http://www.infobae.com/america/america-latina/2016/08/06/narcochavismo-la-inquietante-relacion-entre-el-regimen-bolivariano-y-el-narcotrafico/
Por Darío Mizrahi
La Corte del Distrito Este de Nueva York imputó al ex comandante de la Guardia Nacional Bolivariana Néstor Luis Reverol Torres, director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) entre 2008 y 2010, por participar de una red internacional de tráfico de cocaína. La acusación también recayó sobre su segundo en el período, Edylberto José Molina Molina, actual agregado militar de Venezuela en Alemania.
El tribunal apuntó contra ellos por recibir pagos de narcotraficantes a cambio de ayudarlos a entrar la droga a Venezuela y enviarla luego a Estados Unidos. Ambos eran militares del círculo de máxima confianza de Hugo Chávez.
Nada de esto es nuevo. Las denuncias contra funcionarios de la primera línea del chavismo —especialmente militares— se remontan a los inicios de la presidencia del comandante, en 1999. La estrecha alianza política y económica con las FARC, uno de los principales productores de cocaína de Colombia, fue el puntapié de un proceso que avanzó al punto de implicar a la actual familia presidencial.
El momento de la detención de los narcosobrinos El momento de la detención de los narcosobrinos
El escándalo de los "narcosobrinos" es muy ilustrativo. Francisco "Franqui" Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, de 30 y 29 años, son sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro. Fueron arrestados el 10 de noviembre en Haití por conspirar para importar 800 kilogramos de cocaína de alta pureza a Estados Unidos. Según la DEA, Campo Flores confesó que obtenían la droga de un intermediario de las FARC.
"Nadie cree que ellos eran las mentes maestras de ese negocio. Fueron la protección política, ¿pero quién estaba detrás? Ésa es la pregunta. Uno tiene que ver en qué aviones movían esos cargamentos. Todavía estamos en investigaciones, pero es probable que veamos la participación de elementos de la Fuerza Aérea o de aeronaves oficiales. Esto nos sugiere que hay una estructura más grande dentro del Estado venezolano involucrada en estas actividades", explicó a Infobae Jeremy McDermott, director ejecutivo de Insight Crime, organización abocada al estudio del crimen organizado en América Latina y el Caribe.
El chavismo y las FARC
Chávez marcó un punto de inflexión en la historia de las relaciones entre Colombia y Venezuela al desarrollar, a poco de asumir la presidencia, una alianza más o menos explícita con la guerrilla que le declaró la guerra al estado colombiano hace medio siglo. Al principio parecía ser una cuestión política, por afinidades ideológicas en la lucha contra el "imperialismo estadounidense". Pero luego se comprobó que la relación era aún más estrecha de lo que parecía.
Este vínculo fue desnudado por la Operación Fénix realizada por las Fuerzas Militares de Colombia en territorio ecuatoriano la madrugada del 1 de marzo de 2008. En esa incursión fue abatido Raúl Reyes, jefe operativo de las FARC, y se hallaron en su campamento computadoras con información invaluable relacionada a las actividades del líder guerrillero. Entre muchas otras cosas, los miles de documentos mostraron los permanentes encuentros entre referentes de la organización y encumbrados miembros del chavismo, y dieron indicios de la existencia de vínculos financieros entre ambas partes.
"Las computadoras de Raúl Reyes fueron entregadas al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Londres, una organización muy respetada a nivel mundial, imparcial, que estableció su autenticidad. Son 20 años de documentos que hay, y es una información a la que yo tuve acceso. Parte de lo que vi mostraba las conexiones de la narcoguerrilla con Venezuela y con la Cuba de los Castro", contó Pedro Roig, investigador del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, consultado por Infobae.
Algunos de los jerarcas del chavismo que aparecían cruzando la frontera para visitar a Reyes son el contralmirante Ramón Emilio Rodríguez Chacín, actual gobernador del Estado Guárico, y el general Henry Rangel Silva, compañero de armas de Chávez desde el alzamiento de 1992, y hoy gobernador de Trujillo.
