As I Please...
por Martin van Creveld
¿Cuál fue la postura original de China vis a vis a la guerra de Ucrania?
En febrero de 2022, justo antes de la invasión rusa de Ucrania, el secretario general del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, proclamaron una “amistad sin límites” que uniría a sus dos países. Una señal de esta amistad es el hecho de que, durante el primer año de la guerra, Xi habló con Putin cuatro veces, pero no habló con Zelensky ni una sola vez.
¿Qué salió de eso?
Ha habido cierta cooperación. Pero no tanto como podría implicar la declaración anterior. Hasta ahora, la forma más importante de ayuda que China ha brindado a Rusia ha sido actuar como mercado para las exportaciones de esta última. Incluyendo, además de minerales, petróleo (tanto crudo como destilado), madera y productos de madera. También, al parecer, alguna tecnología de doble uso (militar y civil). Además, el apoyo político en la ONU, en el resto del mundo, etc. Recientemente, el secretario de Estado de los EEUU, Antony Blinken, ha despertado la ira de Pekín al acusarla de prepararse para proporcionar armas a Rusia. Si las acusaciones son ciertas, eso significaría un paso más hacia la intervención directa en la guerra. Pero queda por ver si son ciertas y cuán extensa y significativa sería la ayuda resultante.
¿Por qué China acaba de presentar un plan de paz ahora?
Difícil de decir. Una cosa es cierta: no es por el corazón tierno y amoroso de Xi. Un objetivo chino puede ser salvar lo más posible de la iniciativa del cinturón y la ruta del secretario general, que depende de la paz en Eurasia y fue interrumpida por la guerra. O, simplemente, porque China, como gran potencia, siente que no puede permitirse el lujo de no presentar algún tipo de plan de paz. Tal como lo hizo Estados Unidos en 1905 (la guerra ruso-japonesa), 1917 (la Primera Guerra Mundial) y 1974 (la guerra árabe-israelí), por mencionar solo algunos.
Dios, dijo una vez Napoleón, reside en los detalles. Entonces, ¿cuáles son?
La propuesta de paz de China consta de doce puntos bastante generales que se pueden resumir más o menos de la siguiente manera. En primer lugar, la necesidad de “crear condiciones y plataformas” para que se reanuden las negociaciones, proceso en el que China está dispuesta a “jugar un papel constructivo”. En segundo lugar, la necesidad de evitar la amenaza o el uso de armas nucleares, biológicas y químicas. En tercer lugar, la necesidad de que todas las partes ejerzan “racionalidad y moderación” respetando el derecho internacional, evitando ataques contra civiles o instalaciones civiles, así como contra mujeres y niños. En cuarto lugar, China espera evitar “expandir bloques militares, una aparente referencia a la OTAN, e insta a todas las partes a “evitar avivar las llamas y agravar las tensiones”.
¿Por qué Occidente se opone al plan?
En primer lugar, porque no confía en Putin para llevar a cabo ningún acuerdo que pueda firmar, especialmente en lo que se refiere a la retirada de sus fuerzas de Ucrania para restaurar la integridad territorial de ésta. En segundo lugar, en el caso de Europa en particular, porque permitir que Putin retuviera al menos algunas de sus conquistas significaría el fin del orden mundial posterior a 1945 que se basaba, en todo caso, en el no uso de la fuerza en para cambiar las fronteras. Tercero, en el caso de Washington, porque llega demasiado pronto y no conduciría a una pérdida decisiva del poder de Rusia.
¿Qué tan probable es que tenga éxito?
No mucho. No solo porque los detalles siguen siendo desconocidos. Sino porque Zelensky insiste, en mi opinión correctamente, en que los rusos retiren sus fuerzas de cada centímetro de su país antes de que puedan iniciarse negociaciones serias.
Entonces, ¿cómo se ve el futuro?
Mientras ambos bandos se preparan para una larga guerra de desgaste, veremos sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor. Terminando, quizás, en la quiebra; como le sucedió a Gran Bretaña en 1945 y como aún puede sucederle tanto a Rusia (si debería sufrir más sanciones occidentales) como a los EEUU (como resultado de su enorme déficit en su balanza comercial y de cuenta corriente, que la guerra actual no hace nada para reducir). ¿Y la UE? Simplemente escriba "UE" y "bancarrota" en su Google, y obtendrá su respuesta.
¿Y dónde encaja China en todo esto?
Tertius Gaudens. (1)
Traducción y nota: Carlos Pissolito
(1) En sociología, la expresión latina Tertius gaudens (tercero que se alegra) se aplica, en un conflicto o disputa, a aquella parte o facción que resulta beneficiada por la rivalidad entre otras dos. Su autoría se atribuye al sociólogo alemán Georg Simmel.
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