por Carlos A. PISSOLITO
"Durante el cruce". De Juan Manuel de Blanes,quien retrata a San Martín y a Guido en 1871.
(Óleo sobre tela. Museo Histórico nacional).
RESUMEN: El autor se plantea la dilucidación de una cuestión difícil. A saber: cuáles eran las verdaderas ideas políticas del Grl Don José de San Martín. Es un tema difícil porque se enfrenta a dos dificultades principales. Por un lado, no existen muchos documentos en los cuales el Libertador haya dejado plasmado su pensamiento político con claridad. Y, por el otro, a lo largo de los años se han erigido mitos respecto a este tema. Por ejemplo, se lo ha acusado de masón, de agente inglés y de monárquico de ocasión.
Frente a estas dificultades, el autor trata de superarlas mediante el uso del método escolástico de investigación.
INTRODUCCIÓN
Como todos sabemos, San Martín no llegó a ser una persona políticamente explícita. Probablemente al no ejercer una función política ejecutiva por un tiempo prolongado, sus ideas políticas no han podido ser develadas del todo. O para decirlo de otro modo, no son muchas las fuentes históricas directas sobre el tema en cuestión; ya que sólo tenemos lo que se puede deducir de su correspondencia, especialmente con Tomás Guido, con William Miller y con Juan Martín de Pueyrredón.
Aunque, sí sabemos que algunos de sus contemporáneos, lo apostrofaron como masón y como agente inglés. También, como monárquico, pues se burlaban de él, designándolo como el “Rey José”.
Por otro lado, nos enfrentamos a una gran dificultad historiográfica que es la ausencia de documentos que hablen con claridad sobre el tema.
Por lo tanto, trataremos de resolver el problema mediante una metodología especialmente diseñada para resolver cuestiones disputadas.
METODOLOGÍA
Dada la dificultad intrínseca del tema, se adopta como método de investigación una adaptación del método de exposición utilizado por Tomás de Aquino para cuestiones disputadas (Quaestiones disputatae) en su Suma Teológica.
Por el mismo las cuestiones se dilucidan mediante el planteo y la respuesta a una serie de preguntas. Se inicia con (1) una pregunta inicial (que expresa normalmente lo contrario de lo que piensa). (2) Se continúa con el enunciado, primero de los argumentos que irían en contra de la tesis propuesta (objeciones); (3) luego, se afirma la proposición que se considera correcta. (4) A continuación, se desarrolla en el cuerpo principal la respuesta; (5) y finalmente, se contestan una a una las objeciones.
Por otro lado, está el tema de las fuentes a utilizar. Dada su escasez, lo deberemos apelar a una correcta valoración de las mismas. Siendo la nuestra, la siguiente:
1ro La correspondencia personal del Grl D José de San Martín.
2do Sus resoluciones político-administrativas en el ejercicio de sus funciones que nos permitan poder deducir alguna idea política.
3ro La interpretación de sus acciones políticas concretas, tales como negociaciones, envío de representantes, negociadores, diputados, etc.
4to Los argumentos de reconocidos historiadores.
PREGUNTA INICIAL
¿Cuáles fueron las ideas políticas impulsadas por las acciones del General don José de San Martín durante su vida pública en América?
OBJECIONES
1ra El Grl D José de San Martín parece haber sido un integrante de la Masonería.
Dada la naturaleza secreta de la Masonería, la difusión de sus pocos actos públicos es muy importante para determinar quienes la integran. Al respecto, es muy importante los homenajes que en vida haya podido recibir el Grl D José de San Martín por parte de esta organización.
El más conocido, entre ellos, es una medalla acuñada por una logia de Bruselas, en cuya inscripción se lee: “La -Parfait Amitié Const. -AL’Or- de Bruxelles le 7 julliet 5807 au General San Martín, 3825”. (Aragón, 1982. p. 18/19, nota 7). En el documento de entrega se le da al general el tratamiento de “hermano” .
Su conocimiento personal del patriota venezolano y notorio masón, Francisco Miranda y su alojamiento en residencia denominada “casa de Miranda”, ubicada en Grafton Street Nro 27, Fitzroy Square, del distrito de Tottenham, en Londres, donde funcionaba la logia de la “Gran Reunión Americana” de la que dependía una filial en Cádiz.
2do El Grl D José de San Martín parece haber actuado como un agente encubierto de la Corona británica.