"Lo que Venezuela le proporciona a las FARC a través del Cartel de los Soles es la distribución —continuó Roig—. Esto fue apareciendo en los distintos informes del Departamento de Justicia de Estados Unidos, a partir del testimonio de detenidos que se volvieron testigos para reducir sus condenas. Venezuela se convirtió en el principal distribuidor de cocaína y marihuana en España, vía África. Están usando vehículos y aeropuertos militares, además de civiles, para el tráfico de la droga".
Uno de los protagonistas de esta trama es Hugo Pollo Carvajal, jefe de la Dirección de Inteligencia Militar entre 2004 y 2011. En 2014 fue encarcelado en Aruba por una orden de captura internacional de una corte de Florida, por haber vendido "cientos de kilos de cocaína" en alianza con las FARC. Iba a ser extraditado, pero la presión de Venezuela surtió efecto y lo dejaron en libertad días más tarde.
"Chávez acordó con las FARC para que dejen de secuestrar personas en territorio venezolano, actividad a la que se habían dedicado durante muchos años como mecanismo de financiamiento. A cambio les facilitó corredores a través de la frontera para que pudieran sacar la droga de Colombia. El narcotráfico se convirtió así en el principal método de las FARC para financiar su guerra interna contra el estado colombiano", dijo a Infobae Gustavo Azócar Alcalá, magíster en comunicación política y gobernanza estratégica de la George Washington University y profesor de la Universidad de los Andes Táchira, Venezuela.
En este período se produjeron algunos hechos que son difíciles de explicar sin un grado importante de complicidad por parte de las autoridades venezolanas. El más escandaloso fue el decomiso en septiembre de 2013, en París, de 1,3 toneladas de cocaína en un avión de Air France proveniente de Caracas. El cargamento estaba repartido en 30 maletas que no pertenecían a ningún pasajero.
"En estos últimos años hemos visto un incremento alarmante del tráfico de droga en Venezuela —dijo Azócar Alcalá—. Las FARC están usando estados como Apure, Amazonas y Guárico para enviar cargamentos a Centroamérica, y de ahí salen para territorio estadounidense. No podrían haber montado el negocio que montaron sin grandes aliados dentro de las Fuerzas Armadas y del gobierno".
El Cartel de los Soles
Las evidencias de la participación de militares venezolanos de distinto rango en el negocio de la droga son tan contundentes que desde hace tiempo se los identifica como miembros de una organización narcocriminal, el Cartel de los Soles.
"No es realmente un cartel, es una red de militares del régimen chavista. Comenzó como un grupo de oficiales corruptos dentro de la Guardia Nacional y se los llama Soles por las estrellas doradas que tienen sobre sus hombros, por el rango", precisó McDermott.
Es lógico que haya comenzado con la Guardia Nacional, ya que es la que tiene a su cargo el control de las fronteras. En el marco del avance sostenido de las Fuerzas Armadas en la estructura de poder del Estado chavista, también los militares ganaron presencia en las regiones limítrofes del país.
"Estos generales no son producto de una acción independiente. Esto se manejó desde los más altos niveles. Venezuela daba pasaportes a líderes de las FARC. Estamos hablando de operaciones que requieren de un gran aparataje burocrático", aseguró Roig.
Entre 2011 y 2012, en consonancia con la enfermedad de Chávez y su posterior muerte, empezaron a caer en Venezuela muchos narcotraficantes. El primero fue Maximiliano Bonilla Orozco, alias "Valenciano", que en noviembre de 2011 era el narco más buscado de Colombia. Después le tocó a Diego "Rastrojo" Pérez Henao, líder de los poderosos Rastrojos, capturado en una finca en Barinas en junio de 2012. El último fue Daniel "El Loco" Barrera, referente máximo de las llamadas "Bacrim" (Bandas Criminales), que fue capturado en septiembre del mismo año.
Es muy sugerente que todos los principales capos colombianos hayan sido atrapados en Venezuela. Es evidente que si todos estaban en la República Bolivariana es porque tenían más libertades para moverse que en su propio país, y porque gran parte de su negocio se jugaba allí. El interrogante es por qué cayeron en un período tan corto, y por qué no volvió a caer ningún otro líder de esa envergadura.
"Eso marca para nosotros un cambio, porque desde las caídas de Barrera y Rastrojo no hemos visto capos colombianos arrestados en Venezuela. Nosotros creemos que el Cartel de los Soles no sólo ayudó en sus capturas, sino que asumieron el control de algunos de estos negocios. Pasaron de facilitadores a narcotraficantes", concluyó McDermott.
