El que se aburre en esta cuarentena es porque quiere. (1)
"Todas las desdichas del hombre derivan del hecho de que no es capaz de estar sentado tranquilamente, a solas, en una habitación".
Blaise Pascal
por Carlos Pissolito
Muy interesante el artículo de Estulin (http://kontrainfo.com/daniel-estulin-coronavirus-es-la-excusa-para-desgravar-la-quiebra-economica-planetaria-estamos-presenciando-el-colapso-liberal-global-estulindaniel/) Pero, vayamos por partes. Hay que empezar por el origen del virus.
En ese sentido no se puede probar, pero tampoco descartar que la pandemia del COVID-19 se trata de una manipulación genética que podría haberse expandido, ya sea por un accidente o como arma biológica. ¿Con qué fundamentos afirmo esto? Podría citar varios, pero voy a hacerlo con uno solo: las cepas del ataque con Ántrax en Washington DC en el 2001, mientras me desempeñaba como agregado militar adjunto, se confirmó que venían de los laboratorios biológicos de Fort Detrick. El FBI investigó en tema a fondo, pero nunca se pudo dar con los culpables.
El 2do punto, es reconocer que acá lo importante son las consecuencias, empezando por la económicas; pero que no son las únicas ni las más importantes. No cabe duda de que la economía mundial venía a los tumbos antes de la pandemia y que se venía un crack. Lo hemos anunciado, era solo cuestión de tiempo. Más dicho esto, no se puede establecer una relación causal con el virus. Bien podría tratarse de la gota que rebalsó el vaso.
El tema económico seguirá produciendo consecuencias muy profundas. Por ejemplo, el cambio del sistema monetario y las relaciones entre el sector financiero y el productivo. En ese sentido, creo que se viene un ordenamiento tipo Glass Steagall (Le dejo el tema a los economistas). Otra consecuencia no menor es la que plantea Estulin y es la necesidad de ajustar los mecanismos de control social y en ese sentido China está, claramente, a la vanguardia y la Argentina en las antípodas, lo que daría para toda una serie de análisis. Dejémoslo ahí por el momento.
El tema geopolítico, vale decir la lucha de poder es, por lejos, el más importante. Antes de seguir es necesario que identifiquemos a los actores de este juego. A saber:
1ro y principal los Estados. Preeminentemente, entre ellos, los poderosos como EEUU, Rusia y China y en 2do plano Gran Bretaña, Israel, Irán, Turquía y muy atrás los Estados como la Argentina.
2do Los organismos internacionales como la ONU y sus adláteres (FMI, Banco Mundial, etc,).
3ro El poder financiero de alcance global.
4to Las compañías tecnológicas como Microsoft, Facebook, Twitter, etc. No es casual que el dueño de la 1ra, Bill Gates, de ellos anunciara el escenario pandémico hace algunos añosa atrás.
5to Otros actores no estatales como el terrorismo islámico, el narcotráfico y el tráfico ilegal de armas, las distintas versiones de las mafias, etc.
Veamos ahora la interacción entre ellos. Esto es muy importante para entender lo que está pasando. Para empezar, no se puede negar que los organismos internacionales junto con el poder financiero y con las elites globalistas de los principales Estados poderosos y, también, de los no poderosos como el nuestro, tienen una agenda común. Lo dicho no implica aceptar una conspiración como señala Estulin, solo admitir que hay un grupo de gente importante que maneja muchos medios y que tienen una agenda común.
Pero, a este grupete le surge un incordio. Un problema que son los líderes outsiders como Putin en Rusia y como Trump en los EEUU y otros menores en otros países. Quienes interpretando el sentir poṕular, especialmente, el de sus clases medias, se oponen a esta agenda globalistas. Para colmo de males, lo hacen con todo éxito.
Otro factor aleatorio que comienza a interferir es la puja entre el poder financiero global y las compañías tecnológicas. Ya que se dan de patadas porque quieren lo mismo: dominar los mercados mundiales. Los 1ro a través del uso del dinero y del crédito como lo venían haciendo desde la 2da GM y los 2dos mediante las nuevas redes sociales y la influencia que ejercen sobre los mercados.
Por el momento los líderes estatales ya nombrados (Putin y Trump) han establecido una alianza con las compañías tecnológicas; pero es una de conveniencia que no puede durar mucho más.
¿Cómo puede evolucionar todo esto? Creo que la única forma de dirimir esto es por intermedio de un conflicto. Pero uno, que la menos al principio, será híbrido, vale decir que no empleará medios militares a fondo, sí otros como las guerras comerciales, de informaciṕon y tecnológicas. El que podría tomar la forma de enfrentamientos entre Estados, pero por otro lado, adquirir otros formatos. O, mejor dicho, que al enfrentamiento entre Estados se superpongan otros simultáneos.
No cabe duda que tanto Putin como Trump tienen enemigos comunes como lo son el poder financiero y sus respectivas élites locales que complotan contra ellos en favor del poder financiero. Si ambos líderes fueran vivos y lo son, no deberían enfrentarse, pero sucede que están tentados a hacerlo y empujados a hacerlo por esas élites.
Es aquí donde empiezan a jugar los imponderables y los jugadores menores como Israel, Irán y Turquía. Por ejemplo, es bien conocida la influencia de Israel sobre las elites norteamericanas, por un lado y la de Irán con Rusia, por el otro. Con Turquía haciendo una peligrosa jugada individual que es la de restablecer el Imperio Otomano.
Todo esto da un cóctel muy peligroso con una cantidad de carambolas a tres bandas muy difíciles de predecir. Es muy difícil anticipar qué pasará entre ellos. Los recientes enfrentamientos entre Rusia y Turquía en Siria son una prueba más que palpable de esto.
Para cerrar, nos queda evaluar que podría ser de la Argentina. Para hacer una larga explicación breve, podemos decir que ella se encuentra en el centro de varias encrucijadas. Ya que es un país culturalmente occidental, pero de modalidad hispanoparlante, que ha demostrado con creces ser díscolo y rebelde a todos los poderes. La Guerra de Malvinas es el mejor ejemplo de ello. Por otro lado, sus grandes recursos naturales la posicionan, por el momento, y por decir lo menos, como uno de los principales proveedores de alimentos de China.
Finalmente, ya casi entrando en el plano de la simple especulación, hay que advertir que la Argentina es un país contracíclico y que cada vez que al Mundo le fue mal a ella le fue bien. Dando una vuelta de tuerca más a esta idea y casi rayando la locura se podría afirmar que en caso de una guerra caliente, la que tendría lugar, preferentemente, en el Hemisferio Norte, resultaría ella, prácticamente, sin daños directos. En ese sentido, vemos como la plaga nos viene perdonando y nos ha dado más tiempo. Que lo sepamos o no aprovechar, es harina de otros costal.
Seguimos en contacto. Los mantendremos informados.
1 comentario:
Muy buen análisis !!
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