“...La excelsa virtud de la Guerra es estar basada en el ENGAÑO...”
CHIANG KAI-SHEK
por Sebastián Tepedino - Especial para Espacio Estratégico
La pequeña y apacible quietud de la Ciudad de Salisbury, sempiterna, medieval y gótica, se vió conmovida, pues fué el epicentro de una crisis diplomática sin precedentes entre el Reino Unido y Rusia, tras el envenenamiento de Serguéi Skripal, ex-doble agente y de su hija Yulia Skripal atacados en dicha ciudad con un Agente Neurotóxico de Grado Militar denominado “Novitchok” o “Novichok”.
En la apariencia, el Caso Skripal, está rodeado de todos los ingredientes del espionaje de vieja factura, sea métodos y prácticas de la Guerra Fría, sea operando al abrigo de la secretividad; empero en este caso, lo que se percibe en la forma, como un accionar cargado de las más altas cotas de la vieja metodología de “silenciamiento ruso”, en el fondo, deja traslucir que nada es lo que parece, y más tratándose de situaciones que involucran a espías, ex-espías, servicios de inteligencia de potencias como Gran Bretaña y Rusia. Enrique Martínez Codó solía expresar que en los casos de espionaje, “...El tiempo pasa, pero las malas costumbres quedan...”, si lo ponemos en contexto con el incidente en Salisbury, al asimilarlo lo primero que haremos es apelar a la memoria, a los antecedentes, y el registro que se nos presenta le es completamente desfavorable a MOSCU, puesto que el método predilecto para silenciar a sus enemigos, sean dobles-agentes, espías, ex-espías y disidentes ha sido la utilización de silenciosos pero mortíferos venenos, metales pesados, agentes nerviosos etc etc, ello no obsta para soslayar que la Inteligencia es una densa y engañosa “Selva de Espejos”, en honor a ello, trataremos de abordar el asunto hilando un poco más fino.
Antecedentes, Cronología, Hechos
Para poder aquilatar las bases de este lóbrego y sombrío caso, presentado por Londres como “The Salisbury Incident” (El Incidente de Salisbury) es necesario apelar a la memoria. Empezar por los inicios, nos retrotrae a la década del '90, corría el año 1995 cuando los Servicios de Inteligencia Británicos (SIS) reclutaron a Serguéi Skripal, quién, a la sazón, revistaba vistiendo sus mejores galas como Coronel en el GRU, la temible Inteligencia Militar Rusa. En 2004, ya en situación de retiro, el Ex-Coronel del GRU fué arrestado por la Contrainteligencia Rusa, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) luego de que se cotejara la información recabada durante su servicio activo, donde se tomó conocimiento de su reclutamiento por parte de la inteligencia británica y de su participación en la filtración de información hiper-sensible y de secretos de estado. En 2006, Skripal fué condenado a 13 años de prisión, en 2010 fué indultado a instancias del entonces Presidente Dimitri Medvédev. Tras su liberación, Skripal decidió exiliarse en Reino Unido.
El 04 de Marzo de 2018, Serguéi Skripal y su hija fueron hallados en estado de desvanecimiento dentro de un Banco en el Centro Comercial “The Maltings”, ubicado en Salisbury, tras haber sido enveneados con una sustancia altamente tóxico. Posteriormente, unos dias después las autoridades locales informaron que se trataba de un envenenamiento efectuado con un agente neuroróxico de grado militar. La repercusión fué inmediata, agencias noticiosas, redes sociales, portales y prensa gráfica levantaron la noticia especulando sobre la participación de Rusia en el ataque. El 12 de Marzo, la Primera Ministro Británica Theresa May responsabilizó a Rusia aduciendo que tenían las pruebas e informes de inteligencia de que el ataque había sido llevado a cabo utilizando “un agente neurotóxico de factura militar fabricado en Rusia” identificado como “Novichok” de acuerdo a las conclusiones del Centro de Defensa de Armas Químicas de Porton Down, localidad aledaña a Salisbury, sus declaraciones fueron refrendadas por su Canciller Boris Johnson, ante lo cual Londres dió un Ultimátum de 36 horas para que Moscu revelara cuales fueron sus implicancias y explicara lo acontecido.
Londres indicó que los acontecimientos de Salisbury no representaban sólo un ataque faccioso librado contra un antiguo ex-espía, sino que descifraban una mecánica artera acometida para asesinar personas en suelo británico poniendo en peligro la vida de los civiles, y aseguró que la utilización del gas nervioso fué indubitablemente propiciada por Moscu. Por su parte Rusia rechazó las acusaciones tildándolas de “provocativas”, “febriles” e “insensatas”, y denunció que Londres construyó un “relato unidireccional” tendiente a responsabilizar a Moscú, en consonancia con ello, funcionarios diplomáticos del Kremlin señalaron que Londres vulneró abiertamente las resoluciones de la Convención de Armas Químicas, al obstaculizar la participación de Moscú en los análisis de muestras del agente neurotóxico. El 14 de Marzo, la Primera Ministro May anunció una batería de medidas y represalias contra Rusia, al calificarla como “responsable” del incidente, entre ellas se decidió la expulsión de una veintena de diplomáticos rusos, congelamiento de activos de empresas y limitación de la actividad comercial rusa en territorio británico, tres dias después, el 17 de Marzo, Moscú aplica reciprocidad de acciones y expulsa a 23 diplomáticos británicos para entrar en paridad en la crisis diplomática. A la posición británica se sumaron posteriormente los Estados Unidos, Francia, Alemania y otros países europeos, quienes aplicaron medidas restrictivas recortando la cantidad de personal diplomático ruso en las embajadas en suelo extranjero.
