Estrategia - Relaciones Internacionales - Historia y Cultura de la Guerra - Hardware militar. Nuestro lema: "Conocer para obrar"
Nuestra finalidad es promover el conocimiento y el debate de temas vinculados con el arte y la ciencia militar. La elección de los artículos busca reflejar todas las opiniones. Al margen de su atribución ideológica. A los efectos de promover el pensamiento crítico de los lectores.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Recambio presidencial: La importancia de los ritos.












Los Antiguos que nos precedieron y de los cuales heredamos todas nuestras instituciones. Desde la República hasta los derechos individuales. Le daban una primordial importancia a los ritos.
Simplemente, porque  entendían que mediante ellos, se comunicaban con sus dioses, con la mismísima divinidad.
En este sentido, un romano jamás hubiera emprendido una empresa, desde casarse hasta ocupar una nueva casa sin cumplir con una estricta liturgia.  El no respetar a uno de ellos le costó la vida a Remo en manos de su propio hermano, Rómulo.

Igualmente, el Estado romano no se hubiera atrevido a declarar la guerra o entronizar a un nuevo cónsul sin una complicada serie de ellos.

El hombre moderno, desde la Revolución Francesa, se ha creído libre de estas ataduras. En realidad, las ha reemplazo por otras. Del culto del variado Olimpo romano se pasó a la idolatría de la diosa razón.

Esto responde a un sentimiento muy profundo y arraigado en el corazón de los hombres. El creer que hay cosas que por su propia importancia, no dependen totalmente de su voluntad, sino de la de los dioses.

Por estos motivos, el sainete desatado con nuestro próximo relevo presidencial no es poca cosa. Ni algo valadí.  Por un lado, el egoísmo de los que entregan quiere negarle con sus desplantes el gozo de estos ritos al vencedor. Por otro lado, la estulticia modernista de quien debe recibir estos honores le impide exigirlos como corresponde.

Todo ello, para un romano no podría constituir otra cosa que un mal augurio para el nuevo gobierno. Para ellos todo lo que empezaba mal no podía terminar de otra manera. Esperemos que, una vez más, el excepcionalismo argentino nos libre de este determinismo. 

Para los no creyentes en estas cosas les digo que este sainete ya ha tenido consecuencias. A la par de nuestro lesionado prestigio internacional. De hecho, nadie del nuevo o del viejo gobierno lo fue a recibir, hoy, al Rey de España en su llegada al país.  Igualmente, otras cosas podrían pasas. Por ejemplo, en caso de una grave emergencia que pudiera tener lugar. ¿Quién tendría a sus cargo la crucial toma de decisiones?


Como vemos, por algo, los romanos edificaron y mantuvieron instituciones que aún, hoy, nos siguen enseñando cómo proceder. 

El Administrador.

No hay comentarios: