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domingo, 13 de noviembre de 2022

Ucrania: la destrucción de un ejército



Destroying the “Mother of All Proxy Armies” in Ukraine (substack.com)



por William Schryver

El objeto de la guerra


Abraham Lincoln tras la batalla de Antientam
Desde el momento, a principios de abril, cuando las fuerzas rusas en el perímetro de Kiev comenzaron a retirarse a nuevas posiciones en el este de Ucrania, los propagandistas de guerra occidentales han estado pregonando lo que caracterizaron como la "derrota humillante" de Rusia. Como alguien que reconoció tan pronto como el 28 de febrero que el ejército ruso estaba ejecutando una finta estratégica en la capital ucraniana y sus alrededores, solo pude sacudir la cabeza y reírme de la falta de ideas de la mayoría de los mal llamados "expertos" y que han intentado vender esta interpretación de los hechos a audiencias occidentales irremediablemente ignorantes.

Recuerdo cómo, durante la Guerra Civil de EEUU, Abraham Lincoln se sintió incesantemente frustrado con su primer cuadro de generales.

Por mucho que la gran mayoría de los "expertos" militares occidentales actuales se hayan obsesionado con la conquista del "territorio" como una medida de progreso, o la falta del mismo, los primeros generales de Lincoln se centraron ilógicamente en el objetivo de "tomar Richmond", la capital de la Confederación. Esta obsesión dominó el enfoque estratégico del alto mando de la Unión durante la mayor parte de la guerra.

Lincoln, por otro lado, a pesar de que no hay evidencia de que leyera alguna vez a von Clausewitz, entendió intuitiva y correctamente que no era una ciudad, ni ningún pedazo de territorio per se, el objetivo sobre el cual sus generales educados en West Point debían enfocarse.

Más bien, instó repetidamente (y en vano) a sus generales a comprender que era la destrucción del Ejército Confederado de Virginia del Norte, comandado por el general Robert E. Lee, lo que constituía el único objetivo válido de sus acciones.

La frustración de Lincoln con esta falta de comprensión por parte de sus generales alcanzó su cenit después de la Batalla de Gettysburg de julio de 1863 cuando, a pesar de tener al ejército derrotado y desmoralizado de Lee atrapado en el lado norte del río Potomac, el general de la Unión George Meade le permitió escapar. 

Lincoln estaba fuera de sí cuando supo que Lee había cruzado el río con todas sus tropas y pudo reagruparse una vez más.

Afortunadamente, en marzo de 1864 Lincoln finalmente encontró al general que había estado buscando: Ulysses S. Grant.

General Ulysses Grant
General George Meade
General Robert Lee


Destruyendo el ejercito enemigo

Grant recibió el mando supremo de los ejércitos de la Unión y desde ese momento hasta el final de la guerra, su único objetivo fue el enfrentamiento y la destrucción del ejército de Lee.

La siguiente serie de batallas se conoció como la Campaña Overland, con ambos ejércitos maniobrando hacia el sur, pasando de un enfrentamiento sangriento a otro. Grant cometió varios errores tácticos y sufrió bajas excesivas en múltiples ocasiones. Podría, incluso, haber finalmente "tomado Richmond" y, por lo tanto, asegurado una "victoria" estratégicamente sin sentido; pero ignoró la oportunidad de hacerlo.

El enfoque de Grant nunca varió de su objetivo singular: destruir el ejército enemigo. Buscó todas las oportunidades para comprometerlo. Si perdía una batalla en particular, simplemente se retiraba momentáneamente y luego se movía para flanquear a los confederados una vez más, forzando otro enfrentamiento de fuerzas.

Esta implacable serie de batallas y maniobras finalmente culminó con el ejército de Lee buscando refugio en un enorme complejo de fortificaciones de campo y movimientos de tierra en las afueras de Petersburg, Virginia. A partir de ese momento, la artillería estriada de alta precisión de la Unión los destrozó sistemáticamente durante meses, lo que finalmente obligó a Lee a rendirse y a terminar con la guerra.

La “desmilitarización” de Ucrania

Esta ha sido precisamente la mentalidad rusa en Ucrania. Su principal objetivo, desde el principio, como lo expresó explícitamente el presidente Vladimir Putin en su histórico discurso del 24 de febrero de 2022, fue “desmilitarizar” Ucrania, destruir su ejército.

Cuando comenzó la guerra, las fuerzas ucranianas más capaces, experimentadas, mejor armadas y mejor posicionadas NO estaban en Kiev, sino en Donbass y Mariupol. Se habían estado posicionando allí durante meses, con el objetivo final de retomar el Donbass y Crimea, un objetivo que nunca estuvo lejos de la mente de los líderes ideológicos y políticos de Ucrania.

El Mar Negro y sus alrededores

De hecho, hablaron de ello abiertamente y sin reservas. Creían firmemente que sus fuerzas armadas, después de ocho años de preparación, había llegado a un punto en el que eran capaces de lograr ese objetivo.

