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sábado, 22 de julio de 2023

HOY COMO AYER




 





“La Historia no se repite, pero tiene ritmo”.

 Marx Twain



por Carlos Pissolito

Ger von Rundstedt
El 22 de junio de 1941, Alemania lanzó la Operación Barbarroja, la invasión de la URSS. Uno de los tres grupos de ejército asignado a la invasión, estaba comando por el Mariscal Ger von Rundstedt (6to, 11er y 17mo Ejército alemán, el 1er Grupo Panzer, el 3er y 4to Ejército rumanos, la Fuerza Expedicionaria Eslovaca, el Grupo de Ejércitos húngaro de los Cárpatos). Su objetivo era la conquista de Ucrania,  la que se extendía desde los pantanos de Pripet hasta el Mar Negro. Su progreso fue inicialmente lento; pero consiguió tomar Kiev en septiembre, donde según fuentes alemanas se rindieron unos 665 mil soldados soviéticos.

Por su parte, las fuentes rusas, afirman que unos 150 mil lograron escapar antes de que el bolsón alemán se cerrara. En noviembre de ese mismo año, Rundstedt sufrió un ataque al corazón, pero rehusó ser hospitalizado y continuó su avance, alcanzando Rostov el 21 de noviembre. Pero, frente a varios contraataques rusos, ordenó abandonar la ciudad y retirarse detrás del río Mius. Desafiando así, a las órdenes de Hitler de avanzar a cualquier costo.  Por ello, von Rundstedt fue relevado del mando y sustituido por el Mariscal de Campo Walter von Reichenau. 

Reichenau, a su vez, tras acabar con los últimos focos de resistencia rusos, siguió  avanzando hacia el Este en dirección a Járkov y a Rostov; pero se opuso a seguir a la ofensiva ante la llegada del duro invierno ruso y le solicitó a Hitler la autorización para asumir una actitud defensiva. Hitler se opuso y le ordenó continuar maniobrando según lo planificado. El 1 de diciembre de 1941 fue, también, relevado del mando. 

Podríamos seguir, pero creo que lo explicado basta para probar nuestro punto de vista respecto de que la Historia no se repite, pero tiene ritmo. Es decir, las grandes similitudes que surgen de comparar al grupo de ejércitos del Mariscal von Rundstedt con las fuerzas armadas de Ucrania. 

Ucrania y sus FFAA son más pequeñas que las de Rusia. Los ucranianos parecen estar siguiendo, o al menos tratando de seguir, la doctrina alemana de la guerra de maniobras, mediante una conducción descentralizada orientada a la obtención de efectos. Pero, como les pasó a los comandantes alemanes de la Operación Barbarroja, reciben permanente órdenes de su conducción política orientadas a recuperar el terreno perdido a toda costa, lo que los expone a un desgaste innecesario.

Por su parte, los rusos de hoy como los de ayer, saben que sus principales ventajas son su gran extensión territorial y el invierno. Con esto en mente, han sido muy realistas en retirarse cuando hizo falta y pasar a la defensiva. La forma más fuerte de hacer la guerra según Carl von Clausewitz. 

Así planteada como están las cosas, Ucrania no puede ganar ni Rusia ser derrotada en el campo de batalla. El problema es que el problema no termina ahí.

Para empezar, la confrontación no es entre Rusia y Ucrania, sino entre la primera y la OTAN, aunque los EEUU. Lo que pone al conflicto en un estadio totalmente diferente y superior. 

Esta peculiar situación tiene, a nuestro criterio, una consecuencia importante. El haber impulsado al alto mando ruso a retener la masa de sus fuerzas en una actitud defensiva, sin intentar las grandes operaciones ofensivas que siguieron al agotamiento de la ofensiva alemana tras la batalla de Stalingrado. Han procedido así para poder disponer de una gran masa de fuerzas en reserva, las que serían empleadas en caso de una invasión por parte de la OTAN. (1)

Otra analogía entre ambos conflictos y que nos acerca a la conclusión final, es que es permanente la prédica ucrania de que ciertas armas milagrosas (“Wunderwaffen”, en alemán) terminarán inclinando la suerte adversa de las armas a su favor. Tales como los lanzacohetes HIMARS, los tanques Leopard y, ahora, los aviones de caza F16. 

Entre los mencionados proyectos se destacó el denominado Proyecto Uranio, destinado a la fabricación de una bomba atómica. Pero, como sabemos fue adelantado y superado por el Proyecto Manhattan liderado por los EEUU con los resultados por todos conocidos. 

Actualmente, tanto la Federación Rusa como su aliado Bielorusia -por un lado- y varios países de la OTAN y los EEUU, en particular, -por el otro- disponen de una cuantiosa variedad de armas atómicas y de numerosos vectores para lanzarlas. Lo que pone la escalada y la continuación del conflicto en un nivel, no sólo más alto, en uno inédito para la historia humana, cuál sería el de una confrontación nuclear generalizada. 

Como ya dijimos, Ucrania no puede ganar y Rusia no puede perder en el actual planteamiento estratégico. La pregunta es cómo se termina con este conflicto cuando Washington ha afirmado que no aceptará ningún término de paz rechazado por Kiev, quien a su vez, repite que no puede aceptar la pérdida de ningún territorio. 

Esto enfrenta a Rusia con dos opciones desagradables, la continuación de la guerra “sine die”, con todos los peligros que ello implica para ella misma o su terminación fulminante mediante un ataque nuclear localizado contra Ucrania. 

Pero cómo una vez dijo un conocido estadista británico: Rusia es un acertijo, envuelto en un misterio, dentro de un enigma.

***

Nota:

(1) Hay un tema puntual que permite ilustrar lo afirmado y el uso intensivo de campos minados por parte de Rusia. Se usan, principalmente, en las operaciones defensivas y que son las adoptadas por Rusia. Un campo minado cumple las funciones de un obstáculo. Siempre está cubierto por la observación y por el fuego para dificultar su apertura por parte del enemigo. Se compone de una gran cantidad de minas AT y AP distribuidas sobre el terreno en forma aleatoria. Su extensión es muy variable, pero puede llegar a varios Km, tanto en frente como en profundidad. Para atravesarlos el atacante debe abrir lo que se llaman brechas. Para ello, se emplean vehículos especiales dotados de arados para minas que las apartan, también, dispositivos explosivos que las detonan en el lugar. Creo que el apresuramiento ucraniano en pretender cruzarlos sin preparación responde a la ausencia por parte de ellos de esos equipos en cantidad suficiente y a las exigencias de avance a cualquier costo que impone el poder político.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mí Coronel, piensa usted que puede darse el caso de que exista una Buffer zone, identica a la Chipre?

carlos pissolito dijo...

Puede haber, pero primero debe darse un cese al fuego y que ambas partes en conflicto acepten que se establezca esa buffer zone.