¡ESTO ES la GUERRA!

As I Pease...

por Martin van Creveld

Como sabe cualquiera que haya pasado por ella, la guerra es el dominio de la confusión. Algunas personas no ven al enemigo cuándo y dónde está (esto es lo que nos pasó a nosotros en Israel). Otros lo “ven” cuando y donde no está. Los nervios de todos están al límite, lo que hace que se comporten de forma un tanto extraña y, a menudo, hace que la comunicación mesurada y coherente sea casi imposible. Abundan los rumores, la censura, la desinformación y el simple engaño. Obstruido por la censura, aclarar la confusión para tener una imagen adecuada de lo que está sucediendo puede llevar semanas, meses, años o incluso décadas. De hecho, cuantas más pruebas surgen, mayor es la dificultad de analizarlo todo y darle sentido.

Sin embargo, el hombre es el animal explicativo. Su enorme cerebro anterior significa que no puede existir sin algún tipo de andamiaje que explique lo que sucedió, por qué sucedió y qué es probable que suceda a continuación. A falta de una explicación real, primero inventará una irreal y luego, repitiéndola, se convencerá de que es cierta. Aún así, a riesgo de que todo lo que digo sea rápidamente refutado, intentaré plantear algunas preguntas que me han hecho y mis respuestas a ellas.

Hamás tomó totalmente por sorpresa la inteligencia militar israelí, supuestamente la mejor del mundo.¿Cómo pudo pasar esto?

Es como dice Nietzsche: una gran victoria vuelve estúpido al ganador y astuto al perdedor.

¿Puede explicarlo?

Sí. Parece haber sido una cuestión de imagen especular. El enfrentamiento con Hamás dura ya unos veinte años. Como las FDI eran muy superiores a Hamás, cada enfrentamiento terminaba en algún tipo de victoria para Israel (o al menos eso decían el gobierno y el estado mayor, atentos a las relaciones públicas). A medida que las “victorias” se acumulaban unas sobre otras, crecía la confianza de Israel en que podría manejar este tipo de ataque. Apenas unos días antes de que el cielo se hundiera el 7 de octubre, la inteligencia militar le decía al “escalón político” (como decimos aquí) que Hamás estaba siendo “disuadido” y no quería nada más que tranquilidad. Pinchado, tal vez, por algunos pinchazos para demostrar que todavía existía y que tenía algo que decir.

Hoy es miércoles, 17 de octubre y duodécimo día de la guerra. ¿Cuál es la situación ahora?

Hasta donde puedo ver, lo peor para Israel ya pasó. El país ha quedado en pie de guerra, con la evacuación de muchos asentamientos fronterizos con la Franja de Gaza. Las reservas, 300.000 en total, han sido convocadas y se están desplegando para actuar. Sobre todo, el elemento sorpresa ha desaparecido.

Obviamente, la primera tarea es garantizar que no queden más terroristas sueltos dentro de Israel, un proceso lento y, en términos de personal necesario para registrar cada piedra, costoso. Mientras tanto, no hay duda de que el poder aéreo de Israel seguirá bombardeando objetivos de Hamás en la Franja de Gaza. De hecho, puedo escuchar los aviones volando en el cielo.

¿Cómo afectó al curso de la guerra la destrucción del hospital al-Ahli en Gaza?

Nosotros, es decir, hombres (y mujeres), tenemos una fuerte tendencia a abalanzarnos siempre sobre los últimos acontecimientos como los más importantes de todos. Después del ataque al hospital, Hamás se apresuró a culpar a Israel, haciendo que los enemigos de este último saltaran de alegría y provocando que los israelíes temieran por el apoyo internacional que su país necesita con tanta urgencia. Una vez que resultó que fue un cohete disparado por la Jihad Islámica el que causó el daño y mató a la gente, las cosas volvieron más o menos a la "normalidad". Es decir, ambas partes se apegan a su estrategia. Hamás al enviar cohetes a Israel con la esperanza de matar y herir al mayor número posible de personas. Y el ejército israelí, al tratar de “atrapar” a tantos terroristas como sea posible para que dejen de hacerlo. (1)

El presidente Biden visitó Israel y permaneció unas cinco horas. ¿Qué ha conseguido?

El objetivo original de la visita era a. Demostrar el apoyo estadounidense a Israel; b. Ayudar a conseguir asistencia humanitaria a los residentes de Gaza; c. Reunir a los líderes palestinos, jordanos y egipcios con la esperanza de encontrar algún tipo de solución a la crisis. Es posible que se hayan logrado el primero y el segundo de estos objetivos, al menos hasta cierto punto. En cuanto al tercero, ningún avance.

¿Habrá una invasión israelí a gran escala de la Franja de Gaza?

Espero que no. La Franja es uno de los terrenos más poblados y urbanizados del mundo. Por si fuera poco, la población se encuentra entre las más jóvenes: la mitad tiene menos de diecinueve años. En innumerables casos, una combinación de desempleo y escasez crónica significa que estas personas no tienen nada que perder, lo que aumenta su odio hacia Israel y los convierte en blancos fáciles para los reclutadores de Hamás.

