Estrategia - Relaciones Internacionales - Historia y Cultura de la Guerra - Hardware militar. Nuestro lema: "Conocer para obrar"
Nuestra finalidad es promover el conocimiento y el debate de temas vinculados con el arte y la ciencia militar. La elección de los artículos busca reflejar todas las opiniones. Al margen de su atribución ideológica. A los efectos de promover el pensamiento crítico de los lectores.

viernes, 25 de agosto de 2023

Los BRICS+

 








por Carlos A. Pissolito


A modo de introducción: Respecto de la reciente incorporacoón de la Argentina a los BRICS. Podemos empezar esta ponencia con el argumento de que nuestros seleccionados deportivos ya nos tienen acostumbrados a ganar las finales en tiempo de descuento y/o por penales. Otras teorías más conspirativas nos hablan de una jugada de pizarrón, de una operación de distracción de varias cancillerías extranjeras y hasta de la propia para dar por sentado que quedábamos fuera de los BRICS.  Pero, tras la aprobación del giro de U $7.500 M; entramos sin más. Otros menos inmanentistas sostienen que se trató de un regalo de nuestra Providencia, por aquello de que Dios es argentino.

Haya sido como haya sido, la Argentina ha sido invitada a integrar los BRICS el 1er día del próximo año.

Un pedido que fue escuchado: Días atrás el grupo de analistas de “Dossier Geopolítico 2023” le hacíamos una solicitud urgente al gobierno argentino: 

“Ante la grave situación política y económica del país, y en medio del brutal ataque del poder financiero internacional y sus agentes locales, que está destruyendo la vida del pueblo, el tanque de ideas Dossier Geopolítico pide de manera urgente al gobierno nacional, una vez concluida esta etapa de negociación con el FMI, que actúe de inmediato protegiendo y defendiendo a la patria con un plan de salvación que contenga los siguientes puntos:”

“3°) Estrechar de manera notoria y urgente las relaciones comerciales con China, La India, Rusia, África del Sur y resto de países del Sur Global, en busca de apoyo y solidaridad para un desarrollo justo y equitativo de la economía, con inversiones sólidas y beneficiosas para todos, y que den oxígeno inmediato de divisas al país, que nos permita ganar tiempo y superar el chantaje especulativo y de desestabilización de los poderes occidentales, mientras se profundiza el reemplazo del dólar por monedas propias, en los intercambios internacionales. Ese mismo dólar que es la causa de nuestra anarquía monetaria. Revalorizar el humanismo y el integracionismo para el Siglo XXI, y para todos los pueblos del mundo”.

“4°) Asistir a la Cumbre del BRICS en Sudáfrica con la intención de una participación plena en el organismo, adhiriendo con contundencia a sus postulados geoestratégicos y cortando las cadenas con la hegemonía cruel e inhumana del neoliberalismo global que está fracasando en todo el mundo”.

Un escenario nuevo: Para empezar, hay que admitir que estamos viviendo condiciones geopolíticas extraordinarias. Como lo hemos dicho otras varias veces, parafraseando a V.I.U. Lenin, estamos transitando un cambio de época. Una que viene de finales de la 2da GM, cuando los ganadores de la misma, reunidos en Yalta, delinearon al mundo que nacía y que hoy está muriendo. 

En esa oportunidad se crearon las condiciones favorables para varias instituciones fundamentales necesarias para el nuevo orden internacional; tales como la Organización de las Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional, entre otras que podrían mencionarse.

Pero por varias razones –entre las que podrían citarse la pandemia y sus variadas y profundas consecuencias económicas y, fundamentalmente, por la guerra de Rusia contra Ucrania apoyada por la UE, la OTAN y los EEUU– vemos como estos sucesos concatenados y casi simultáneos, vienen produciendo un nuevo alineamiento geopolítico y geoeconómico basado en lo siguiente:

1º) El fin de un mundo unipolar controlado por los EEUU como la única hiperpotencia global, lo que se ha visto validado por el surgimiento de un gran competidor financiero/comercial/tecnológico como es China, y por uno militar como es el caso de Rusia y en menor medida de Irán.

