COMENTARIO: la lectura del presente artículo fue recomendada por Monseñor Marcelo Sanchez Sorondo, Canciller de la Academia Pontificia de Ciencias, del Vaticano y Capellán del Papa Francisco.
por Ilaria Capua (+)
Experimentos GOF
Estos experimentos denominados GOF (“Gain Of Function”, adquisición de funciones) tienen como objetivo hacer que los virus naturales o de laboratorio adquieran algunas características como la virulencia o la transmisibilidad para luego estudiar sus mecanismos en sistemas de investigación artificiales. Se habló mucho de estos experimentos en 2012 cuando grupos de científicos financiados con fondos públicos convirtieron los virus de la influenza aviar H5N1 en una variante más contagiosa. A la hora de publicar la investigación en revistas científicas (básicamente la receta para hacer más peligroso este virus) se advirtió que quizás publicar esa receta no era prudente y los experimentos se suspendieron temporalmente. Sí, porque una vez que se publica la receta, cualquiera puede recrear esa receta, incluso en un laboratorio dirigido por una persona desequilibrada o en áreas donde reina la inestabilidad política y existe el riesgo de saqueos de las instalaciones de investigación.
Los riesgos
No solo eso, sino que dentro de diez años, si esta metodología GOF se convirtiera en objeto de financiación internacional, habría una proliferación en todos los continentes de laboratorios que podrían crear virus potencialmente pandémicos. Y la pregunta que surge espontáneamente es: ¿queremos encontrarnos en una década con miles de laboratorios desarrollando posibles virus fortificados? ¿Más contagiosos o más letales que supongan un riesgo para la humanidad aunque solo sea tal como existen?
Las estrategias para reducir el riesgo de salto de especies
Más y más, la pandemia trae consigo la urgencia de no volver a caer en los mismos mecanismos que nos hicieron víctimas de esta catástrofe. Por un lado, habrá que encontrar estrategias para reducir el riesgo de salto de especies al origen o para minimizar esos contactos de riesgo animal-humano que son los “primum movens” del fenómeno pandémico. Pero esto no puede ser suficiente. Necesitamos tener vacunas para toda la población para que se produzcan rápidamente y a gran escala. Pero, no nos hemos dado cuenta de que todavía falta una pieza fundamental en el arsenal de vacunas que hemos desarrollado.
Por qué necesitamos vacunas "más ágiles"
Para aplastar definitivamente la curva Sars-Cov-2 y sofocar COVID19 y, más aún, para protegernos de una futura pandemia, debemos tener vacunas "más ágiles". El objetivo a medio plazo es hacer llegar las vacunas contra el Covid-19 a toda la población mundial, también para reducir la aparición de otras nuevas. Pero la verdadera revolución del futuro sería vacunar a todos antes de que se desarrolle la primera ola pandémica. Para llegar allí, debemos ser valientes ahora y llevar el potencial de la inmunización a su límite extremo, cambiando sustancialmente una variable. Necesitamos una estrategia basada en (finalmente) abandonar la cadena de frío para almacenar, distribuir y administrar vacunas. Un mundo completamente interconectado debe comprender que las vacunas del futuro deben poder enviarse por correo y autoadministrarse. Sin colas, sin llamadas, sin viajes al infierno por esta picadura que salva vidas.
La cadena de frío
Debemos embarcarnos en un camino de búsqueda que nos traiga un manto protector, que funcione tanto hoy como para mañana, pero que encarne un cambio de rumbo. Me refiero a estabilizar las vacunas existentes a temperatura ambiente e investigar nuevas soluciones tecnológicas que nos permitan salir de la cadena de frío. Tener vacunas que no requieran -70, -20 o incluso +4 grados para el almacenamiento, distribución y administración revolucionaría, realmente, nuestro potencial para brindar prevención. Incluso en los rincones del mundo que no tienen acceso a la electricidad, se podría tener acceso a los beneficios de esta práctica de ahorro. La pregunta que debemos hacernos mientras estos dos temas fluyen silenciosamente e inadvertidos y nos distraemos de la gestión ordinaria de la pandemia es clara.
(+) Ilaria Capua es una veterinaria y política italiana, conocida por sus estudios sobre el virus de la gripe aviar. En 2013 fue elegida diputada por el partido Elección Cívica (“Scelta Civica”). En 2006 tuvo un considerable impacto internacional su decisión de hacer pública la secuencia genética del virus de la gripe, favoreciendo el desarrollo del llamado acceso abierto en la investigación científica.
Traducción: Carlos Pissolito
1 comentario:
Cierto, pero el fin de ésto es reducir la población mundial, está claro, si fue creado atrás de eso está puesta toda la tecnología($$)y como va ser imposible de saberse es complicado el tema 🤪🧨👍‼️
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