Los argumentos respecto de que el Grl D José de San Martín se habría desempeñado como un agente de la corona británica se refieren a distintas circunstancias de su vida. A saber:
Su solicitud de pase a retiro que presentó ante el Consejo de Regencia para pasar a América en agosto de 1811. (Otero, 1978, p. 150)
Su viaje a Lisboa a bordo del bergantín de guerra inglés gestionado por el ciudadano inglés, James Duff.
La gestión de su visa por parte del cónsul británico Sir Charles Stuart y la ayuda para los trámites recibida por parte de los súbditos británicos James Duff y Lord Macduff, conde Fife.
El viaje a Buenos Aires a bordo de la fragata inglesa “George Canning”.
Su amistad con notorios personajes británicos como: James Duff, Charles Stuart, William Bowles, Basil Hall, William Miller, James Paroissien, Samuel Haigh y otros.
Su gestión a favor del Empréstito de 1818/19, a negociar por Juan Martín de Pueyrredon, Director Supremo de las Provincias Unidas, con el comercio inglés de Buenos Aires para costear la obtención de una flota que permitiría el transporte naval de la Expedición Libertadora al Perú.
El seguimiento del Plan de Maitland, elaborado por el general escocés Thomas Maitland en el año 1800, por el cual se buscaba capturar Buenos Aires y Chile y luego emancipar Perú y Quito.
3ro El Grl D José de San Martín parece haber sostenido ideas monárquicas sólo por conveniencia personal durante su permanencia en el Perú.
Esta versión tiene su origen en Bartolomé Mitre, quien a su vez la tomó prestada del historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna. Ellos se apoyan en las negociaciones llevadas a cabo por el Libertador en Miraflores (setiembre de 1820) con el Virrey Pezuela y de Punchauca (mayo/junio 1821) con el Virrey La Serna. (Mitre, 1902, p. 108, 237, 238 y 239).
El historiador peruano De la Puente Candamo nos dice, al respecto, lo siguiente:
“No faltan, dentro de los enemigos de San Martín y de sus planes políticos quienes quieren probar el deseo del Protector de obtener algún beneficio personal dentro de la monarquía y llega a circular en Lima la versión de “el Rey José”. (De la Puente Candamo, 1962, p. 44)
RESPUESTA
Se puede afirmar que el Grl D José de San Martín sostuvo ideas políticas republicanas; pero que sus planes monárquicos, desarrollados durante su permanencia en el Perú, respondieron a las negociaciones en curso destinadas a terminar con la lucha y afianzar la paz y el buen gobierno.
El republicanismo de San Martín se apoya en cinco cartas personales, a saber:
A Tomás Godoy Cruz (Mendoza, 24 de mayo de 1816) en la que le expresa respecto de los diputados para el Congreso de Tucumán: “Soberano señor: un americano republicano por principio e inclinación, pero que sacrifica estos mismos por el bien de su suelo”. (Diaz Araujo, 2001, p. 157).
A Tomás Guido (Bruselas, 6 de enero 1827) en la que le recuerda: “Usted más que nadie que ha estado cinco años a mi lado, debe haber conocido mi odio a todo lo que es lujo y distinciones, en fin, a todo lo que es Aristocracia; por inclinación y principios, amo el Gobierno Republicano…” (Diaz Araujo, 2001, p. 157).
A Willim Miller (Bruselas, 6 de octubre 1827) le contesta diciendo: “Me dice usted en la suya última: “Según algunas observaciones que oído verter de cierto personaje, él quería dar a entender que usted quiso coronarse en el Perú y que es fue el principal objeto de la entrevista de Guayaquil”. Sí, como no dudo, el cierto personaje ha vertido estas insinuaciones, digo que, lejos de ser un caballero, solo merece el nombre de insigne impostor y despreciable pillo…”(Diaz Araujo, 2001, p. 157).
A William Miller (Bruselas, 9 de abril 1927) en relación a Punchauca le escribe: “El Grl San Martín -dice de sí en tercera persona-, que conocía bien a fondo la política del gabinete de Madrid, estaba bien persuadido que él no aprobaría jamás este tratado; pero como su principal objeto era comprometer a los jefes españoles, como de hecho habiendo reconocido la independencia, no tenían otro partido que tomar que el de unir su suerte a la de la causa americana”. (Diaz Araujo, 2001, p. 158).