Sus benefactores en la OTAN les animaron a creer esto, porque también era el mayor sueño de la OTAN levantar sus banderas sobre la base naval de Sebastopol y, por lo tanto, ejercer el dominio sobre todo el Mar Negro y el Bósforo.

De conformidad con este y muchos otros objetivos geoestratégicos, entre ellos detener el resurgimiento ruso, la OTAN había estado proporcionando armas a Ucrania durante años y esos envíos de armas se ampliaron y aceleraron drásticamente a finales de 2021.

Decenas de miles de soldados ucranianos habían sido entrenados en el uso de estos armamentos de la OTAN. Y, como cualquiera que prestara atención, sabía que miles de agentes de inteligencia occidentales, fuerzas especiales y contratistas mercenarios (principalmente estadounidenses, británicos y franceses) estaban integrados en las fuerzas ucranianas de primera línea, donde varios, desde ese entonces, han sido asesinados o capturados, aunque todavía queda un contingente sustancial.

Muchas de estas tropas occidentales están allí principalmente para coordinar la recepción, interpretación y uso "procesable" de datos "ISR" (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) altamente preciados e incluso secretos de los EEUU/OTAN.

La madre de todos los ejércitos proxy

El ejército que los Estados Unidos y la OTAN construyeron en Ucrania, a principios de 2022, se había incrementado hasta convertirse en la fuerza terrestre más grande y mejor armada de Europa. Según casi todas las métricas, era más potente que los ejércitos combinados de Alemania, Francia e Italia.

Ejércitos europeos 2022

El ejército ucraniano se creó, específicamente, para servir a los intereses del Imperio estadounidense en su objetivo establecido desde hace mucho tiempo de paralizar a Rusia y evitar que pueda volver a ejercer una influencia global; para proceder a su desmembramiento final y reducirlo a un pequeño fragmento de su estado y gloria anteriores: para realizar el objetivo geopolítico expresado en el popular juego de mesa de la era de la guerra fría RISK (1), que borró a Rusia del mapa mundial.

La decisión rusa de invadir Ucrania a fines de febrero de 2022 estuvo motivada y basada en todos estos factores en conjunto y se vio acelerada por los ataques de artillería ucranianos generalizados en la región de Donbass que habían comenzado semanas antes.

Destruir esta poderosa “Madre de todos los ejércitos proxy” que los Estados Unidos y sus socios de la OTAN habían construido metódicamente en sus fronteras era, lógica y manifiestamente, el principal objetivo de Rusia.

No había otro.

La eliminación de esta amenaza sustancial en su puerta literal fue comprensiblemente vista por los rusos como un imperativo existencial.

Destruyendo a la madre de todos los ejércitos proxy

Y, para lograr mejor ese objetivo, efectuaron una clásica estratagema rusa para impedir la posibilidad de que las fuerzas en el norte de Ucrania reforzaran a las del este y sur de Ucrania una vez que comenzara la lucha.

ESTA es la razón por la que llevaron a cabo la elaborada operación de "finta y arreglo" en Kiev y sus alrededores.

Y, considerando todas las cosas, funcionó perfectamente.

Dicho esto, es fundamental entender que las fintas más grandes y efectivas deben ser convincentes. Y, para ser convincentes, muy a menudo corren el riesgo de ser costosos. Las mejores fintas se basan en un análisis de costo/beneficio cuyo “beneficio” a menudo representa el principal objetivo de una guerra.

En el caso de la operación finta y arreglo en Kiev, hubo un costo sustancial, aunque no fue tan costoso como los propagandistas de guerra occidentales han tratado de retratarlo. Esto se debe a que gran parte de la finta consistió en demostraciones de intención, en lugar de acciones concretas.

Por ejemplo, después de lograr el dominio aéreo en los primeros días de la guerra, los rusos reunieron una enorme columna blindada y la condujeron casualmente por la carretera principal desde el norte hacia Kiev. Luego, esencialmente lo estacionaron allí durante muchos días, fingiendo ocasionalmente que se dirigían en una dirección u otra, antes de finalmente retirarse a sus propias fronteras y barrer para unirse a las fuerzas que se preparaban para lanzar la ofensiva principal en el Donbass.

Todo lo que hizo al norte de Kiev fue pura apariencia. No se derrumbaron; sus tropas no huyeron; no se quedaron sin gasolina. Fue solo una "gran finta".

Incluso Bielorrusia ayudó en el teatro reuniendo tropas y vehículos, moviéndolos agresivamente al otro lado de la frontera con Ucrania y haciendo amenazas veladas de unirse al asalto ruso en Kiev, lo que, por supuesto, nunca hicieron, porque nunca hubo tal asalto. imaginado Y estas manifestaciones agresivas de Bielorrusia cesaron una vez que los rusos concluyeron la operación finta y movieron sus fuerzas hacia el sureste.

