandes conflagraciones como la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, o el colapso de la Unión Soviética. Creo que tal juicio está básicamente en sintonía con los hechos, no es una exageración, pero las razones detrás de esto es algo que la mayoría de la gente no ve.

De hecho, el nuevo Coronavirus no tiene, al menos hasta ahora, un efecto tan devastador, no ha sido tan trágico como la Primera o la Segunda Guerra Mundial, ni ha cambiado el panorama internacional entre gallos y medianoches como el colapso de la Unión Soviética. Debido a que no es la primera vez que la humanidad tiene que lidiar con una situación de pandemia, no todos los registros epidémicos provocan un cambio tan drástico. Y para eventuales trastocamientos, los factores externos son siempre el factor desencadenante, los factores internos son siempre el factor decisivo. Esta pandemia no es más que la gota que rebasa el vaso del ciclo de globalización y las fuerzas que la motorizan, es un evento que generará, sin dudas, una ruptura del ordenamiento internacional establecido.

Si esta situación pandémica hubiera aparecido en la década de 1950 y 1960, ¿realmente podríamos pensar que dicha contingencia hubiera dejado sin capacidad de reacción a Estados Unidos y a Europa? ¿Por qué la pandemia en tan incordiante para todo el mundo occidental? El punto crucial no es cuán notable es la pandemia, sino que tanto los Estados Unidos como Occidente han pasado por su apogeo hoy, y se encuentran en la curva declinante de su gloria mientras cursan la pandemia[7]. Por tanto, decir que se avecina una gran epidemia, aunque sea sólo una gota de agua, podría aplastar al camello que va cuesta abajo. Esa es la razón más profunda.

¿Por qué los países occidentales han llegado a este punto? Podemos ver que durante casi medio siglo, los Estados Unidos han allanado el camino, luego Europa y el resto de Occidente siguieron su ejemplo, embarcándose con sororidad en una economía virtual y despreciando gradualmente la economía real. Para estos países, esta tendencia parece ser un beneficio esquivo para los países desarrollados, pero en realidad los vacía sustancialmente de contenido. Esto es de hecho lo mismo que ocurrió cuando la antigua Roma fue gradualmente hacia el declive en los últimos años debido al síndrome de la extravagancia, que finalmente llevó al colapso del imperio.

Creo que en un escenario post-pandemia, EE.UU y Occidente trabajarán duro para restañar los daños prendidos en su tejido nacional. Muchas personas todavía tienen fe en los Estados Unidos y en Occidente, en su gran capacidad de resiliencia, sin embargo sólo es posible corregir los errores con suficiente fuerza económica y suficiente confianza. En el pasado los norteamericanos corregían los errores y nunca berreaban sobre los demás. Ahora que los norteamericanos no pueden enmendarse la plana, y empiezan a culpar a los demás. Los países occidentales también han seguido el ejemplo para "tirar la olla caliente" a China, e incluso algunos de nuestros antiguos países aliados han seguido el ejemplo. La razón fundamental de esto es que quien no tiene la capacidad de corregirse a sí mismo, le gusta "arrojar la olla" a los demás. Es prácticamente imposible para ellos  "tirar la olla" para rehabilitar su economía, gestionarse a sí mismos y corregir sus errores. De hecho, hay muchas cosas sobre las que los occidentales deberían reflexionar en esta época, incluyendo sus sistemas institucionales, sus sistemas médicos, sus sistemas de valores, todos los cuales estaban casi completamente desamparados y perdidos cuando llegó esta pandemia. ¿Cuál es la razón? Si no puedes resolver esto, ¿podrás resolver el problema simplemente echando la "olla caliente" a China? Así como es imposible derrotar una pandemia por medio de la guerra, también es imposible corregir los propios errores "arrojando la olla" sobre los demás.

Estimo que Occidente tendrá que pasar por un período de ventana aproximado de no menos de 12 meses a 2 años post-pandemia en amenguar los costos, restaurarse financieramente y al mismo tiempo restañar sus propios traumas psicológicos. En este proceso, la llamada rendición de cuentas y los reclamos antojadizos a China, se disiparán con el tiempo ante una situación post-pandémica más dura. China debe tener la confianza suficiente de que, mientras pueda mantenerse lo suficientemente fuerte como para mantener su tenaz capacidad productiva, nadie podrá dañarla. Cuando los Estados Unidos son fuertes, ¿Quién puede acusarlos por la aparición y propagación global del virus del SIDA? Mucho peor, ¿quién reclamó a Estados Unidos una indemnización por el brote de la mal llamada Gripe Española de finales de la Primera Guerra Mundial, cuyos portadores eran las fuerzas expedicionarias estadounidenses que entraron en la guerra y trajeron la peste a Europa. ¿Por qué nadie presenta demandas contra los Estados Unidos? Fue porque América era muy fuerte en ese momento. Por tanto, mientras China se mantenga fuerte y se haga más fuerte, nadie podrá hacer que China se derrumbe con los llamados reclamos de culpa. La propia China debe robustecer su confianza.

Este artículo fue publicado en la edición de mayo de 2020 de la revista Bauhinia (Hong Kong). LINK:  https://xw.qq.com/cmsid/20200502A0DY7M00 

NOTAS DEL TRADUCTOR

[1] La expresión "Si algo sale mal, debe haber un demonio detrás"《事出反常必有妖》es un refrán popular incluido en el texto《阅微草堂笔记》"Notas de Bitácora de la Cabaña de Yuewei" y se refiere puntualmente a que cuando las cosas salen mal, se suele atribuir ello una intervención sobrenatural, lo que para los occidentales constituye una falacia lógica (Sofisma Divina).

[2] Recientemente, el Presidente Donald Trump declaró ante la prensa "La etapa de Globalización ha terminado". En consonancia con estas declaraciones Qiao Liang esbozó un pensamiento similar, pero con un pequeño contrapunto, al igual que todo el estamento militar chino, tiene internalizado el concepto de que "Los Estados Unidos crearon la era de Internet, pero esta era, ahora pertenece a China".

[3] "Wutong" es la definición de China Continental para la "Reunificación Armada" de Taiwán《武统台湾》"Wutong Taiwán".

[4] David Ehrenfeld en "La Arrogancia del Humanismo"  puntualiza con énfasis en lo siguiente "...La resolución de un problema puede acarrear un cúmulo de nuevos problemas, que a su vez encubren la solución del primer problema..." 

[5] https://www.congress.gov/bill/116th-congress/senate-bill/1678/tex 

[6] Presidente en ejercicio desde el 20 de mayo de 2016 de la República de Taiwan

[7] Este punto está muy vinculado a las reglas de la Victoria (Regla de la Sección Áurea y Regla Lateral-Frontal) y que podríamos resumir de la siguiente manera: "...Mientras más consciente eres de la llegada al punto de apogeo, más inconsciente eres de tu propio declive...".

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