A Tomás Guido (1834) sobre la conducta de Manuel Moreno que lo difamaba diciendo que había querido proclamarse Rey del Perú: “Los miserables que hacen circular tan indigna impostura no conocen los sentimientos que francamente (porque soy libre) he expresado sobre este particular…” (Diaz Araujo, 2001, p. 158).
En forma paralela, se puede afirmar que para el Grl D José de San Martín, en su carácter de comandante militar y de dirigente político, le pareció prudente mantener y alentar la fe católica de sus conducidos y de sus conciudadanos. Lo que es un proceder incompatible por el ideario de la Masonería. Lo sostenido se apoya en la siguientes normas dictadas por el propio Libertador:
El artículo primero del Código de Deberes Militares del Campamento del Plumerillo, redactado en 1816, que establece que: “Todo el que blasfemare contra el santo nombre de Dios, su adorable Madre o insultare a la religión, por primera vez sufrirá cuatro horas de mordaza atado a un palo en público por el término de ocho días; y por segunda, será atravesada su lengua con un hierro ardiendo y arrojado del cuerpo”. (Pissolito, 2020, p. 77).
Las instrucciones a Tomás Godoy Cruz (26 de enero de 1816) para el Congreso de Tucumán: “... sólo me preocupa que el sistema adoptado no manifieste tendencia a destruir Nuestra Religión”. (Diaz Araujo, 2000, p. 73).
El título II del Código Constitucional de Chile (agosto 1818) sugerido a Bernado O’Higgins por San Martín: “La religión Católica, Apostólica, Romana es la única y exclusiva del Estado de Chile”. (Diaz Araujo, 2000, p. 73).
La Sección 1a del Estatuto Provisional del Perú (8 de octubre 1821) dictada por San Martín: “La religión Católica, Apostólica, Romana es la religión del Estado”. (Diaz Araujo, 2000, p. 74).
RESPUESTA A LAS OBJECIONES
A la primera objeción
No existe constancia documental alguna de que San Martín haya aceptado la medalla masónica acuñada en su honor tal como lo expresa Horacio Cuccorese en su “Historia de las Ideas” (Cuccorese, 1993, p. 134). Tampoco, en la correspondencia sanmartiniana hay alguna mención a la misma.
San Martín no conoció a Francisco Miranda por una sencilla razón cronológica, ya que mientras el primero llegó a Londres a comienzos de 1811, el segundo había salido de la ciudad en octubre de 1810. Tampoco, la casa le pertenecía a Miranda sino a los diputados de Caracas Andrés Bello y Luis Lopez Mendez. Por lo que era común que varios patriotas americanos la visitaran y hasta se hospedaron algunos días en ella. Lo que no implica, en modo alguno que para ello se les obligaba a afiliarse a la Masonería. (Roberston, 1938, p. 418).
A la segunda objeción
Su solicitud de pase a retiro del Ejército de la Corona española no implica otra cosa que el deseo personal de San Martín de, tanto impulsar su carrera profesional fuera de una organización en el que su ascenso estaba acotado por su condición de americano, como por su sincero deseo de darle a la Independencia a la tierra en la que había nacido. Y como lo resume Barcia Treyes, él salió de España: “...por la puerta grande, sin disfraces ni engaños. Y hay que hacerlo constar para que nadie lo ignore.” (Barcia Treyes, 1948, p. 303)
Su viaje a Lisboa a bordo del bergantín de guerra inglés se encuentra justificado por razones geográficas; ya que Cádiz se encuentra en una isla y el continente que la circundaba estaba rodeado de tropas francesas que hubieran impedido su viaje a América. Y el uso de un buque inglés, lo está porque eran los únicos navíos que podían navegar estas aguas en tiempos de guerra.
La gestión de su visa por parte del cónsul británico y la ayuda recibida por otros súbditos británicos para obtenerla se explica por la necesidad de realizar y de apurar un trámite que por aquellos tiempos era bastante más complejo que en la actualidad.
El viaje a Buenos Aires a bordo de la fragata inglesa “George Canning” tiene el mismo fundamento que el uso del bergantín inglés que lo llevó de Cádiz a Lisboa. Por aquellas épocas los medios de transporte eran escasos y no siempre estaban disponibles. Por otro lado, el costo del viaje fue abonado por su compañero de armas Carlos María de Alvear, dinero que el propio San Martín le reintegró cuando cobró sus primeros sueldos en Buenos Aires.
