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por William Lind
Pero China y Rusia no son Irak. Son potencias nucleares con importantes capacidades militares convencionales. Queda por verse qué tan competentes son los chinos militarmente, pero podemos descubrirlo por las malas; los rusos parecen saber lo que están haciendo. Llevaron a cabo un programa sustancial y eficaz de reforma militar después de la caída de la Unión Soviética, incluido el aprendizaje de las fuerzas de la 4ta Generación en todo el mundo, fusionando algunas de sus tácticas y técnicas con las de su ejército convencional.
Ahora parece que los neo-libs están maniobrando al pobre Biden hacia una confrontación con los rusos en Ucrania. ¿Estas personas miran siquiera un mapa? La geografía dice que incluso con el apoyo de la OTAN, no hay nada seguro, podríamos, como mucho, apoyar logísticamente a dos o tres brigadas de tropas estadounidenses en Ucrania. La guerra en el corazón de Rusia (que incluye geográficamente a Ucrania) requeriría de cientos de divisiones. ¿Alguien en Washington ha oído hablar de la Operación Barbarroja? Probablemente no, ya que no se trataba de expandir los "derechos transgénero", sean los que sean.
La razón por la que Rusia está provocando problemas en la frontera oriental de Ucrania es que la OTAN amenaza con expandirse invitando a Ucrania a unirse. Sin embargo, las reglas de la OTAN dicen que ningún país con una disputa fronteriza puede unirse a la OTAN. Entonces, Rusia le ha dado a Ucrania una disputa fronteriza, que continuará mientras la OTAN juegue con Kiev. Recuerde que los Estados Unidos le prometió a Gorbachov que si Moscú disolvía el Pacto de Varsovia, la OTAN no se expandiría más al Este invitando a esos países a unirse. Y luego de que arrojamos, rápidamente, esa promesa a la papelera y expandimos la OTAN a tierras del antiguo Pacto de Varsovia. ¿Por qué debería Moscú volver a confiar en nosotros cuando se trata de ampliar la OTAN?
Además, Washington ha estado armando y entrenando a las fuerzas armadas de Ucrania. Este es un acto ofensivo estratégicamente y una política tonta porque pone en juego el prestigio estadounidense si Ucrania ataca hacia el Este. La última vez que jugamos a este juego, el país al que ayudamos a armar y entrenar, Georgia, recibió una patada en el trasero rápida y fuerte por parte del ejército ruso. Lo mismo sucederá si Ucrania lanza una ofensiva en sus regiones orientales, ahora controladas por Rusia o en Crimea.
Ese es el punto en el que temo que los neo-libs, que no saben nada de la guerra (como los neoconservadores), podrían empujar al presidente Biden a enviar tropas estadounidenses a una situación desesperada. Cuando todos terminan en un Kessel-Stalingrado ruso, primero como tragedia y luego como farsa, ¿cuál es nuestro próximo paso? ¿Ir a una guerra nuclear?
Contra cualquier oponente competente y el ejército ruso debería ser uno, el ejército de los Estados Unidos tiene una herida en el pecho que una administración demócrata ni siquiera puede reconocer, mucho menos abordar. ¿Cuál es? Mujeres, muchas de ellas, diseminadas por toda la fuerza, incluso ahora en unidades de combate. Un ejército lleno de mujeres es un ejército que será, rápidamente, derrotado si se encuentra en un combate serio. El factor clave para que los hombres luchen o no, es la cohesión de la unidad, la que se ve muy minada por la presencia de las mujeres, porque en lugar de formar una “banda de hermanos” los hombres se ven como rivales frente a las mujeres, porque esa es la naturaleza humana. La misma naturaleza que dice que muchas mujeres entrarán en pánico. Es un desastre a la espera de suceder.
Así como los neoconservadores idiotas nos dieron una guerra fallida en Irak, los neo-libs pueden vencerlos (o Trump, en 2024) al meternos en una situación militarmente imposible en Ucrania. Estamos poniendo en juego el prestigio estadounidense, paso a paso, colocándonos a la espera de una derrota que no puede demorar en llegar y que ningún ejército competente podrá evitar. ¿Cuán tontos hemos sido?
Traducción: Carlos Pissolito
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