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martes, 8 de julio de 2014

¿Quién vigilará a nuestros vigilantes?







¿QUIS CUSTODIET IPSOS CUSTODES?

O'Brien: “Winston, ¿cómo afirma el hombre su poder sobre el prójimo?
             Winston: “Haciéndole sufrir”  -
                                “1984” GEORGE ORWELL                                                                      

Por Sebastián Tepedino

George Orwell: un visionario.
       Este viejo apotegma latino acuñado por el literato romano Decimo Junio Juvenal, cuya traducción es "¿Quién vigilará a nuestros vigilantes?", es un concepto acoplable en este mundo posmoderno, donde la tecnología y la automatización, se impone a pasos agigantados en las estribaciones de la Globalización. Los constructores del nuevo orden y los ingenieros sociales, mediante estipendios, "sugieren" a los dirigentes, estadistas y decisores de los Estados-Nación del mundo la impostergable suscripción sin circunloquios ni perífrasis a sus planes de vigilancia citadina y control de masas planificado en el más alto nivel constituyéndose como un nuevo paradigma de proyecciones mundiales.

allá por 1947-1948, período en el que la declaración Truman acaparaba la atención del gentío y cimentaba el comienzo de la "Guerra Fría", un brillante ensayista británico, lírico y de una corrosión ácida de talla, George Orwell, escribía su obra "1984", donde, con meridiana clarividencia preanunciaba -lo que hoy ya estamos viviendo- un mundo distópico con mentes y corazones aherrojados por cadenas invisibles mentales, la televisión, los mensajes subliminales, los símbolos, y la constitución de ídolos o "becerros de oro" (Big Brother) a los cuales se les rinde pleitesía, se les debe adoración, se les juramenta y se les presta un sermón de fidelidad y obediencia, cuya autoridad no puede ser desafiada so pena de percibir daños inadmisibles, donde el miedo y la coerción campean a sus anchas. la ingeniería social opera en este componente estratégico (el psicosocial) y como el mejor de los estrategas, nos dispensa las más variopintas técnicas psicopolíticas (lavado de cerebro, "brainwashing") que concluyen en el trasiego del "homo sapiens" al "homo videns".



     Varias catedrales del mundo ya tienen implementada esta sórdida e inicua trama "Orwelliana". son muchos los analistas que hacen un paralelismo entre la obra "1984" y nuestro mundo actual, cuya savia que es la sociedad, está tipificada como "Sociedades Orwellianas", la primera coincidencia se refleja en los duros mecanismos de control poblacional y citadino, es decir, las cámaras, que aparean los sistemas de monitoreo permanente en las urbes con las "telepantallas" que aseguraban la observancia de los dictados, postulados y lineamientos del "Gran Hermano" de omnipresente vigilancia en la obra de Orwell.

    Si esto lo trasladamos a la realidad, contemplamos absortos, con el rostro pálido y enjuto, que las ciudades de Washington, París, y otras metrópolis, notablemente Londres, concentran estas cámaras de vigilancia (a lo que se suma Buenos Aires) bajo la falaz declamatoria de la "prevención del delito", pero cuyo real correlato se encuentra bajo la advocación de "El gran hermano te vigila", este presupuesto es completamente falso, a la par que va medrando, las cámaras de seguridad no reprimen las intenciones de lucro mal-habido de los delincuentes, no los arredre a la hora de delinquir, y estas cámaras dan actuación a la policía cuando el delito se encuentra "en progreso" o con el "hecho consumado", pero no son útiles a la prevención. la realidad vira hacia otros caminos, plagados de sinuosidades, lo que se infiere de esto es que se procura el control y vigilancia de la ciudadanía, a esta batería de medidas reñidas con la privacidad hay que aditarle también las propuestas e iniciativas del control de las personas a través de documentación personal, algo que ya está en carpeta en la argentina bajo la denominación "DNI inteligente" que comportaría una vigilancia invasiva, el documento constaría de un microchip que almacenaría digitalmente datos biométricos, historia clínica, movimientos diarios y datos familiares.

    Los especialistas consideran que esta medida no genera seguridad, sino vigilancia invasiva y mayor inseguridad, recuerdan -los especialistas- que en Inglaterra la seguridad del chip fué vulnerada en tan solo 12 minutos, lo que acarreó airadas protestas masivas que desalentaron la iniciativa del Gobierno Británico.

  A modo de corolario, soy de los que creen fervientemente que la literatura preanuncia el futuro de manera mucho más certera que cualquier disciplina científica, sobradas pruebas de ello constan, y que la división "ficción-realidad" se ha difuminado. George Orwell a través de su opúsculo esclarecedor "1984" nos remonta hacia la destinación final de las sociedades, con procedimientos de control que baldonan el sentido común y lesionan la privacidad. estados unidos y gran bretaña son sendos exponentes de esta moderna distopía real.

   ¿Acaso nosotros estamos condenados a ser émulos de Winston Smith? ¿Acaso Barack Obama será nuestro moderno O'Brien? ¿Acaso será la prisión de Guantánamo o la del Néguev la temible "Habitación 101"?, ¿y la CIA? ¿Será acaso la CIA la acerba y astringente "Policía del Pensamiento"?, ¿Acaso las cámaras y sistemas de monitoreo, la NSA, Echelon, Frenchelon se compadecerán con la figura del "Big Brother" y del "Ojo que todo lo ve"?, ¿Las grandes marcas que tienen franquicias por todo el globo no serán sino las expresiones más cabales del "partido"?, ¿La guerra será la paz, La libertad la esclavitud y La ignorancia la fuerza como señalan las consignas del "partido"?

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