Durante años la estrategia de los EEUU fue mantener a ambos rivales distanciados, pero sus últimas decisiones no han hecho más que acercarlos en una alianza que, por el momento, se consolida en un colectivo que se llama BRICS, por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. 

2º) Por su parte, los BRICS no dejaron de crecer y de consolidarse. Hace poco la conocida revista económica británica “Financial Times” nos informaba de la novedad de que ese bloque acababa de superar, tanto en población como en PBI, al poderoso G-7.

3º) Las consecuencias de lo señalado en los dos puntos anteriores son muchas y de gran importancia, por ejemplo:

a) En lo financiero, el dólar está dejando de ser la moneda preferida para los intercambios comerciales internacionales y, también, a desempeñarse como la moneda de reserva para muchos bancos centrales nacionales, que la están reemplazando por el yuan, el rublo y hasta por el oro.

b) En lo tecnológico, es cada vez más notorio como China no sólo acorta sus distancias con Occidente, sino que lo supera en campos muy importantes, como el de las comunicaciones, la carrera espacial y el de la Inteligencia Artificial (IA).

c) En lo militar, la campaña rusa en Ucrania ha desgastado seriamente el mito de la superioridad e invencibilidad de las armas occidentales.

d) En lo cultural, los valores propuestos por Occidente –especialmente en lo relacionado con la defensa de minorías sexuales– está siendo resistido, sobre todo en Oriente y en el mundo islámico. Creemos que pronto también lo será en varios países occidentales. 

Hay muchas razones para la creciente importancia de los BRICS originales; y que se pueden agrupar en dos factores. El primero, es que durante la pasada Guerra Fría la masa de los Estados se vio casi obligada a optar por posicionamientos geopolíticos estrictos. Posteriormente, en los 90 y tras la caída de la URSS, la unipolaridad estadounidense requirió cierta lealtad a Washington por parte de casi todos ellos. Pero la bipolaridad chino-estadounidense de hoy es mucho más débil; ergo, todas ellas disfrutan de una mayor libertad de decisión en cuanto a sus aliados y a sus enemigos.

El segundo factor a considerar es que el mundo se ha desglobalizado de manera importante en los últimos años y como resultado de ello se están formando nuevas relaciones geopolíticas y geoeconómicas a nivel regional. En consecuencia, los Estados medianos se han vuelto más importantes a medida que el poder se ha transferido desde el centro a la periferia, es decir, en otras palabras, hacia sus respectivas regiones.

Por ejemplo, los procesos de “near-shoring” (mover las cadenas de suministro más cerca de casa) y el “friend-shoring” (moverlos de adversarios a países de ideas afines) están alejando lentamente algunas empresas y relaciones comerciales desde los grandes centros tradicionales a las regiones del denominado “Sur global”. Al respecto, no cabe duda de que las potencias medianas, como la India, Brasil, los EAU y Arabia Saudita, se convertirán en centros aún más activos de comercio regional.

La India es el mejor ejemplo en cuanto a la producción de las nuevas cadenas de suministro, especialmente las energéticas y las tecnológicas. Del mismo modo, la capital saudí, Riad, está emergiendo como un centro financiero regional con alcance global. 

El BRICS ampliado: El “think tank” estadounidense RAND llegó a afirmar que los EEUU necesitaba de un nuevo Pearl Harbor. No ya para luchar contra el Imperio del Sol Naciente, tampoco contra Rusia ni contra China, sino contra un BRICS ampliado, como lo describió el presidente de la consultora de riesgo Eurasia Group, con sede en Nueva York.

Para ellos, estas potencias de tamaño mediano son el peligro tras el 11S, ya que son países con una influencia significativa en la geopolítica, aunque mucho menos poderosos que las dos superpotencias del mundo: Los EEUU y China. En el norte global se incluyen Francia, Alemania, Japón, Rusia, Corea del Sur, entre otros. Con la excepción de Rusia, estos países no nos dicen mucho sobre la dinámica cambiante del poder y la influencia global; ya que permanecen sólidamente alineados con los Estados Unidos. Pero, también hay otras, tales como: Turquía, Irán, Israel, Arabia Saudita e Indonesia y que no lo están tanto o nada. 