El 03 de Abril, El Jefe del Laboratorio británico de Porton Down, Gary Aitkenhead, anunció que sus integrantes no pudieron determinar fehacientemente en qué país se fabricó el agente nervioso “Novichok” contradiciendo las propias palabras de la Cancillería británica que en un “tuit” habían aseverado “...El análisis realizado por expertos de nivel mundial del Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa de Porton Down dejó en claro que se utilizó un agente nervioso de grado militar producido en Rusia...”.
El incidente continúa en curso, las acusaciones son mutuas y el fuego cruzado es intenso, sin embargo hay una hojarasca de confusión y falsedad que le quita crédito a las informaciones y denuncias que provienen de Londres, en INTELIGENCIA las lógicas no siempre insumen veracidad, en INTELIGENCIA, no siempre el hilo conductor ni lo que se presume como una evidente lógica secuencial implican un hecho genuino, la INTELIGENCIA no es una avenida de doble mano, en inteligencia nada es bidireccional y siempre en los derroteros hay una intencionalidad manifiesta que busca orientar las capacidades hacia el objetivo deseado. Sin emitir juicios de valor y sin pretender expurgar a los fieles y viejos métodos rusos, nos es dable evaluar que en asuntos de inteligencia, asuntos entre espías, la probabilidad de ocurrencia no permite nunca una aceptación de entrada ni un rechazo a priori, todo se difumina en ese manglar de espejos, lo cual requiere un meduloso sistema de analísis que considere todas las variables, el conocimiento abisal del aspecto psicosocial del quehacer humano, por lo que, en lo que concierne al “Affaire Skripal”, tanto en Reino Unido, en Estados Unidos y NOTABLEMENTE la Unión Europea, comienzan a tomar, a título personal, la curva descendente de uno de los errores de la Inteligencia: Las Ideas Preconcebidas.
La Inteligencia: El campo fecundo de lo inimaginable
Ahora bien, es menester descifrar ¿qué pasó en Salisbury?, puesto que Londres se empeñó en acusar enérgicamente a Moscú de estar detrás del ataque, como si dispusiera sobre sus espaldas de un amplio abanico de pruebas al canto, que por su abrumadora contundencia, no permitirían réplica alguna, todo el entramado prima facie evidenciaba el recurso a las viejas mañas del espionaje soviético, sin embargo las horas, los dias fueron corriendo, y la aseveración de la intervención rusa en el ataque se fué diluyendo en un mar de dudas de la diplomacia británica, a tal punto que las naciones aliadas que apoyaron inicialmente la moción británica, navegando en aguas procelosas, ahora lo están haciendo en aguas cautelosas. En ese caso ¿qué podemos decir sobre este incidente?.
En primer lugar, se sabe que en Inteligencia, podemos INFERIR aunque no podamos PROBAR, puesto que esta disciplina por desenvolverse en un medio sumamente complejo, permite disponer de indicios que pueden configurar evidencias, luego de un proceso de refinamiento, de cotejar informaciones entre los medios y las fuentes, el resultado es el bosquejo de numerosas situaciones que por su grado de probabilidad de ocurrencia, INTEGRADAS con todos los elementos que se fueron recabando, permitirán al Analista de Inteligencia elevar las conclusiones al Decisor para actuar PROACTIVAMENTE, anticipando o REACTIVAMENTE, respondiendo a una AMENAZA, prediciendo EJES DE AVANCE y CURSOS DE ACCIÓN ajenos y fijando los propios. El Caso Skripal, por sus implicancias, y por los antecedentes registrados en el tiempo, parecen apuntar a la metodología soviética de liquidación de blancos de inteligencia, las famosas “OPERACIONES HÚMEDAS”, por lo que es dable asignarle un alto grado de probabilidad de ocurrencia, habida cuenta de los patrones históricos de conducta de la URSS/RUSIA que revelan una vieja saga criminal. A continuación reseñaremos algunos de los asesinatos ejecutados por la temible KGB y sus herederas.
1) 1957; Lev Rebet, Nacionalista Ucraniano radicado en Alemania Oriental (München) fué asesinado por el Agente Bogdan Stashynsky que utilizó una pistola lanza-gases de Cianuro que eliminó a Revet en pocos segundos.
2) 1959: Stefan Bandera, líder de la OUN (Organización Nacionalista Libre) que fué asesinado en la misma ciudad (München) por el mismos agente que terminó con la vida de Rebet (Stashynsky) utilizando el mismo método con gas cianídrico.
