COMENTARIO: Muchas veces nos hemos preguntado qué es lo que quieren las élites que pretenden gobernar la evolución del mundo. En este caso, en particular, las que se referencian en torno al “Foro Económico de Davos”. Lo dicen con total claridad. Un mundo en el que los pueblos, las masas para ellos, no serán dueños de nada. Ni siquiera de su ropa o de sus utensilios de cocina. Ni que hablar de una vivienda propia o de un trabajo digno.
En contrapartida, un super Estado supranacional nos habrá provisto y satisfecho todas nuestras necesidades materiales y, hasta incluso, algunas de las espirituales. Claro, el precio a pagar por tamaños servicios será alto: nuestras libertades y nuestra intimidad.
¿Lo lograrán? Creemos que no. ¿Por qué? Simplemente porque sería una vida que no valdría la pena ser vivida y porque es algo contrario al Orden Natural y a los miles de años de historia que nos anteceden y que, también, en alguna forma nos determinan.
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Así es como podría cambiar la vida en mi ciudad para el año 2030
Ida Auken - Miembro del Parlamento de Dinamarca (Folketinget)
https://www.weforum.org/agenda/2016/11/how-life-could-change-2030/
Nota del autor: Algunas personas han leído este blog como mi utopía o mi sueño del futuro. No lo es. Es un escenario que muestra hacia dónde podríamos dirigirnos, para bien o para mal. Escribí este artículo para iniciar una discusión sobre algunos de los pros y los contras del desarrollo tecnológico actual. Cuando nos enfrentamos al futuro, no basta con trabajar con informes. Deberíamos iniciar las discusiones de muchas formas nuevas. Esta es la intención con esta pieza.
Bienvenidos al año 2030. Bienvenidos a mi ciudad, o debería decir, "nuestra ciudad". No tengo nada. No tengo auto. No soy dueño de una casa. No tengo electrodomésticos ni ropa.
Puede parecerle extraño, pero tiene mucho sentido para nosotros en esta ciudad. Todo lo que consideraba un producto, ahora se ha convertido en un servicio. Tenemos acceso al transporte, al alojamiento, a la comida y a todo lo que necesitamos en nuestra vida diaria. Una a una, todas estas cosas se volvieron gratuitas, por lo que terminó sin tener sentido para nosotros poseer mucho.
La primera comunicación se volvió digitalizada y gratuita para todos. Luego, cuando la energía limpia se volvió gratuita, las cosas comenzaron a moverse rápidamente. El transporte bajó drásticamente de precio. Ya no tenía sentido para nosotros tener automóviles, porque podíamos llamar a un vehículo sin conductor o a un automóvil volador para viajes más largos en minutos. Empezamos a transportarnos de una forma mucho más organizada y coordinada cuando el transporte público se volvió más fácil, rápido y cómodo que el coche. Ahora apenas puedo creer que aceptamos la congestión y los cortes, sin mencionar la contaminación del aire de los motores de combustión. ¿Qué estábamos pensando?
A veces uso mi bicicleta cuando voy a ver a algunos de mis amigos. Disfruto del ejercicio y del paseo. De alguna manera consigue que mi alma me acompañe en el viaje. Es curioso cómo algunas cosas parecen no perder nunca su emoción: caminar, andar en bicicleta, cocinar, dibujar y cultivar plantas. Tiene mucho sentido y nos recuerda cómo nuestra cultura surgió de una estrecha relación con la naturaleza.
"Los problemas ambientales parecen lejanos"
En nuestra ciudad no pagamos alquiler, porque otra persona está usando nuestro espacio libre siempre que no lo necesitamos. Mi sala de estar se usa para reuniones de negocios cuando no estoy allí.
De vez en cuando, elegiré cocinar para mí. Es fácil: el equipo de cocina necesario se entrega en mi puerta en minutos. Desde que el transporte se volvió gratuito, dejamos de tener todas esas cosas metidas en nuestra casa. ¿Por qué tener una máquina para hacer pasta y una cocina para crepes en nuestros armarios? Podemos pedirlos cuando los necesitemos.
Esto también facilitó el avance de la economía circular. Cuando los productos se convierten en servicios, a nadie le interesan las cosas con una vida útil corta. Todo está diseñado para durar, reparar y reciclar. Los materiales fluyen más rápidamente en nuestra economía y pueden transformarse en nuevos productos con bastante facilidad. Los problemas ambientales parecen lejanos, ya que solo utilizamos energía limpia y métodos de producción limpios. El aire está limpio, el agua está limpia y nadie se atrevería a tocar las áreas protegidas de la naturaleza porque constituyen un gran valor para nuestro bienestar. En las ciudades tenemos muchos espacios verdes, plantas y árboles por todas partes. Todavía no entiendo por qué en el pasado llenamos todos los espacios libres de la ciudad con concreto.
La muerte de las compras
¿Compras? Realmente no puedo recordar qué es eso. Para la mayoría de nosotros, se ha convertido en elegir cosas para usar. A veces encuentro esto divertido y otras veces solo quiero que el algoritmo lo haga por mí. Conoce mi gusto mejor que yo misma
Cuando la IA y los robots se hicieron cargo de gran parte de nuestro trabajo, de repente tuvimos tiempo para comer bien, dormir bien y pasar tiempo con otras personas. El concepto de hora pico ya no tiene sentido; ya que el trabajo que hacemos se puede realizar en cualquier momento. Realmente no sé si lo llamaría trabajo. Es más como tiempo de pensamiento, tiempo de creación y tiempo de desarrollo.
Durante un tiempo, todo se convirtió en entretenimiento y la gente no quiso preocuparse por los temas difíciles. Fue solo en el último minuto que descubrimos cómo usar todas estas nuevas tecnologías para mejores propósitos que simplemente matar el tiempo.
"Viven diferentes tipos de vida fuera de la ciudad"
Mi mayor preocupación son todas las personas que no viven en nuestra ciudad. A los que perdimos en el camino. Aquellos que decidieron que toda esta tecnología era demasiado. Aquellos que se sintieron obsoletos e inútiles cuando los robots y la IA se hicieron cargo de gran parte de nuestros trabajos. Los que se enojaron con el sistema político y se volvieron contra él. Viven diferentes tipos de vida fuera de la ciudad. Algunos han formado pequeñas comunidades de autoabastecimiento. Otros, simplemente, se quedaron en sus casas vacías y abandonadas en pequeños pueblos del siglo XIX.
De vez en cuando me molesta el hecho de que no tengo privacidad real. A donde pueda ir y no quedar registrado. Sé que, en algún lugar, está grabado todo lo que hago, pienso y sueño. Solo espero que nadie lo use en mi contra.
Considerándolo todo, es una buena vida. Mucho mejor que el camino por el que estábamos, donde quedó tan claro que no podíamos seguir con el mismo modelo de crecimiento. Tuvimos todas estas cosas terribles pasando: enfermedades por el estilo de vida, cambio climático, crisis de refugiados, degradación ambiental, ciudades completamente congestionadas, contaminación del agua, contaminación del aire, malestar social y desempleo. Perdimos a demasiadas personas antes de darnos cuenta de que podíamos hacer las cosas de manera diferente.
Traducción y notas: Carlos Pissolito
Nota: el artículo fue presentado durante la sesiones del FED del 2017.
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