Si bien San Martín disfrutó de la amistad de notorios personajes británicos, no es menos cierto que, también, sufrió la enemistad de otros varios, como, por ejemplo, Lord Thomas Cochrane, (1) Mary Graham, William Bennet Stevenson, John Miers, William Yates, entre otros.
La gestión a favor del Empréstito de 1818/19 a gestionar por Juan Martín de Pueyrredon, Director Supremo de las Provincias Unidas, con el comercio inglés de Buenos Aires para costear la obtención de una flota que permitiría el transporte naval de la Expedición Libertadora al Perú, se basó en la ausencia de una escuadra a disposición de San Martín; ya que ni la Argentina ni Chile disponían de una. Si bien existían algunos buques y hasta de buenos marinos, no alcanzaba para una escuadra que debía transportar por mar al Ejército Libertador. Por ello Chile iba a colocar 200.000 pesos fuertes de plata y las Provincias Unidas otros 500.000 para comprar barcos en los EEUU y en Gran Bretaña. Ante las reticencias de Buenos Aires de aportar el dinero prometido, San Martín le pidió a Pueyrredón que levantara un empréstito forzoso al comercio inglés en las Provincias Unidas. También, sabe San Martí que pese a sus promesas, Gran Bretaña no apoyará a su expedición. Por eso le informa a Tomás Guido, tal como lo Piccinali en su artículo, que: “Bowles (Jefe de la Estación Británica del Río de la Plata) me escribe reservadamente: sabe con evidencia por un conducto muy respetable de Inglaterra que los españoles reconocen la Independencia de Chile y Provincias Unidas, con tal que no se metan con Lima”. (Piccinali, 1988, p. 12) (entre paréntesis nuestro).
Obviamente que José de San Martín, en su rol de militar profesional, conocía los pormenores del plan Mitland, durante su estadía en Londres, en 1811, de la mano de un amigo, el noble escocés James Duff, mejor conocido como Lord MacDuff.
Pero lo dicho no implica, bajo ningún concepto, una colusión con la Corona Británica. Ya que la primera condición para realizar una operación militar es la reunión de información. Lo que implica, necesariamente, el tomar conocimiento de los planes existentes, en forma independiente de quien haya sido su autor. Por otro lado, es el propio divulgador de esta teoría, Rodolfo Terragno, quien lo dice, claramente, en su libro sobre el tema: “San Martín no fue un agente inglés, sino un estratega que supo aprovechar las alianzas transitorias según su conveniencia”. (Terragno, 1998, p. 227)
A la tercera objeción
El abogado constitucionalista venezolano José Gil Fortoul sostiene lo siguiente:
“Abogaba (San Martín) por el establecimiento de monarquías con príncipes europeos; Bolívar, aunque sin rechazar en principio la idea, opinaba por un presidente vitalicio que tuviese las prerrogativas de un monarca inglés”. (Gil Fortoul, 1907, p.339)
Por su parte, dice Agustín Puente Candamo: “Que todos los elementos que integran la estructura política de San Martín se hallan encauzados dentro de la fórmula monárquico-americana, es punto resuelto e indudable…” Además, de paso descarta que San Martín participara, de alguna forma, de las ideas liberales que le adjudicaba Domingo F Sarmiento en total desconocimiento de fuentes serias al respecto. Por el contrario, sostiene que San Martín es un: “...no es un monarquista de circunstancia, oportunidad o accidente; muy lejos de esto, es un monárquico convencido de la idea y plenamente informado de la realidad en la cual debe aplicarse…” (De la Puente Candamo, 1966, p. 204)
Importantes como son estas opiniones fundadas, es el propio Libertador quien lo expresa en su carta al Grl Guillermo Miller del 9 de abril de 1827, que lo expresa de la siguiente manera:
“Las proposiciones hechas en Punchauca por el Grl San Martín al Virrey del Perú fueron: 1a. y como base preliminar de la negociación, la de reconocimiento de la independencia del Perú como nación soberana; 2a., que se formase una Junta gubernativa compuesta por tres individuos, que serían elegidos uno por el virrey, otro por el Grl San Martín y el tercero por la capital, cuya Junta, en unión de un diputado por cada provincia, se encargará de la formación provisoria de una constitución hasta la reunión del Congreso general; 3a., que se nombrarán dos comisionados, elegidos uno por el virrey otro por el Grl San Martín, para pasar a España a participar la independencia del Perú e invitar al rey nombrase un infante de su dinastía para coronarse en el Perú…” (Assandri, 1950, p. 123)
CONCLUSIONES:
Con este breve trabajo hemos tratado de dilucidar, al menos, en sus rasgos más generales, cuáles eran las ideas políticas del Grl Don José de San Martín.
