“Supuestamente el cerebro humano es algo parecido
a una libreta que se adquiere en la papelería:
muy poco mecanismo y muchas hojas en blanco”
ALAN TURING
por Sebastián Tepedino.
Podemos definir sucintamente al CRIPTOANÁLISIS como la disciplina derivada de la CRIPTOLOGÍA que empeña sus esfuerzos en la investigación y estudio de los sistemas criptográficos, a los efectos de poder detectar las líneas de falla, las debilidades o vulnerabilidades de dichos sistemas “rompiendo” su seguridad sin el conocimiento de información secreta. El criptoanálisis parte del clivaje del griego “Kryptós” (oculto) y “Analyéin” (desatar). Es una disciplina que procura desataviar o desvelar los sistemas de cifrado de las comunicaciones utilizadas por actores estratégicos que podrían ser de interés en las agendas y plataformas políticas de los estados.
El famoso Cardenal de Richelieu fue uno de los percusores del uso del cifrado en Francia. |
En el lenguaje no escolástico, se conoce a esta práctica como “romper o forzar el código” para definir el recurso o el uso de ingenios no técnicos para materializar tales acciones, aunque la expresión en si, tiene apoyatura en el argot técnico referido a su especificidad (cracking codes). las personas que discurren en estas lides, son llamados criptoanalistas o crackers de criptografía.
Rastrear los orígenes del criptoanálisis nos lleva a escrutar en la historia de los códigos secretos, que nos remite a la antigüedad….así, el primer tratado sobre criptoanálisis fue escrito en el siglo IX por el filósofo y erudito árabe AL-KINDI. Pero no fue sino hasta el final de la Edad Media que aparecieron los métodos especialmente elaborados de encriptación, como el que fué desarrollado y puesto a punto por Gabriele de Lavinde, notable criptólogo italiano basado en Parma, y que oficiara como secretario del Papa CLEMENTE VII, que elaboró el “Nomenclador” en el año 1379.
En el transcurso del siglo XVI, período donde confluye en Europa Occidental el Renacimiento y el llamado “siglo de las colonias” (1600), Jean Trithème escribió “Polygraphiæ”, el primer libro impreso sobre criptografía, en el que sentó las bases de la Esteganografía, es decir, un proceso tendiente a solapar un mensaje, ocultándolo en un grupo de palabras, como un poema, así como una técnica.
de cifrado por sustitución polialfabética que inspiró al diplomático francés Blaise de Vigenère.
Este último desarrolló una técnica llamada “Cifrado Vigenère” que terminará “rompiéndose” en 1854, durante la Guerra de Crimea, poco menos de tres siglos después. Sin embargo, al menos en Francia, el uso de estos métodos sólo se institucionalizó durante el siglo XVII, bajo el impulso del Cardenal Richelieu, adepto a la Rejilla de Cardano o Grilla de Cardano, un sistema criptográfico renacentista concebido en 1550 por Gerolamo Cardano.
“…La historia de la criptografía se revelaría incompleta si no se mencionara a Richelieu, quien, con una aguzada visión y enfoque previsor, a partir de 1624 pudo reclutar a los mejores especialistas en matemáticas, logrando establecer los cimientos de la primera oficina de cifrado en Europa. Durante el Asedio de La Rochelle (1627-1628) la implementación de medidas de criptoanálisis tendientes a decodificar los mensajes de los Hugonotes, le permitió a Richelieu anticipar la llegada de los ingleses, quienes acudían en ayuda de estos últimos por vía marítima. En 1628, la ciudad capitulará y se logrará la rendición incondicional…”.
Richelieu utilizaba la “Grilla de Cardano” para su correspondencia privada y oficial, pero también y especialmente la de Antoine Rossignol.
Durante el Sitio de La Rochelle (1627-1628), Rossignol, un prolífico matemático, logró “romper” el código utilizado por los Hugonotes (Protestantes), lo que a la postre, le permitió al Príncipe de Condé (Louis de Bourbon), Comandante del Ejército Real, disponer de una idea clara de la situación detrás de las murallas de la ciudad, y por lo tanto, aprovecharse de las declaraciones esperpénticas de los Hugonotes, quienes se ufanaban de mantener estricta secretividad de las reuniones de sus contertulios, para anticiparse y lograr la capitulación y rendición incondicional protestante. Este “hecho de armas”, hizo que Antoine Rossignol sirviera a órdenes del Cardenal Richelieu y de su sucesor, el Cardenal Mazarino. Posteriormente, él contribuyó junto a sus hijos en la creación del Gabinete Secreto de las Oficinas de Correos, el famoso “Cabinet Noir” de Louis XIV, y se esforzó por desarrollar “Le Grand Chiffre” (La gran cifra) reputado código que se considera “irrompible”, referido a toda correspondencia que requiere un alto grado de confidencialidad, y “Le Petit Chiffre” (La pequeña cifra) para mensajes más inocuos.
Estos métodos, finalmente terminaron cayendo en desuso, tras la desaparición del matemático. A caballo de estas dos épocas y a consecuencia de la importancia actual que reviste el análisis criptográfico en la era de la información y las comunicaciones, la Dirección General de Seguridad Exterior, cuyo acrónimo conocido entre sus pares es DGSE, el servicio de inteligencia exterior francés decidió a lanzar un reto sobre cifrado y descrifrado, sobre disciplinas como el criptoanálisis , la esteganografía, la programación y la seguridad informática. Para ello no se ha inspirado en Antoine Rossignol sino en el Cardenal Richelieu. La DGSE oficializó en su sitio web un envite para todos aquellos que crean tener las condiciones necesarias para recoger el guante del llamado “Défi Richelieu” (Desafío Richelieu) allí se señala:
“…La DGSE convoca a todos aquellos jóvenes con espíritu de audacia y conocimientos superlativos en seguridad informática a particiar del ‘Desafío Richelieu’. Desafío que evoca la figura de este cardenal que fue uno de los que impulsó la criptografía en Francia…Confiamos en la historia para desafiarlo…”.
A continuación, se dan una serie de indicaciones, para enfrentar este desafío. Se sugiere simplemente iniciar sesión en el sitio web https://www.challengecybersec.fr/ que nos redirecciona hacia una ventana cuyo fondo es una página monocromática en tonalidades negras y verdes. Allí hay un contador numérico a modo de cuenta regresiva que especifica que uno puede participar en el “Desafío Richelieu hasta el 14/06/2019 a las 12:00 hs”. Dependiendo de la habilidad de cada uno es posible obtener un segundo mensaje que reseña lo siguiente:
Por lo tanto, basta con ser un “as” de la informática, y ser un criptólogo de la última hornada dispuesto a horadar la Deep web para ir mucho más lejos.
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