Como lo demostraron, por ejemplo, los asedios de Leningrado y Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial, el terreno urbano, siempre que esté adecuadamente defendido, puede presentar al atacante problemas formidables. Cuanto más se adentra en él, mayores son sus problemas. Como conseguir suministros y refuerzos, emboscadas, evacuar a los heridos, etc.

¿Qué tal Hezbollah en el Líbano? ¿Se unirá a la contienda o se quedará fuera?

Muy difícil de decir. Hezbollah es una organización secreta y notoriamente difícil de penetrar. Hasta ahora sus líderes han sido casi furiosos en sus declaraciones de apoyo a Hamás; en los últimos días, sus ataques contra Israel han ido en aumento. Parecen estar tanteando el terreno, un juego peligroso que puede intensificarse en cualquier momento.

¿Siria e Irán?

Tras doce años de guerra civil más o menos intensa, Siria apenas cuenta con fuerzas armadas dignas de mención. Lo que tienen está muy ocupado luchando contra sus enemigos internos. Los iraníes brindaron apoyo político y logístico y pueden haber ayudado a Hamás a planificar el ataque. Actualmente están haciendo todo tipo de ruidos amenazantes. Sin embargo, y tal vez porque les preocupa una posible amenaza estadounidense y/o una escalada nuclear, parecen haber hecho poco para convertirlas en realidad.

¿El resto del mundo árabe?

La guerra plantea un dilema a los gobiernos árabes. Por un lado, antes de que comenzaran las hostilidades, cada vez más cada uno de ellos firmaban la paz con Israel o avanzaban poco a poco para hacerlo. Por otra parte, muchos han estado sintiendo la presión de sus pueblos, que están menos inclinados a la paz que sus gobiernos. Si continúan las hostilidades en Gaza y sus alrededores, ciertamente se pueden esperar repercusiones políticas negativas, incluida, en los casos en que esto sea relevante, la ruptura de relaciones diplomáticas. ¿Pero la guerra? Sólo en caso de que Israel asista a un colapso inminente.

¿El “sistema” internacional?

Muchos países están involucrados. Incluyendo, además del Líbano, Siria e Irán, Jordania, Arabia Saudita, Estados Unidos, Rusia, China y la UE. Estados Unidos ha prometido apoyar a Israel. Sin embargo, los antecedentes (Vietnam, Irak y Afganistán (dos veces)) hacen que esta promesa parezca algo dudosa. Rusia y China están aliados con Irán, pero afortunadamente hay límites a lo que pueden hacer. ¿Y la UE? Como soy holandés, utilizaré una expresión holandesa para describirlos: "klootzakken" (soretes). Cobardes desesperados que sólo pueden hablar.

¿Crees que esto puede ser el comienzo de una tercera guerra mundial?

Considero que es una posibilidad remota. Pero sí, podría serlo.

Volviendo a Israel y Hamás, ¿quién va a ganar?

La victoria significa quebrar la voluntad del enemigo para que deje de resistir. Por el momento no veo que esto suceda en ninguno de los lados; O están demasiado ansiosos por intentar explotar el éxito (Hamás) o están demasiado ocupados lamiéndose las heridas y restableciendo el equilibrio (Israel). Siendo así, se aplicará el dicho de Voltaire sobre la batalla imaginaria entre ávaros y búlgaros. Ambos cantarán victoria, cada uno en su propio campamento.

¿Qué puede enseñarnos esta lucha sobre el futuro de la guerra?

En mi libro más conocido, "La transformación de la guerra" (1991), sostuve que el futuro de la guerra era la guerrilla y el terrorismo. Esta predicción parece hacerse realidad, ¿no?

En un mundo que cambia rápidamente, cada vez que estalla una guerra los medios de comunicación se ven inundados de relatos de las maravillas tecnológicas que ha generado. Eso es comprensible; sin embargo, desde un punto de vista más amplio, se podría argumentar que la lección más importante es que la guerra sigue siendo guerra. Incluye su naturaleza de encuentro violento entre dos (o más) beligerantes, cada uno de los cuales es, al menos en parte, libre de hacer lo que le plazca; los enormes desafíos, físicos y mentales, que plantea a quienes lo dirigen y lo combaten; sus raíces son el interés por un lado y el puro odio por el otro; su tendencia a mostrar las cualidades más brutales del hombre y difundirlas; su tendencia a escalar y, al hacerlo, escapar no sólo del control político, sino de cualquier tipo de cálculo racional; el papel que juegan el sigilo, el engaño y la sorpresa; su dependencia de la composición social de las sociedades que lo libran; y muchas otras cosas que, en conjunto, contribuyen tanto a darle forma como cualquier cantidad de computadoras, misiles y drones.

Traducción y nota: Carlos Pissolito

Nota:

(1) Al momento se desconoce con certeza el autor de la destrucción del hospital Bautista de Gaza. De hecho, Joe Biden, habló de "explosión" y puso en potencial que "habría sido el otro lado" el autor. Por otro lado, la magnitud de la detonación parecería descartar el empleo de un cohete artesanal y todo parece indicar que se trató de una bomba de aviación de 2000 lbs.