FELICES PASCUAS: LA CASA NO ESTÁ EN ORDEN!
por Carlos Pissolito.
Vaya novedad. Ya lo sabemos. Casi nunca lo estuvo. Si aquel domingo de 1987 lo pareció, fue solo por un ratito. Luego de casi dos décadas de relativa calma. La llegada de los K al poder la quebró.
Todo empezó, para hacer una historia larga, breve. Con la derrota de Malvinas, tras 74 días de gloria e infortunio.
Después de la rendición de Puerto Argentino era necesario domar al partido militar. Así lo entendió Raúl Alfonsín y los que lo siguieron lo convirtieron en la casi única política de Estado de nuestra clase política.
Primero, fueron los necesarios juicios a las juntas militares. La reacción militar pretendió ser aplacada, incluso, por el montaje de un ataque de falsa bandera al Regimiento 3 de La Tablada, impulsado por el propio gobierno.
Luego, al odio K, le siguió el desprecio de los progresistas de Cambiemos. En el medio, reinó la general indiferencia hacia las FFAA. Sólo protagonistas de apoyos a la comunidad y de misiones de paz. No alcanzó.
Lo lograron. Aunque en el camino nos quedáramos sin fuerzas armadas. Sin reconocer y sin darnos cuenta que sin ellas no hay destino en lo universal para una Nación.
Hoy por hoy, somos un país inerme. A la deriva. Sometido a los vientos de las finanzas internacionales y al capricho de los poderosos.
Nos lo tenemos merecido. No supimos administrar los dones que habíamos recibido. Tampoco, supimos ser fieles al legado de nuestros Padres Fundadores.
Sin embargo, seguimos pensando que toda desesperación, especialmente, en política es una estupidez y que los pueblos no se suicidan. Terminan, tarde o temprano, encontrando su camino.
Poco a poco, paso a paso, encontraremos el nuestro. El que hará que la preferencia de nosotros mismos sea nuestro Norte. Será sencillo, no tenemos otra salida.
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