Una ESTRATEGIA para ISRAEL

por William S. Lind

Poco después de la Primera Guerra Mundial, un oficial británico dijo: "Gracias a Dios eso se acabó. Ahora podemos volver a ser soldados de verdad". Eso expresa la actitud de las fuerzas armadas de los EEUU hacia la guerra de cuarta generación (G 4taG), la guerra librada por entidades distintas a los Estados, después de nuestra retirada de Afganistán. La incursión mortal de Hamas contra Israel, la peor derrota que Israel ha sufrido desde los primeros días de la guerra de 1973, ha vuelto a poner a las G 4taG  en el centro de atención, les guste o no a las fuerzas armadas estatales.

Mientras escribo esto, Israel se ha arrinconado estratégicamente. Parte de la razón es que Netanyahu, el primer ministro de Israel, estableció un objetivo estratégico muy difícil de alcanzar, a saber, la destrucción completa de Hamas. Eso parecería requerir una invasión israelí de Gaza, una lucha para la que Hamás está preparado, acogerá con beneplácito y provocará un gran número de bajas civiles israelíes y de Gaza.

Otra causa de la difícil situación estratégica de Israel es inherente a las G 4ta G: la balanza moral se está inclinando a favor de las personas que actualmente están siendo atacadas, es decir, las que viven en Gaza.

La incursión inicial de Hamás en Israel fue una acción típica de una entidad de G 4ta G. No se parecía en nada a una invasión de un ejército estatal. Más bien, se parecía mucho a una incursión india en un asentamiento fronterizo estadounidense. Los salvajes masacraron a mucha gente, tomaron a otros como rehenes, incendiaron edificios y luego murieron luchando o huyeron a sus casas, con los rehenes a cuestas. Una de mis antepasadas, Hannah Dustin, fue capturada en una incursión de este tipo en la frontera de Massachusetts en la década de 1690. No solo escapó de sus captores, sino que mató a varios indios en el proceso. Vimos acciones heroicas similares por parte de civiles en algunos de los kibutzim invadidos por Hamás.

Esa masacre original le dio a Israel la autoridad moral. Pero, como es habitual en las G 4ta G4, a medida que los combates se prolongan e Israel enfrenta a sus fuerzas armadas de alta tecnología y bien equipadas contra combatientes de Hamas de baja tecnología y comparativamente mal equipados y los bombardeos matan a más y más civiles de Gaza, el equilibrio moral está cambiando en contra de Israel. Pronto, la presión internacional sobre Israel para que acepte un alto el fuego será abrumadora.

Mientras tanto, la economía israelí ha dejado de funcionar porque se han movilizado muchos reservistas. Esos soldados movilizados ahora no trabajan mientras el gobierno de Isael trata de idear una estrategia para usarlos.

Ya que Israel quiere una estrategia, permítanme proponer una, una estrategia que permita a Israel evitar la derrota en el plano moral y que no requiera una invasión de Gaza:

En primer lugar, Israel vuelve a imponer un bloqueo total a Gaza. No entra nada, ni comida, ni agua, ni medicinas, ni nada

En segundo lugar, Israel establece simultáneamente un corredor humanitario para salir de Gaza a través del cual cualquiera puede salir. Al hacerlo, los hombres en edad de pelear, digamos los hombres de entre 14 y 50 años, son separados de las mujeres, los niños, los ancianos, etc. Estos últimos van a Cisjordania, donde Israel permite que otros Estados árabes y musulmanes proporcionen a la OLP mucho dinero para que se ocupe de ellos. Los varones en edad de combatir van a campos de prisioneros de guerra establecidos en el Negev, donde permanecen hasta que termina la guerra de Israel con Hamas.

En tercer lugar, después de que todos los habitantes de Gaza que quieren salir lo hayan hecho, Israel aniquila a Hamás. Comienza atacando desde el mar, estableciendo cabezas de playa y luego bombeando agua de mar en los túneles de Hamás bajo Gaza. Al mismo tiempo, actuar de norte a sur, destruyendo todas las estructuras que hay en Gaza, artillería y bombardeos, sin enviar soldados israelíes a luchar sobre el terreno. Al final, todo en Gaza queda arrasado, de la misma manera que los romanos arrasaron Jerusalén, sin que quede piedra sobre piedra. Israel mantiene el bloqueo durante el tiempo que sea necesario para matar de hambre a los combatientes restantes de Hamás. Luego, los restos de Gaza son arrojados al mar con excavadoras.

Luego, Israel anuncia que liberará a los hombres en edad de luchar retenidos en el Néguev a cualquier país que los acepte, en el número que quieran, de uno a todos. Esto hace que la carga moral de su continuo cautiverio recaiga en otros países árabes y musulmanes y no en Israel.

¿Qué pasa con los rehenes de Hamás? Al igual que en situaciones anteriores de toma de rehenes, Israel, a través de terceros como Qatar, ofrecerá a los prisioneros palestinos que tiene a cambio de que los rehenes regresen en condiciones de seguridad. Si Hamás comienza a ejecutar rehenes, se derrotará a sí mismo en el nivel moral de la guerra, el nivel más poderoso de la guerra.

Los socios de coalición de Netanyahu se opondrán a esa estrategia porque quieren expulsar a todos los árabes de Cisjordania, no atraer a más árabes a ella. Pero si Netanyahu tiene un futuro político después de la falla de inteligencia que dejó la puerta trasera abierta a Hamas, se basará en una afirmación creíble de que podría ser lo suficientemente poderoso políticamente como para que ya no necesite a sus actuales socios de coalición.

Para Israel, el tiempo para adoptar y ejecutar una estrategia se está agotando. Los continuos bombardeos de Gaza y las consiguientes víctimas civiles están inclinando la balanza moral en contra de Israel. Como dijo el estadista italiano Cavour, se puede hacer cualquier cosa con las bayonetas, excepto sentarse sobre ellas.