Por Darío Mizrahi
La Corte del Distrito Este de Nueva York imputó al ex comandante de la Guardia Nacional Bolivariana Néstor Luis Reverol Torres, director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) entre 2008 y 2010, por participar de una red internacional de tráfico de cocaína. La acusación también recayó sobre su segundo en el período, Edylberto José Molina Molina, actual agregado militar de Venezuela en Alemania.
El tribunal apuntó contra ellos por recibir pagos de narcotraficantes a cambio de ayudarlos a entrar la droga a Venezuela y enviarla luego a Estados Unidos. Ambos eran militares del círculo de máxima confianza de Hugo Chávez.
Nada de esto es nuevo. Las denuncias contra funcionarios de la primera línea del chavismo —especialmente militares— se remontan a los inicios de la presidencia del comandante, en 1999. La estrecha alianza política y económica con las FARC, uno de los principales productores de cocaína de Colombia, fue el puntapié de un proceso que avanzó al punto de implicar a la actual familia presidencial.
El momento de la detención de los narcosobrinos El momento de la detención de los narcosobrinos
El escándalo de los "narcosobrinos" es muy ilustrativo. Francisco "Franqui" Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, de 30 y 29 años, son sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro. Fueron arrestados el 10 de noviembre en Haití por conspirar para importar 800 kilogramos de cocaína de alta pureza a Estados Unidos. Según la DEA, Campo Flores confesó que obtenían la droga de un intermediario de las FARC.
"Nadie cree que ellos eran las mentes maestras de ese negocio. Fueron la protección política, ¿pero quién estaba detrás? Ésa es la pregunta. Uno tiene que ver en qué aviones movían esos cargamentos. Todavía estamos en investigaciones, pero es probable que veamos la participación de elementos de la Fuerza Aérea o de aeronaves oficiales. Esto nos sugiere que hay una estructura más grande dentro del Estado venezolano involucrada en estas actividades", explicó a Infobae Jeremy McDermott, director ejecutivo de Insight Crime, organización abocada al estudio del crimen organizado en América Latina y el Caribe.
El chavismo y las FARC
Chávez marcó un punto de inflexión en la historia de las relaciones entre Colombia y Venezuela al desarrollar, a poco de asumir la presidencia, una alianza más o menos explícita con la guerrilla que le declaró la guerra al estado colombiano hace medio siglo. Al principio parecía ser una cuestión política, por afinidades ideológicas en la lucha contra el "imperialismo estadounidense". Pero luego se comprobó que la relación era aún más estrecha de lo que parecía.
Este vínculo fue desnudado por la Operación Fénix realizada por las Fuerzas Militares de Colombia en territorio ecuatoriano la madrugada del 1 de marzo de 2008. En esa incursión fue abatido Raúl Reyes, jefe operativo de las FARC, y se hallaron en su campamento computadoras con información invaluable relacionada a las actividades del líder guerrillero. Entre muchas otras cosas, los miles de documentos mostraron los permanentes encuentros entre referentes de la organización y encumbrados miembros del chavismo, y dieron indicios de la existencia de vínculos financieros entre ambas partes.
"Las computadoras de Raúl Reyes fueron entregadas al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Londres, una organización muy respetada a nivel mundial, imparcial, que estableció su autenticidad. Son 20 años de documentos que hay, y es una información a la que yo tuve acceso. Parte de lo que vi mostraba las conexiones de la narcoguerrilla con Venezuela y con la Cuba de los Castro", contó Pedro Roig, investigador del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, consultado por Infobae.
Algunos de los jerarcas del chavismo que aparecían cruzando la frontera para visitar a Reyes son el contralmirante Ramón Emilio Rodríguez Chacín, actual gobernador del Estado Guárico, y el general Henry Rangel Silva, compañero de armas de Chávez desde el alzamiento de 1992, y hoy gobernador de Trujillo.
"Lo que Venezuela le proporciona a las FARC a través del Cartel de los Soles es la distribución —continuó Roig—. Esto fue apareciendo en los distintos informes del Departamento de Justicia de Estados Unidos, a partir del testimonio de detenidos que se volvieron testigos para reducir sus condenas. Venezuela se convirtió en el principal distribuidor de cocaína y marihuana en España, vía África. Están usando vehículos y aeropuertos militares, además de civiles, para el tráfico de la droga".