Por todo ello, han sido muy interesantes las nuevas incorporaciones a los BRICS. A saber:

  • La República Argentina,
  • La República Islámica de Irán,
  • El Reino de Arabia Saudita,
  • la República Democrática Federal de Etiopía,
  • la República Árabe de Egipto y
  • los Emiratos Árabes Unidos (EAU).


Las primeras conclusiones sobre estas incorporaciones nos dicen que, en relación al PBI global, los nuevos socios suman un 4,5%; con lo que los BRICS+ pasan del 24 al 28,5% del PBI global. Por su parte, en el rubro poblacional el incremento es más notorio; pues los recién llegados suman unos 421 M de personas, es decir un 7,1% más de la población global, con lo que el total del grupo pasa del 40% al 47,1%. Destacando el hecho de que tanto Etiopía como Egipto, lo mismo que la India, disponen de una población relativamente mucho más joven que la de los países occidentales. 

Más difícil de valorar son los aportes específicos que cada uno de los nuevos socios contribuyen. En ese sentido, se destaca la gran disposición como fuentes de energía (Irán, Arabia Saudita, EAU con hidrocarburos tradicionales y Argentina con su “shale gas”).  A lo que hay que agregar a los productores de alimentos, con Argentina a la cabeza, seguida por Egipto y Etiopía. Además, en el campo tecnológico no son despreciables los aportes, tanto de Argentina como de Irán en tecnología nuclear y espacial; aunque los BRICS originales están más que cubiertos por ese lado. Finalmente, se debe sumar el “softpower” de los países musulmanes incorporados y que son de ambas confesiones principales (Irán, chiita y Arabia Saudita, Egipto Y EAU, mayormente sunnitas); también, la buena imagen cultural y deportiva de la Argentina, así como su gran penetración en el mundo de habla hispana. A lo que se suma la Causa Malvinas como reivindicación anticolonialista.

El aporte argentino: Regresando a nuestras playas, la inclusión de la Argentina en el grupo BRICS+ fue, fuertemente, apoyado por Brasil, Rusia, la India y China, y, objetado por Sudáfrica por razones que desconocemos; pero que sospechamos está vinculado a una maniobra británica.  Todo ese apoyo se recibió, a pesar de que nuestra economía, desde el nacimiento mismo del BRICS en el 2006, no ha dejado de sufrir crisis económicas recurrentes y hemos tenido que pasar por varios periodos de recesión, con lo que nuestro PBI nominal es el Nro 23 del mundo; pero si se considera el poder adquisitivo nos ubica en el vigésimo puesto. Pese a todo ello, es uno de los tres sudamericanos que forma parte del Grupo de los 20, junto con Brasil y México.

Como todos sabemos, la Argentina es uno de los países más extensos, poblados, semi industrializados y ricos en base al PIB sudamericano. Más concretamente, es uno de los mayores exportadores de carne en el mundo y su producción se ha reconocido como la de mejor calidad. Es el primer productor mundial de girasol, yerba mate, limones, peras y aceite de soja; segundo en miel y manzanas y el más grande productor de trigo en la región.

También. es el mayor productor de vino –quinto en el mundo– y el principal productor de biodiésel a nivel global. Los yacimientos mineros de El Aguilar, en la provincia de Jujuy, son la mayor concentración de minerales de plomo y cinc de Sudamérica y el Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca, es uno de los yacimientos más grandes para la extracción de oro y cobre en el subcontinente, siendo la Argentina el 13er mayor productor de oro del mundo. Más recientemente, se pueden incluir nuestras reservas de litio, el oro blanco del siglo XXI. Muy particularmente se destaca el yacimiento petrolífero no convencional de Vaca Muerta, que según el informe de 2013 de la Agencia de Información Energética (EIA) sus reservas alcanzan los 27 mil millones de barriles, lo que significa multiplicar por diez las actuales reservas argentinas.

