Infografía Diaro Clarín. |
Hoy se cumplen 30
años del hundimiento del crucero ARA “Grl Belgrano” por parte del submarino
nuclear de ataque HMS “Conqueror”. Este importante
incidente marcó, entre otras cosas destacables- el fin de las negociaciones de
buenos oficios que llevaba adelante el Presidente de Perú, Fernando Belaúnde
Terry. En todos estos años se ha discutido si fue un acto de guerra lícito de
Gran Bretaña el mencionado hundimiento, cuanto que el buque estaba fuera de la
Zona de Exclusión Total (ZET) decretada por ese país. También, como corresponde
en estos casos, las bajas propias ocasionadas en el ataque han sido homenajeadas y
recordadas.
Sin embargo, y
pese al paso del tiempo transcurrido, no se han extraído las consecuentes
lecciones a aprender de este suceso. Espacio Estratégico se propone colaborar
en este ejercicio con un humilde aporte crítico.
1.
Lecciones
morales: Si bien el hecho se produce efectivamente fuera de la ZET decretada por la Gran Bretaña, sucede
dentro del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) establecido
legalmente por las autoridades argentinas. Más allá de los legalismos se debe
tener en cuenta que se trató de un hecho, que como mínimo ocurrió dentro de lo
que técnicamente era para el agresor su teatro de guerra (TG); o como máximo
para el agredido un teatro de operaciones (TO). Por lo tanto, debe ser considerado como un acto de
guerra lícito
2.
Lecciones
psicológicas: La Historia de la guerra enseña que las fuerzas militares de la Gran Bretaña cada vez que tuvieron que ejercer
la violencia trataron de hacerlo bajo el amparo de un paraguas legal. Aunque, en
no pocas veces, la interpretación de ese marco legal pueda ser catalogada de
forzada y hasta de parcial. Pero, por otro lado, casi siempre respaldaron sus
dichos políticos con acciones militares. Por lo que cualquier apreciación en el
sentido de que no intervendrían militarmente o que usarían sus medios militares
solo como un elemento disuasivo renuente de pasar a los hechos concretos; debió
ser descartadade plano , desde un principio. Y en consecuencia, haberse
preparado y alistado a nuestros medios militares para el peor de los supuestos.
3.
Lecciones
físicas: Todo comandante de una fuerza militar, buque, aeronave, etc. que deba
desplazarse -ya sea dentro de un TG, de un
TO o en las proximidades de ambos- durante una crisis, mucho más aun durante un
conflicto, lo tiene que hacer con todos sus medios de combate alistados para
actuar en forma inmediata. La imprecisión y la incertidumbre que generan estas
situaciones no debe traducirse en el relajamiento de estos procedimientos; sino
en todo lo contrario.
EL ADMINISTRADOR
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