Uno de los protagonistas de esta trama es Hugo Pollo Carvajal, jefe de la Dirección de Inteligencia Militar entre 2004 y 2011. En 2014 fue encarcelado en Aruba por una orden de captura internacional de una corte de Florida, por haber vendido "cientos de kilos de cocaína" en alianza con las FARC. Iba a ser extraditado, pero la presión de Venezuela surtió efecto y lo dejaron en libertad días más tarde.
"Chávez acordó con las FARC para que dejen de secuestrar personas en territorio venezolano, actividad a la que se habían dedicado durante muchos años como mecanismo de financiamiento. A cambio les facilitó corredores a través de la frontera para que pudieran sacar la droga de Colombia. El narcotráfico se convirtió así en el principal método de las FARC para financiar su guerra interna contra el estado colombiano", dijo a Infobae Gustavo Azócar Alcalá, magíster en comunicación política y gobernanza estratégica de la George Washington University y profesor de la Universidad de los Andes Táchira, Venezuela.
En este período se produjeron algunos hechos que son difíciles de explicar sin un grado importante de complicidad por parte de las autoridades venezolanas. El más escandaloso fue el decomiso en septiembre de 2013, en París, de 1,3 toneladas de cocaína en un avión de Air France proveniente de Caracas. El cargamento estaba repartido en 30 maletas que no pertenecían a ningún pasajero.
"En estos últimos años hemos visto un incremento alarmante del tráfico de droga en Venezuela —dijo Azócar Alcalá—. Las FARC están usando estados como Apure, Amazonas y Guárico para enviar cargamentos a Centroamérica, y de ahí salen para territorio estadounidense. No podrían haber montado el negocio que montaron sin grandes aliados dentro de las Fuerzas Armadas y del gobierno".
El Cartel de los Soles
Las evidencias de la participación de militares venezolanos de distinto rango en el negocio de la droga son tan contundentes que desde hace tiempo se los identifica como miembros de una organización narcocriminal, el Cartel de los Soles.
"No es realmente un cartel, es una red de militares del régimen chavista. Comenzó como un grupo de oficiales corruptos dentro de la Guardia Nacional y se los llama Soles por las estrellas doradas que tienen sobre sus hombros, por el rango", precisó McDermott.
Es lógico que haya comenzado con la Guardia Nacional, ya que es la que tiene a su cargo el control de las fronteras. En el marco del avance sostenido de las Fuerzas Armadas en la estructura de poder del Estado chavista, también los militares ganaron presencia en las regiones limítrofes del país.
"Estos generales no son producto de una acción independiente. Esto se manejó desde los más altos niveles. Venezuela daba pasaportes a líderes de las FARC. Estamos hablando de operaciones que requieren de un gran aparataje burocrático", aseguró Roig.
Entre 2011 y 2012, en consonancia con la enfermedad de Chávez y su posterior muerte, empezaron a caer en Venezuela muchos narcotraficantes. El primero fue Maximiliano Bonilla Orozco, alias "Valenciano", que en noviembre de 2011 era el narco más buscado de Colombia. Después le tocó a Diego "Rastrojo" Pérez Henao, líder de los poderosos Rastrojos, capturado en una finca en Barinas en junio de 2012. El último fue Daniel "El Loco" Barrera, referente máximo de las llamadas "Bacrim" (Bandas Criminales), que fue capturado en septiembre del mismo año.
Es muy sugerente que todos los principales capos colombianos hayan sido atrapados en Venezuela. Es evidente que si todos estaban en la República Bolivariana es porque tenían más libertades para moverse que en su propio país, y porque gran parte de su negocio se jugaba allí. El interrogante es por qué cayeron en un período tan corto, y por qué no volvió a caer ningún otro líder de esa envergadura.
"Eso marca para nosotros un cambio, porque desde las caídas de Barrera y Rastrojo no hemos visto capos colombianos arrestados en Venezuela. Nosotros creemos que el Cartel de los Soles no sólo ayudó en sus capturas, sino que asumieron el control de algunos de estos negocios. Pasaron de facilitadores a narcotraficantes", concluyó McDermott.
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