MISCELANEAS POLITICAS

ENTRE LA JAURÍA Y LOS ENSIMISMADOS

por Carlos Pissolito

La prudencia es la virtud del obrar por antonomasia. Los Antiguos creían que hasta los animales superiores la tenían en grado incipiente y la llamaban sindéresis. Un etapa superior del instinto.
Así la gacela que se despierta en la sabana africana sabe que su supervivencia estriba en ser más rápida que el león más rápido con el que se encuentre ese día; mientras que el rey de los animales sabe que tiene que ser más veloz que la gacela más lenta con la que se cruce para poder comer esa jornada.

Como gacelas o como leones, también, nosotros necesitamos de una particular prudencia. Aunque nuestro problema sea un poco más complicado que el de los animales mencionados.


A nosotros nos acechan, por un lado, los ensimismados que nos gobiernan y la jauría que nos rodea, por el otro.

Decimos ensimismados, porque se trata de personas que tienen sus respectivas vidas solucionadas desde hace tiempo. Las han tenido así desde la cuna. Colegios exclusivos, barrios cerrados, autos con chófer, guardaespaldas han sido los barrotes dorados en los que han vivido toda su vida. Ergo, no debería extrañarnos que poco sepan de nuestra vidas Ni siquiera a cuanto asciende una jubilación mínima u otros detalles menores que torturan nuestras existencias.

Lejos de los ensimismados, estamos nosotros, rodeados por una jauría que no tiene nuestros valores, pero que pretende "compartir" nuestras pertenencias. Ya sea por el lado blando de la extorsión piquetera o por el duro del delito rampante, arma en mano.

En pocas palabras, somos como las ovejas del rebaño, rodeado de lobos y de perros salvajes. Me pregunto si no ha llegado la hora de que nos consigamos o que nos convirtamos en los perros pastores que nos defiendan de ambos.

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TU TAMBIÉN BRUTO!!!

por Carlos Pissolito

No en vano el genial dramaturgo que fuera William Shakespeare le hace decir a Julio César, al recibir una catarata de puñaladas de sus enemigos: "Tú, también, Bruto." Lo que lo sorprende al cónsul, no es el ataque de sus enemigos, sino el golpe final asestado por su hijo adoptivo, Lucio Junio Bruto.
Hoy como ayer la literatura y la historia se nos anticipan.

No por nada transcurrimos, sincrónicamente, por los idus de marzo. Aquella fatídica fecha en la que el dictador no solo no escuchó el aviso del vidente. Como si fuera poco, de paso, se burlo de éste. Aunque el nefasto día aún no había terminado para el César y para sus enemigos y parientes.

Lejos de ser Roma y de que nuestro personaje principal se encuentre a leguas de la estatura moral de quien pusiera fin a la República para entreabrir las del Imperio. No pueden pasarse por alto los sincronismos y las enseñanzas.

Lo hemos intuido desde un principio y lo repetimos ahora. Si este gobierno fracasa no será por la perfidia de sus enemigos, sino por el desamor de sus íntimos.

Nos enteramos por la prensa que los hijos y los hermanos del presidente que son los titulares de las acciones del estatizado Correo Argentino acaban de presentarse ante la Justicia para reclamarle al Estado una indemnización de U$ 400 Millones.

Una verdadera puñalada al "High Moral Ground" presidencial.  Ya lo recomendaba el genial director de películas de misterio, Alfred Hitchcock: "a un amigo jamás le des la espalda." Habría que agregarle a un pariente.

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LA POLÍTICA, LA ANTIPOLÍTICA Y LOS NEGOCIOS.

por Carlos Pissolito


Tal como sucede en una obra de teatro o en una buena película para entender la trama y su posible desenlace hay que entender la personalidad de los personajes.

Esta representación que hoy llamamos Argentina tiene el formato de una ópera bufa, pero en cualquier momento puede transformarse, por el aburrimiento de la platea y de la popular,  en una tragedia griega.

Hay diversos tipos de personajes. Por ejemplo, tenemos a los políticos-ladrones que en contraposición al ideal de la política en función del bien común, la transforman en un estricto usufructo personal.

Otro que supuestamente se diferencia del anterior es el político empresario. Se contrapone al anterior por su ausencia de pasado y por la pureza de las formas. Sin embargo, comparten ambos aquello que la caridad bien entendida empieza por uno y sigue por la familia.

El narco-intendente de Itatí es un crudo ejemplo de la primer tipología, el joven alcalde organizador de recitales de Olavarría de la segunda. Aunque hay figuras de mayor renombre en cada una de las categorías y que todos podemos identificar.

Entre ambos se erige el político que ha hecho de la política una profesión. Con su dentadura y con su vida arreglada es un manager de su propio marketing. En pocas palabras es una justa mezcla de los dos anteriores.

Comparten el escenario con los protagonistas y los antagonistas dos coros. Uno, ubicado a la derecha, es el de los satisfechos, el otro, a la izquierda, es el de los insatisfechos.

El problema es que el segundo de ellos amenaza con tomar y con terminar violentamente con la representación. Por su parte, el primero comienza a cansarse con aquello de tener que pagar siempre con los gastos de la obra.

Finalmente, ambos amenazan con unirse bajo la consigna de "que se vayan todos" y terminar con la sucesiva alternancia entre los políticos-ladrones y los empresarios-políticos.

 La mano la alza quien aporta, mientras la cabeza la inclina quien recibe.

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DEMOCRACIA CANÍBAL

por Carlos Pissolito

Se junta casi medio millón de personas para disfrutar de un recital. Un cantante famoso, una productora y una intendencia lucran. Pero, ninguno de ellos, incluidos el estado provincial y el nacional se preocupa por cuidar a los asistentes. Me pregunto si no estamos frente a un sistema caníbal que se devora a sus hijos.

La piedra de toque de todo sistema político. Desde la monarquía hasta la democracia pasando por todas las variantes y corrupciones posibles de la dictadura, la aristocracia y la oligarquía. Es la prosecución, o al menos, la simulación, del Bien Común.

No hacerlo es políticamente suicida. Ejemplos sobran en nuestra historia y en la ajena. Su sucesión en el tiempo lleva a la decadencia de los pueblos que la toleran.

Nosotros los argentinos vivimos y sufrimos los excesos y los delirios del Proceso de Reorganización Militar.

Luego, los 34 años de democracia nos peguntamos, lícitamente, donde estamos parados hoy.

Del primero se han hecho numerosos inventarios para beneficio de algunos. Hoy, pocos se atreven hacerlo de la segunda.

Alguien nos dijo que con ella se curaba, se educaba y se comía. Hoy sabemos que durante  el primero, el nivel de pobreza no llegaba al 10%, mientras que hoy supera al 30%.
Nos explicaron y aceptamos que hacer desaparecer a 30.000 personas era un genocidio. Me pregunto hambrear a 13 millones qué es.
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