3) 1978: Georgi Markov, Disidente Búlgaro, Periodista de la BBC residente en Londres (Gran Bretaña) fué eliminado por agentes de la KGB mediante el tristemente célebre “Paraguas Búlgaro”, que le disparó un perdigón con ricina desde la punta del paraguas a la pierna de Markov eliminándolo rápidamente.
4) 2006: Alexander Litvinenko, reclutado por el FSB, en disidencia con sus superiores, se refugió en Gran Bretaña, donde fué envenenado con una sustancia radioactiva pesada, polonio 210.
Al margen de lo expuesto ut supra, ¿Qué grado de probabilidad de ocurrencia se le asignaría a un incidente prefabricado? Contablizando opacidades y dilaciones ¿Es el caso del envenenamiento con Novichok de Serguéi Skripal y su hija Yulia Skripal una verdadera maquinación de la Inteligencia Rusa emulando las viejas técnicas de factura soviética o bien, la sustancia tal no es “copyright” ruso y el incidente pudo ser prefabricado por Servicios de Inteligencia Occidentales?. Una respuesta a ensayar es que la Inteligencia es un territorio fecundo para maniobras de decepción, ardides, operaciones de “Velo y Engaño”, las “Black Psy Ops”, las “Fake News”, y las “False Flag” situadas en la divisoria de aguas entre la provincia de lo genuino y la provincia de lo apócrifo.
Porton Down (Laboratorio especializado en Guerra Química y Bacteriológica) confirmó que el gas nervioso era de grado militar, tipo Novitchok, pero no pudo asegurar que dicho neurotóxico era de procedencia rusa.
El Centro de Ciencia y Tecnología de Defensa se encuentra en Porton Down, una localidad lindante a Salisbury. En el marco del fuego cruzado diplomático entre Londres y Moscú, funcionarios rusos señalan que “el grado de probabilidad de ocurrencia” que el incidente haya sido prefabricado por los servicios secretos de varios países (entre ellos de Gran Bretaña y EEUU) es considerablemente alto, sobre todo, por que Moscú esgrime que Londres se reservó sus tantos, no barajó todas sus cartas sobre la mesa, se aventuró apresuradamente a sacar conclusiones prematuras, no permitió la cooperación rusa para
determinar el origen del agresivo químico, y, especialmente, no pudo subsanar la disonancia cognitiva entre lo que la primera ministro y su canciller sostuvieron primigeniamente (la culpabilidad de Rusia) y lo que concluyeron a posteriori los de Porton Down. En un confuso maremagnum de “idas y vueltas” la imputación internacional presentada por Gran Bretaña ha comenzado a languidecer, a falta de no poder integrar pruebas irrefutables a la acusación inicial, por ello, ésta ha entrado en una “situación de puente largo” contraproducente con la verdad y alimentando las opacidades del caso. La inteligencia bien entendida, tiene dos facetas notorias una PROACTIVA, anticipatoria y otra REACTIVA, ejecutora, nos es dable apuntar que aquella inteligencia que permite INFERIR SIN PROBAR tiene valía antes de realizar una acusación, una vez plasmada la denuncia en el concierto internacional, la carga de la prueba corre para quien afirma, Marcello Truzzi, remarcable sociólogo italiano, decía “...Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias...”. Londres pareció conformarse sólo con incriminar a Moscú, soslayando que sus ciudadanos, la Comunidad Internacional deben ser esclarecidos en cuanto a las implicancias de este tenebroso hecho, sin embargo soslayó y omitió realizar una investigación más honda, no presentó ningún tipo de pruebas que respaldaran la conclusión a la que llegó Theresa May en la Cámara de los Comunes, donde pronunció la frase “Highly Likely” (altamente probable) al referirse a la supuesta participación rusa aún cuando el Laboratorio Militar de Porton Down, en el mismo condado de Wiltshire, con su cabeza nominal, Gary Aitkenhead señaló que sus expertos no pudieron determinar ni el origen ni la procedencia del agente nervioso, entre numerosas desprolijidades, sólo hizo circular una documentación de slides denominada “Salsbury Incident” de 6 páginas en formato PDF.
La renuencia británica a realizar una pesquisa profunda de los sucesos acaecidos, incluso abriendo la participación a varios expertos (Rusia ha ofrecido su colaboración) engendran numerosas sospechas y acentuan la opacidad del caso.
¿El caso Skripal es el último relicto de la Guerra Fría? ¿Conlleva la férrea impronta de la Inteligencia Rusa o bien podría ser una Operación Psicológica tendiente a modificar comportamientos, conductas y opiniones mediante las llamadas “Fake News” o bien se trata de un Incidente prefabricado?
El caso Skripal rodeado de un halo de misterio no puede despegarse de esa mácula innominada pero que siempre revela la participación de Servicios de Inteligencia. Resultaría preocupante sopesar los impactos que tendrían réplicas de estas acciones, notándose que en el complejo mundo que habitamos se va prefigurando lentamente un marco tendencial o un escenario prescriptivo tendiente a realizar operaciones militares, ataques punitivos o preemptivos basados en “Fake News”.
Bien reseñaba Martínez Codó que “el tiempo pasa pero las mañas quedan” en el submundo de la Inteligencia y el Espionaje esta frase corre con paridad para propios y extraños.
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