Con estas estimaciones, la Argentina es considerada el segundo reservorio mundial de “shale gas” y el cuarto de “shale oil” del mundo. Por su parte, el gasoducto Presidente Néstor Kirchner ya transporta el gas natural extraído, con una primera etapa hasta la ciudad bonaerense de Salliqueló, y una segunda que lo continuará hasta San Jerónimo, en Santa Fe. Esto permitirá las exportaciones de gas a Brasil, que está financiando la segunda etapa a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

Por otra parte, la Argentina es el más importante productor de "software" de la América del Sur y ocupa el segundo puesto en cuanto a fabricación de autopartes, después de Brasil. También, se encuentra a la cabeza del desarrollo de la biotecnología dedicada a la mejora de semillas destinadas a la producción de alimentos y es el mayor productor de soja del planeta junto a Brasil y a los EEUU; pero es el único de todos ellos que dispone de la posibilidad de extender sus áreas de cultivo. Además, somos miembros fundadores del Mercosur, el mayor productor de alimentos a nivel global.

En 2014 fuimos clasificados como una Nación de ingresos altos o como un mercado emergente, también por el Banco Mundial y somos reconocidos como una potencia regional. Además, somos el país con mayor índice de desarrollo humano (IDH) y mayor expectativa de vida del bloque. De paso, nuestro “soft power” (el fútbol y figuras destacadas como el papa Francisco o la reina Máxima de los Países Bajos), nos podría ayudar a potenciar todas estas cuestiones económicas. En este sentido, la Argentina es el único país del bloque de habla hispana lo que la convierte en el vocero para unos 600 M de personas si sumamos la Hispanoamérica a la Hispanoáfrica. 

A modo de colofón: La noticia de la incorporación de la República Argentina sólo tiene unos pocos días; pese a ello los dos candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio y de La Libertad Avanza, no han perdido tiempo para condenar tal alianza, para afirmar que en caso de ser electos no dudarían en dar marcha atrás en su concreción. 

Con ello, creo que cometen dos errores al precio de uno. El primero, es despreciar las amplias ventajas que esta incorporación implica para la Argentina y que como tales han sido resumidos más arriba. Y el segundo, es que con esta actitud evidencian su subordinación mental al viejo orden mundial encabezado por los EEUU y que sólo les puede garantizar el desprecio de los argentinos de buena fe. 

Es por todo ello que nos hace falta una voluntad política esclarecida por nuestra historia y por las perspectivas que nos presenta el futuro. Esta vez no podemos volver a equivocarnos sin importar quienes sean los responsables del próximo gobierno de la Nación.

Este es un tren que no podemos darnos el lujo de dejar pasar.

2 comentarios:

Jorge Giordano dijo...

Coronel,suscribo punto por punto lo expuesto, nuestra salida se encuentra en esos espacios, agregaria la acuicultura (salmones fundamentalmente), granjas porcinas (estamos hablando de centenares de miles de madres) y la posterior industrializacion de las carnes. Agregaria tambien nuestra capacidad nuclear (tener nuestra propia tecnologia ademas del proyecto CAREM), ingenieril (INVAP, IMPSA), en fin coronel, poder podemos, pero hay algunos que no quieren, hay que dar la batalla. Un afectuoso saludo. Jorge.

Anónimo dijo...

Tremenda estrategia unirse a un grupete donde un par de miembros son de la commonwealth!!! Con amiguitos así, no vamos a recuperar Malvinas!!!
Además ¿para que? ¿para que nos presten plata y seguir endeudandonos?
Y si la idea es vender/exportar más... no hace falta ser mienbro de ningún bloque... hay que negociar país por país!! Menos burocracia. Y por ende menos gastos en viáticos, viajecitos, reunioncitas, comisiones de esto, de aquello, etc etc etc.
Saludos de un anti-corporativista.