El resultado de esta operación fingida fue que, en el transcurso de varias semanas, los rusos efectivamente "fijaron" más de 100.000 soldados ucranianos y su equipo en las cercanías de Kiev, tomaron el control de los nodos y corredores de transporte clave entre Kiev y el Donbass, y llevó a cabo simultáneamente una gran ofensiva para rodear y aniquilar al grupo del ejército ucraniano de 20.000 efectivos en Mariupol, una ciudad portuaria altamente estratégica en la costa del Mar de Azov.

Si bien los refuerzos potenciales permanecieron ociosos e inmóviles en Kiev y sus alrededores, la poderosa fuerza en Mariupol fue rodeada metódicamente y aniquilada sistemáticamente en una operación que estoy seguro será estudiada en las escuelas de guerra durante generaciones como una de las más impresionantes acciones de guerra urbana jamás ejecutadas.

Los rusos revirtieron por completo la proporción de bajas generalmente aceptada entre atacante y defensor y lo hicieron contra un enemigo protegido dentro de fortificaciones masivas y complejas que habían preparado durante años dentro de la planta siderúrgica de Azovstal.

Mientras todo esto sucedía, las fuerzas rusas y sus aliados de las repúblicas de Donetsk y Lugansk se dedicaron a “dar forma al campo de batalla” en la región de Donbass en previsión de la siguiente y más importante etapa de la guerra.

Tenga en cuenta que las fuerzas ucranianas en Donbass habían pasado ocho largos años construyendo una elaborada serie de fortificaciones reforzadas en la región con el objetivo de resistir un ataque ruso e infligir graves daños cuando lo hicieran.

Por supuesto, los rusos sabían todo esto y claramente planearon un curso de acción diseñado para superar las ventajas que obtuvieron los ucranianos como resultado de sus fortificaciones y sus reprobables tácticas de usar civiles y sus viviendas como escudos.

Tal como están las cosas aquí a principios de julio, ahora es indiscutible que la operación rusa en el Donbass ha sido una victoria abrumadora. Es, en mi opinión, la gestión más impresionante de un campo de batalla casi urbano en la historia moderna. La fuerza original, compuesta por más de 60.000 de los soldados mejor entrenados y mejor equipados del ejército ucraniano, ha sido efectivamente destruida. Han sufrido pérdidas catastróficas de sus cuadros profesionales experimentados y formados por la OTAN. Sus pérdidas masivas de personal han sido repuestas parcialmente por tropas de milicias territoriales mal entrenadas, pero sus pérdidas aún más masivas de armamento pesado no pueden reponerse.

Describí la estrategia y las tácticas rusas en una publicación anterior:

Aquí hay un breve resumen del enfoque táctico ruso de la Batalla del Donbass:

Paso #1: Unidades de reconocimiento avanzadas (a menudo en fuerza, con docenas o cientos de drones en el aire) para evaluar la situación; dirigir el fuego; transmitir a los comandantes videos sin procesar y coordenadas geográficas.

Paso # 2: con enjambres de drones directores de tiro desde lo alto, retransmitiendo videos de ataque en tiempo real, proceden a devastar las fortificaciones con artillería remolcada y móvil, sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple (en fuerza y ​​precisión) e incluso municiones termobáricas horribles para objetivos, particularmente, resistentes.

Dejar que el humo se aclare.

Repita el Paso #1.

¿Aún se mueve algo allí?

Repita el Paso #2.

Repita el Paso #1.

¿Cadáveres por todas partes?

Paso #3: Envíar tanques e infantería para limpiar.

Mover a la siguiente serie de fortificaciones.

Y así sucesivamente…

Es por eso que Ucrania, ahora, sufre cientos de muertes en batalla todos los días. Y por qué, durante meses, los rusos han sufrido muy pocas bajas, al menos una proporción de 1 a 10 y muy probablemente mucho menos bajas.

La artillería (con ataques aéreos ocasionales y con misiles de precisión) está librando todo el combate.

El objetivo ruso NUNCA fue “tomar Kiev”. He escuchado todos los argumentos y racionalizaciones en sentido contrario. Son demostrablemente falaces. El principal objetivo ruso SIEMPRE fue destruir el ejército ucraniano, cuyos grupos más potentes estaban posicionados en el Donbass y en Mariupol. Y lo han hecho INTEGRALMENTE.

También estoy convencido de que la "desmilitarización" seguirá siendo el objetivo ruso en Ucrania hasta que los ucranianos supliquen rendirse, aceptando cualquier condición que propongan los rusos.

Solo entonces se decidirá la disposición del territorio de una vez por todas, y si el mapa incluye un topónimo para una Ucrania soberana, probablemente se verá así:

Probable mapa final de Ucrania


Solo podemos esperar que los fanáticos desesperados de #EmpireAtAllCosts en Londres y Washington no cometan un error fatal en sus inútiles intentos de retener la hegemonía frente a un mundo multipolar resurgente.

Traducción y notas: Carlos Pissolito

Notas:

(1) El juego de mesa RISK es similar al TEG. 

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