Como lo hace un buen agricultor hemos tenido, primero, que desmalezar nuestro campo de cultivo, extirpando las malezas que había en él. Pero, todavía queda mucho trabajo por hacer. Ya sea porque hay muchas cosas interesante por conocer sobre el tema y porque, sin duda alguna, habrá otros que seguirán sembrando sus malezas en el futuro.
Sin embargo, nuestro principal obstáculo ha estado representado por la humilde grandeza del Libertador. Una persona que siempre prefirió las acciones contundentes a las palabras, fueran éstas pronunciadas en forma oral o dejado constancia por escrito.
Pese a ello, los rasgos principales de sus ideas políticas se distinguen nítidamente. Eran las de un soldado. Vale decir, de una persona a la que podríamos caracterizar imbuida en un cierto pesimismo sobre la naturaleza humana.
Por ello, aunque podríamos sintetizar, en términos modernos, sus ideas políticas bajo el rótulo de cierto tradicionalismo conservador. Mucho más importante es saber que fue una persona que se manejó con un estricto ethos que lo llevó a guiar sus ideas y sus acciones por aquello de: “Serás lo que debas ser o no serás nada”. Y ese ser para él, no era otro más que la Independencia americana.
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NOTAS:
(1) Su enemistad con Lord Cochrane merece destacarse, ya que el asunto pasó a mayores. Para hacer corta una larga historia de desencuentros; baste mencionar el incidente principal. El que tuvo lugar cuando Cochrane incautó los tesoros públicos depositados por San Martín a bordo de una goleta anclada en el Puerto de Ancón con la intención de pagar los sueldos atrasados de sus marineros. Pero, San Martín, no aceptó ese proceder y le ordenó que la escuadra que se retirara de las costas del Perú. Cochrane acató la orden, cuando se hizo presente en la zona el Capitán de Navio Hipolito Bouchard, un marino francés al servicio de las Provincias Unidas como corsario y que había sido convocado por San Martín. (Cordingly, 2007, p. 287)
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Assandri, ed. José de San Martín; Museo Histórico Nacional, Cordoba, 1950.
- Aragón, Roque Raúl. La política de San Martín. Córdoba: Departamento de Extensión Universitaria, Universidad Nacional de Entre Ríos, 1982.
- Barcia Treyes, Augusto. San Martín en España. Buenos Aires: Lopez y Etchegoyen: 1948.
- Cordingly, David. Cochrane. The real master and commander. New York: Bloomsbury, 2007.
- Cuccorese, Horacio Juan. “San Martín, Catolicismo y Masonería. Precisiones históricas a la luz de documentos y testimonios analizados con espíritu crítico.”, Instituto Sanmartiniano: 1993.
- De La Puente Candamo, José Agustín. La Independencia del Perú. Madrid: MAPFRE, 1962.
- Diaz Araujo, Enrique. Don José y los chatarreros. Mendoza: Dike, 2001.
- Gil Fortoul, José. Historia Constitucional de Venezuela. Berlín: Heyman, 1907.
- Ibarguren, Carlos. San Martín íntimo. Buenos Aires: Dictio, 1987.
- Ibañez Vergara, Jorge. O’Higgins, el Libertador. Santiago de Chile: Instituto Nacional Higginiano, 2000.
- Lynch, John. San Martín, soldado argentino, héroe americano. Barcelona: Crítica, 2010.
- Mitre, Bartolomé. Historia de San Martín y la Emancipación Sud-Americana. 3 vol, Buenos Aires: La Nación, 1902.
- Piccinali, Héctor J. “San Martín contra el liberalismo en Chile.” Gladius Nro 12 1988.
- Pissolito, Carlos A. Las aventuras del baqueano Juan Cruz. Del Valle de Uspallata al Golfo de Guayaquil. (Spanish Edition). Amazon, Kindle: 2020.
- Robertson, William Spence. “La vida de Miranda.” II Congreso Internacional de Historia de América, Academia Nacional de la Historia: 1938, t VI.
- Rosa, José M. Historia Argentina. 13 vols. Buenos Aires: Oriente 1981.
- Terragno, Rodolfo. Maitland y San Martín. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes, 1998.
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